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Alonso disfrutó del R28 más competitivo del año

El asturiano se pasó media carrera taponado pero el análisis de su vuelta óptima en el GP de Canadá (la suma de sus tres mejores sectores), le coloca a menos de medio segundo de la vuelta rápida de Raikkonen

Carlos Miquel

La lectura positiva del pasado GP de Canadá es que el R28 sigue mejorando. En Barcelona, con su primer saltito evolutivo, el asturiano rodó en carrera a ocho décimas por vuelta de los Ferrari. Y un primer vistazo a la lista de vueltas rápidas en Montreal coloca su mejor tiempo de 1:18.225 (noveno) a esa distancia del vueltón de Raikkonen. Sin embargo, el asturiano rodó media carrera taponado y, en ese caso, los equipos suelen analizar la llamada vuelta perfecta. Es decir, el tiempo que Alonso habría sido capaz de marcar de juntar sus tres mejores sectores realizados durante el gran premio. El registro es de 1:17.871, a menos de medio segundo del 1:17.387 de Kimi. Algo que hasta ahora sólo había podido lograr en calificación.

El problema es que esto no le sirve, ni aún rodando al 120 por ciento y con el riesgo de chocarse (eso es lo que le ha pasado en las dos últimas carreras, algo inédito hasta ahora para él) para de verdad tutear a los grandes. Las distancias se acortaron mucho en Canadá entre los coches de cabeza. Heidfeld, su pesadilla de los dos últimos domingos, tenía un coche cuatro décimas más veloz según ese cálculo de la vuelta óptima. El alemán marcó 1:17.430 con tres parciales redondos. A 43 milésimas de Ferrari. Setenta milésimas a su espalda está Hamilton. De Kubica, el quinto en discordia, a Fernando le habrían separado de poder rodar sin tráfico, tres décimas por vuelta. Es decir, el objetivo que se fijaron para el comienzo de la temporada.

En estas circunstancias, todo tiene que salir perfecto para poder hacerles frente. De ahí el error de olvidarse de los cálculos informáticos y no dejar a Alonso en la pista cuando los demás pararon a repostar con el coche de seguridad. La calificación dejó al asturiano en la envidiable posición de ir dos vueltas más largo que Kubica. Algo que no aprovechó en carrera porque, como pasa en otros equipos, Pat Symonds se preocupó más de mirar lo que hacían los de delante que a los que venían por detrás. En total, nueve pilotos que iban a una parada y condenaron la carrera del ovetense y a punto estuvieron de costarle el triunfo a Kubica.

El jefe de ingeniería de la escudería Renault se excusa en que hicieron lo mismo que el polaco. El problema es que tomaron esa decisión con un monoplaza más lento, que Alonso coloca a tres décimas. Si hubieran dejado al asturiano en pista, aunque su coche no fuera el más veloz, habría podido salir de boxes delante del ganador final y le habría obligado a seguir con su ritmo, con la ventaja de que iba más largo también en la segunda parada. Era su única opción de victoria.

En Magny-Cours el equipo francés estrenará un kit aerodinámico completo y es posible que, al haberse retirado en la carrera canadiense, lleven ya la evolución de motor que tenían prevista para Silverstone. Afirman que han afinado el propulsor a base de mejorar su sincronización con el cambio.

Después de los progresos con el amortiguador inercial trasero, con estos avances tal vez puedan ganar dos décimas por vuelta y mejorar más la dificultad en el pilotaje del R28. Es una progresión insuficiente para luchar regularmente por los podios, pero al menos colocaría a Alonso en disposición de repetir más veces la cuarta plaza en parrilla de Montreal.

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