Riven: The Sequel to Myst
Riven: The Sequel to Myst
Maldita sea! Acabo de llegar a la isla, y ese tipejo vestido a la moda imperio austrohúngaro me roba el libro... y luego llega el otro payaso disfrazado, se lo carga, se lleva el libro y desaparece... ¿qué hago yo ahora?
Tenéis que aprender este sistema de numeración, porque luego os va a hacer falta, torpedos. Es imprescindible.
Bueno, de vuelta al submarino, ahora hay que darle la vuelta, tomar por la izquierda en el cruce y abandonar la nave en la primera parada. Hay una especie de enorme canasta de baloncesto. Si habéis hecho lo del faro pues hay además suelo en el centro. Colocaos en el medio. Tirad de la argolla y subid arriba. Cruzad hasta el balcón.
La extraña reja parece encerrar una cámara usada como prisión. Dentro hay una especie de nativo. A mano derecha de la reja hay un pulsador. Como de costumbre, una vez accionado se abre la reja, y el nativo resulta desaparecido.
Entrad en la celda. Abrid la reja de lo que aparenta ser el desagüe, y tirad del tirador que aparece. Vaya, vaya, una puerta secreta. Meteos dentro.
Seguid metiéndoos dentro aunque no se vea ni torta. Llegaréis hasta el mar, pero a mano izquierda hay un interruptor. Accionadlo, dad media vuelta y regresad... despacito, id conectando las bombillas para iluminar la galería, hasta llegar a la salida... media vuelta otra vez, adelante... ¿una puerta? Abridla, y meteos por la nueva galería: llegaréis a una habitación redonda, con unas extrañas lápidas que representan los animales de la fauna riveniana. Una lástima que Rodríguez de la Fuente no esté para iluminarnos al respecto. Pero ahora es mejor volver al aire puro del exterior, ya os contaré luego qué hay que hacer aquí.
Para salir al exterior sólo hay que usar el tirador que hay a la derecha y la puerta secreta vuelve a abrirse. Tras abandonar la celda, sigue por el balcón a mano izquierda, siguiendo por la pasarela bajando escaleras hasta descender a las pasarelas de troncos.
Para acabar de abrir cúpulas y de mapear estas cuatro islas falta aún hacer algo. Desde aquí hay que regresar a la isla de la gran caldera [usando la vagoneta] y de allí, dejando atrás la caldera, subiendo las escaleras de la pared, llegando al balcón, abriendo las puertas si fuera menester, cerrándolas de nuevo y yendo por el camino de la derecha [argh] habrá que tirar recto hasta llegar al gran puente.