Preparado para un crudo 2008

Antes de marcharse a la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, donde se encontró con Michael Schumacher, Fernando Alonso comió con la prensa española en Oviedo. Vestido de manera informal, el asturiano agradeció su apoyo durante 2007 y brindó con Moet&Chandon por un buen 2008 para todos: "¡Salud para todos! Porque lo de ganar puede ser otra cosa", comentó entre risas. Una broma entre amigos que puede ser un indicativo muy claro del difícil año de transición que le espera fuera de los dos equipos capacitados para ganar. Fueron dos horas sin grabadoras, entregados a la fabada y al cachopo a la Luis. Una denominación en honor al mánager del asturiano, nada que ver con Hamilton. El bicampeón del mundo cambió las fabes por las lonchas de jamón ibérico.

Fernando habló de su afición a la cocina (aunque no pase de preparar pasta y algún filete), que forjó en el bachillerato cuando eligió esta asignatura como optativa. Y volvió a repetir los pensamientos de la temporada. Y la decepción por no haber alcanzado su tercer título. Reconoció también, fuera de micrófono, la superioridad de los Ferrari en la última parte del año: "Si en China llegamos a correr en seco, también habrían ganado sin demasiados problemas. Massa me recortó varios segundos al final de la carrera". Del futuro, no tuvo nada que decir, salvo que se mantiene la incógnita.

Recién llegado de su encuentro con los chavales del kárting en Zaragoza junto a su antiguo mentor, Genís Marcó, el ovetense cerró ayer otro capítulo de agradecimientos. Esta temporada su equipo le ha dejado más solo que nunca y se ha encontrado con un apoyo casi unánime en España.

Mañana será el turno de los aficionados, a los que saludará de nuevo desde el ayuntamiento de Oviedo, tal y como ya hiciera en 2006. Al final de la comida llegó el momento de los abrazos, la foto de grupo (el más amplio de la historia) y los buenos deseos para todos. En una semana comenzarán las vacaciones para el asturiano, y para casi todos los presentes en la comida.