FÓRMULA 1

Aston Martin presenta un atrevido AMR23 para Alonso

El monoplaza del bicampeón se desvela . “No hemos sido conservadores”, dice su creador, Fallows. El objetivo, muchos puntos y podios ocasionales.

Silverstone

Las expectativas en la Fórmula 1 no van a ninguna parte. Aquí las bravuconadas en cuanto a objetivos para la temporada no se las lleva el viento, al contrario, las devuelve con fuerza como una bofetada. En Aston Martin, séptimo coche del año pasado, la exigencia es máxima y la ambición es luchar por victorias y títulos, con Alonso (en 2023 y 2024, al menos) o sin él. El AMR23 fue presentado por todo lo alto este lunes en Silverstone y lo señalan como la primera piedra para construir los cimientos de un equipo campeón. A un metro del coche, charlando distendidamente con sus creadores y con su piloto estrella, se puede corroborar que están plenamente convencidos de sus capacidades a medio plazo. No es fachada. “Aquí no habrá fiestas hasta que ganemos”, ya lo ha dicho Fernando.

El nuevo monoplaza se presentó por la tarde en la inmensa fábrica que construye la firma británica adosada al circuito que inventó la Fórmula 1. En el evento se habló del futuro prometedor, pero a través de un poso de Gran Circo de toda la vida con caras conocidas como Martin Whitmarsh (CEO del grupo Aston Martin Technologies), Pedro Martínez de la Rosa (embajador y portavoz ante los medios). Flotaba en el ambiente la sensación de que esta gente sabe lo que hace, que son mucho más que aquellos humildes Jordan, Force India o Racing Point que lograron podios o victorias sueltas sobre esta planta con un presupuesto ínfimo. Intervino extensamente Lawrence Stroll, el multimillonario canadiense que prendió la mecha de este proyecto que da cobijo a su hijo Lance, en uno de los volantes, y al piloto con más grandes premios disputados en el otro. “Cuando me gusta algo me vuelvo apasionado, y cuando me vuelvo apasionado, gano”, esgrimió.

El director técnico que firma el AMR23 es Dan Fallows, uno de los aprendices de Adrian Newey (Andrew Green desaparece del organigrama en la F1). Era el jefe de aerodinámica en Red Bull hasta el año pasado y domina las ideas que trae: “El equipo quería afrontar sin compromisos esta nueva reglamentación. Como se puede ver, no nos hemos sentado para ser conservadores, el AMR23 es un desarrollo significativo del coche que refinamos en la segunda mitad de 2022. Hemos mejorado en cada área crítica, optimiza las soluciones que pensamos que nos podrían ofrecer las mayores prestaciones. Ahora tenemos que centrarnos en un programa de mejoras eficiente para la primera carrera y el resto de la temporada”.

¿Y cómo es el coche? De cerca, atrevido, diferente, arriesgado. Aston Martin ha refinado los pontones y se asemeja al concepto de Red Bull, pero lo lleva más allá. La curvatura es ancha y pronunciada. No hay ‘bañera’, que sí mantiene Williams (a ver qué hace este martes Ferrari). El coche parece completo, un todo, no tiene apéndices extraños ni se asemeja a un puzle mal resuelto. Parece material para asentarse como referencia de la zona media y luchar por esos podios ocasionales que tan digestiva harían la temporada 2023. Para las aspiraciones de Alonso, en su primer año como piloto de verde, sería un buen punto de partida.

Alonso, la chispa ganadora

Alonso ha “vitaminado gracias a su hambre”, en palabras del jefe Mike Krack, las perspectivas de Aston Martin en la F1. El bicampeón español destaca la “ambición que brilla en este equipo y celebra que “ahora todos pueden ver la magnitud de la determinación en el corazón de esta organización”. “E igual de importante es el coche, el AMR23 está increíblemente comprimido y es altamente eficiente. Me sorprendió mucho cuando probé el coche por primera vez el año pasado (en el test de Abu Dhabi) y creo que hay muchas prestaciones que podemos desbloquear juntos. Estoy deseando empezar”, cierra Fernando. Resume, en parte, el doble objeto de esta presentación: se enseña en monoplaza y se fija un mantra: hay que ganar y cuanto antes, mejor.

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