La carrera puede alcanzar las dos horas de duración

El revirado circuito de Singapur es más lento de lo que se esperaba la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), y el kilometraje de la carrera puede resultar finalmente excesivo. El trazado tiene una longitud de cinco kilómetros y los pilotos tardan un mínimo de 1:45 en dar una vuelta. En las simulaciones informáticas de las escuderías no se tarda menos de una hora y 51 minutos en recorrer esa distancia. Por eso uno de los temores del fin de semana es la posibilidad real de que la carrera tenga que concluirse antes de cumplir las 61 vueltas previstas. Es decir, los 309,087 kilómetros.

Sólo con que salga un coche de seguridad a la pista, algo muy probable después de ver las limitadísimas escapatorias, el gran premio tendrá que darse por finalizado a las dos horas máximas que estipula el reglamento. Y se podría dar por terminada varias vueltas antes del final, especialmente si llueve y el tiempo por vuelta se incrementa en unos diez segundos.

Si no para de caer agua, se especula con la posibilidad de que la salida sea neutralizada detrás del coche de seguridad, que permanecería en pista hasta que se hiciera carril. Otro posible retraso. Ayer el primer toque de atención lo dio Webber, que se estrelló en la entrada a la estrecha y espectacular curva debajo de la grada y obligó a parar temporalmente los entrenamientos. Y el premio a la barrabasada fue para Trulli, que decidió entrar en boxes después de un trompo en sentido contrario. Le multaron con diez mil euros.

Bernie mira a Japón.

Por otra parte, Bernie Ecclestone aseguró que el camino de Singapur debe extenderse a otros países: "Debemos ir a Japón y convencerles de que hagan lo mismo. Se haría en 'prime time' en China y en un espectro mucho mejor en Europa que de madrugada. No ha sido una idea tan estúpida".