Fórmula 1 | GP de Singapur

Alonso supera a los favoritos bajo los focos

Voló en su último intento y fue el más veloz de la segunda sesión, por delante de Hamilton y Massa. Tercero total del día, a igualdad de peso se postula como mejor piloto al margen de los intratables McLaren y Ferrari

Carlos Miquel
reuters

Una vuelta a Singapur equivale a dar dos vueltas a Mónaco. Es un circuito muy físico, más de lo que esperaba. Necesitas trabajar mucho con el coche para conseguir una buena vuelta. Requiere el doble de energía que Mónaco". Palabra de Lewis Hamilton, que resumió a la perfección la dificultad del trazado nocturno, más complejo de lo que parecía. Está muy bacheado, y ese factor y la cercanía de los muros han generado muchos más problemas que la falta de luz. En realidad, los tres millones de vatios han funcionado a la perfección y nadie se ha quejado. Falta la difícil prueba del agua pero, de momento, la lluvia sigue respetando el fin de semana de gran premio. Las previsiones hablan siempre de tormentas pero, por ahora, sólo han caído por la mañana.

La exigencia física del trazado es muy alta y no perdona los errores, como probó Webber en sus propias carnes en la primera tanda de libres. Primera víctima de la pista. Esas peliagudas condiciones, en las que el monoplaza se le escapa al piloto de las manos, son las ideales para que Alonso saque a pasear su talento.

Ayer, al filo de las once de la noche hora local (cinco de la tarde en España) se sacó de la manga una vuelta excepcional lamiendo los muros, completamente cruzado y al borde del uy, uy, uy... Superó a Hamilton por 98 milésimas y a Massa por 139 milésimas. Y con sus vueltas en bicicleta a la pista como único simulador. En el total del día logró el tercer tiempo a espaldas de los dos candidatos al título. Puede que llevara veinte kilos menos (medio segundo de ventaja en esta pista), pero al menos dejó la estupenda sensación de que puede ser el primer piloto al margen de los intratables McLaren y Ferrari. Eso es lo que delatan las tandas largas, en las que el asturiano rodaba regularmente sexto o séptimo. Hamilton marcaba 1:46.4, mientras que Massa era algo más irregular y el asturiano lo hacía de manera constante en 1:47.2, y con cincuenta kilos de combustible.

Los BMW están un pelo por detrás de Alonso y los Toyota, al menos en esta primera jornada, han estado desaparecidos. En Renault presumen de una situación similar a Hungaroring, carrera en la que salió sexto y rozó el podio. Pero sin la amenaza de la escudería nipona. La calificación de hoy será el juez inapelable de estas perspectivas.

Los baches han sido la comidilla del paddock, tal y como contaba Alonso: "En la recta anterior a la curva siete hay tantos baches que el coche se va solo y hemos pedido que se reasfalte para el año que viene, ahora no tiene solución". Con esas irregularidades, si llueve se pueden formar unas balsas de agua temibles. Raikkonen empezó con fuerza este gran premio que se disputa en su mejor momento del día, pero en la segunda sesión intentó unos reglajes para calificar que funcionaron en los test de Mugello, pero resultaron fallidos en los baches de Singapur. En esa tanda acabó séptimo y, como no esté atento, puede volver a quedarse fuera de la primera fila.

Como en Mónaco, la calificación será una cuestión de coraje. Aquél que pase más cerca del muro y sepa arriesgar sin cometer errores puede llevarse el gato al agua. Con un McLaren es más fácil, pero Massa los sorprendió en Montecarlo. ¿Quién dará esta vez la campanada?

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