Riven: The Sequel to Myst
Riven: The Sequel to Myst
Maldita sea! Acabo de llegar a la isla, y ese tipejo vestido a la moda imperio austrohúngaro me roba el libro... y luego llega el otro payaso disfrazado, se lo carga, se lleva el libro y desaparece... ¿qué hago yo ahora?
El misterio de la estancia con las lápidas de los animales
A lo mejor es sordo... no sé... ¿y si me tiro un cuesco para llamar su atención? Pero con el olor a cuadra que hay por aquí, seguro que ni se entera.
Parece claro que hay que pulsar cinco lápidas, en un orden determinado, para que pase alguna cosa en este triste lugar. Pero ¿cuáles? ¿en qué orden?
Supongo que recordáis los cinco ojos que habéis visto a lo largo de vuestra exploración de Riven. Llevaban unos extraños caracteres escritos en ellos, pero si ya habéis pasado por la escuela a estas alturas ya sabéis que en realidad describen unos números del uno al cinco. Así pues, cada ojo da la pista sobre qué lápida hay que pulsar y en qué número de orden.
Pero... ¿a qué animal apunta cada pista?
Ojo número uno: el que está en el laboratorio de Gehn. Según el diario de Gehn, lo encontraron en las aguas de la laguna de la isla de Riven. Bien, si os habéis fijado bien, cerca de donde se encuentra por primera vez el submarino, hay unas redes colgadas y unos pececillos. Pues buscad un pez de efigie parecida.
Ojo número dos: el de la piscina. La forma que adopta el agua es exactamente igual que una de las lápidas, y se corresponde con el escarabajo que está por todas partes.
Número tres: funicular de la isla de Riven. Suena idéntico que la rana de ojos saltones y cuatro patas que capturamos con la esfera-trampa en la isla de la gran caldera.
Número cuatro: está bajo la espada clavada en el jardín botánico, pero sonar, suena como las enormes focas de la isla de Riven.
Número cinco: bueno, ya que no son las enormes focas que había justo al lado, el gruñido me recuerda el enorme pez de la pecera.
Pues ése es el orden. Por si las moscas, aquí tenéis los gráficos.
Una vez pulsadas las lápidas en el orden correcto, la pared se abre rebelando un pequeño receptáculo secreto. En su interior hay un libro vínculo que nos lleva hasta la Era Rebelde y el gran árbol.
Tras dar media vuelta y acercarnos a un tótem que probablemente representa al tirano Gehn, somos capturados y encerrados en una celda inhóspita con vistas interesantes.
Al cabo de un rato habla con nosotros una mujer de la cual no hay quien entienda ni torta de lo que dice. Pero nos deja el diario de Catherine [muy educativo, vale la pena leerlo entero] que contiene una nota suya: nos requiere para que la liberemos. Mujeres, todo lo ven fácil.