Un Rahm desafinado se aleja del uno en Muirfield
El vizcaíno firma +2 para -2 en un descalzaperros y necesita un vueltón este domingo para alcanzar la segunda plaza, que podría devolverle al trono.
A falta de los últimos 18 hoyos, Jon Rahm difícilmente se aupará de nuevo al número uno del ranking en The Memorial. No será porque Scottie Scheffler, que para depender de sí mismo necesitaba acabar dentro del top-16 esta semana, no haya puesto de su parte, 32º a falta de la última vuelta tras firmar este sábado un -4 para -1 en la que fue su mejor actuación en el noveno torneo designado de la temporada majors aparte.
Más bien ha sido cosa de Rahmbo, que no ha exhibido en Muirfield, el diseño de Jack Nicklaus en Ohio (EE UU), la versión súper de la primera mitad del año. En su defensa, el campo enseña los dientes y el campeón podría estar por debajo de los dobles dígitos, pero lo suyo ayer fue un descalzaperros. Nada carburó desde que falló un putt para par de dos metros en el primer hoyo. Acabaría el día con más de tres golpes perdidos en los greenes (más de cuatro en el cómputo global), penúltimo en la estadística de putts del día. De hecho tripateó dos veces, en los bogeys del 4 y del 11, este último par 5.
Y ese no fue su único caballo de batalla. Cogió solo cinco calles de 14 y nueve de 18 greenes. Su única buena noticia fue el puro que embocó en el séptimo para un birdie que dejó su tarjeta en +2 para -2, insuficiente para tener una oportunidad clara de arrimarse a la segunda plaza (es 23º), mínimo indispensable si quería optar al trono, que le queda a cuatro golpes. No es una quimera tampoco, pero tendrá que dar un giro de 180 grados este domingo. Atendiendo a su curriculum en lo que va de temporada, hay que concederle al menos el beneficio de la duda.
La primera posición está en poder del estadounidense David Lipsky, palmarés inédito en 12 años en el circuito, que ya estuvo cerca de estrenarse en el Sony Open a comienzos de año, y que se hundió con dos bogeys en los dos últimos hoyos para cerrar en -6 como el coreano Si Woo Kim y el norirlandés McIlroy, en sequía desde octubre, que en el día de movimiento cogió la dirección buena y con un -2 para empatar en cabeza.