Fórmula 1 | Una carrera muy especial

Singapur nocturno, cinco kilómetros para la historia

Hay un 80% de posibilidades de lluvia para el domingo en el segundo trazado más lento del Mundial, con 23 curvas donde la aerodinámica será fundamental. Tres millones de vatios harán el día en la pista asiática

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Desde las oficinas del Overseas Union Bank Center, el ruido era intenso. La lluvia caía con fuerza ayer en esta isla asiática. El edificio, con 280 metros, la altura máxima permitida por la Autoridad Aeronáutica Nacional, es uno de los tres más altos de Singapur. Está al lado de una de las curvas más cerradas del circuito que puede protagonizar la carrera más espectacular de la historia de la F-1, este domingo a las 14:00h en España.

De noche, urbano y con un 80 por ciento de posibilidades de lluvia a las 20:00 hora local, el momento de la carrera. La lluvia es la única de las interrogantes no previstas por los organizadores. Los 5.067 metros del trazado asiático serán los segundos más lentos del Mundial tras Mónaco, se estima en 1:45 el tiempo por vuelta, y los monoplazas deberán llevar una alta carga aerodinámica con la intención de asegurar una buena estabilidad en la frenada y optimizar la salida en las curvas. Las 23 curvas que los pilotos tomarán en el sentido inverso a las agujas del reloj estarán perfectamente iluminadas con 240 postes de acero, 1.500 proyectores de luz y 12 generadores de energía con un total de 3.180.000 vatios para hacer el día en la noche. Cosas de dioses por la mano del hombre.

No será esta pista muy dura con el motor, el porcentaje en el que el acelerador está pisado al máximo es bajo, aunque serán muchas las ocasiones en las que el piloto someterá al coche a constantes frenadas y aceleraciones. El propulsor debe maximizar su rendimiento a bajas revoluciones. El nivel de exigencia de los frenos es alto, su uso es constante pese a que no haya grandes frenadas. Por ejemplo, en Monza se pasaba de 350 km/h a 88 en 2,6 segundos y en Singapur la mayor frenada tiene lugar en la curva seis, donde se pasa de 310 a 110 km/h en 2,3 segundos. Tampoco hay ningún problema en que, llueva o no, se vaya la luz. Los generadores son independientes de la red eléctrica de Singapur y según explica Valerio Maioli, responsable de la empresa italiana que se ha ocupado de la instalación, "cada uno puede hacer el trabajo de dos y absorber la carga si su gemelo falla". Otro de los peligros, que puede venir de la mano de la noche, es que la temperatura del asfalto sea menor a la ambiental, que se prevé sea de 30 grados.

En ese caso el asfalto se vuelve resbaladizo. Por la baja adherencia, los neumáticos serán los blandos y superblandos. Las líneas blancas que indican el tipo de neumáticos están marcadas con pintura reflectante. Otra diferencia con un gran premio normal está en la desaparición de las banderas de seguridad, habrá paneles electrónicos visibles desde 250 metros.

Tal despliegue ha costado más de 76 millones de euros a Singapur, pero esperan 110.000 visitantes extranjeros y un hotel vale 580 euros la noche y las entradas de la tribuna de boxes, 1.200. En televisión lo verán 500 millones. Los pilotos están expectantes. Fernando Alonso caminó ayer por el trazado y se mostró conforme: "Para nosotros está bien, no sé cómo se verá por la tele". Pese a los rumores de suspensión si jarrea, De la Rosa no teme ni a la lluvia: "No vemos ningún problema. Estoy seguro de que la segunda carrera será mejor, pero como inicio, este año estará bien". Raikkonen dice que le va bien porque suele estar más despierto de noche que de día. Siempre, Kimi, gran campeón.

El 93% de la luz del día

Un lux es el equivalente a la luz de una vela en un metro cuadrado, es decir que la iluminación de Singapur equivale a colocar 3.000 velas a ras de suelo en un metro cuadrado. Pero las columnas del circuito están a diez metros de altura, con lo que se necesita más iluminación para llegar a ese nivel de intensidad. En total, se conseguirá un 9,37% del nivel de luminosidad media en un día cualquiera.

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