Un invierno olímpico de ilusión para España

La nieve aún ni se intuye en la Sierra de Madrid; sí la ilusión con la que el deporte de invierno español afronta la temporada que se avecina. Temporada olímpica, temporada grande, en la que los deportistas de la RFEDI van a demostrar que “España es un país de nieve y que se toma las cosas en serio”, aseguró este martes, en la presentación de los equipos nacionales en la sede del COE, el presidente federativo, May Peus.

“Hemos dotado a las estructuras con los mejores programas posibles, porque para ser mejores que otros tenemos que entrenar más y mejor. Nuestros deportistas han hecho una preparación muy sacrificada, dejando de lado un montón de cosas. En verano hemos estado en Nueva Zelanda, Australia, Chile, Escandinavia... Los deberes están hechos”, celebró Peus. “Nuestros deportistas van a los Juegos a competir. Desde la medalla de Blanca (Fernández Ochoa) hasta que Regino (Hernández) nos dio la gloria pasaron 26 años, pero si esta vez no hay medalla seguiré orgulloso porque tenemos a los mejores deportistas del mundo en esta Federación”, subrayó.

La RFEDI, que ha crecido con vigor en los últimos tiempos, con un aumento del presupuesto federativo en torno a los 2 millones de euros “y sin deudas”, algo que Peus agradeció a sus patrocinadores, deportistas y a las ayudas públicas, aglutinará a 57 deportistas de diez modalidades en sus equipos nacionales con los Juegos de Milán-Cortina d’Ampezzo (del 6 al 22 de febrero) en el horizonte. “Este año es nuestro prime. Los Juegos van a ser la referencia toda la temporada”, apuntó Olmo Hernández, director deportivo de la RFEDI, que puso en valor tanto a las figuras ya consolidadas como a “un grupo joven que empuja fuerte”. “Han sido cuatro años de estabilidad y de exigencia, en los que hemos tratado de apoyar a los deportistas con talento”, resumió Hernández. ¿Opciones de medalla? “Yo quiero pensar que ojalá traigamos una medalla, incluso dos. Si no las traemos tampoco sería un drama. Tenemos potencial en varias disciplinas, pero no quiero ponerles presión”.

Desfiló primero por el escenario la tropa del esquí alpino, encabezada por Aleix Aubert, Audrey Pascual, Ander Mintegui y Quim Salarich, “orgulloso” este último, que “podría ser el abuelo de alguno”, de ver que los jóvenes talentos progresan. En el fondo avanza a pasos de gigante Jaume Pueyo, un esquiador que se sale del molde, con gancho entre los más jóvenes, y Bernat Selles.

De ahí a la joya de la corona, el snowboard, del que han salido los grandes éxitos del invierno español en los últimos tiempos. Representaron a esa disciplina el tres veces medallista mundial Lucas Eguibar, Iriati Idiakez y Álvaro Romero, con la ausencia de Queralt Castellet, que no pudo acudir. “Siempre se me ha escapado la medalla por fallos y ahora quiero dar un puñetazo en la mesa”, lanzó de cara a los Juegos Eguibar".Por el freeski comparecieron Javi Lliso, que se mostró “con más ganas que nunca” de la que será su segunda cita olímpica, y Thibaut Magnin, que arrasa en redes sociales con sus acrobacios y su vida aventurera. De las disciplinas no olímpicas, España pega fuerte en el freeride con Nuria Castán, tercera en la general del World Tour la pasada temporada.

“Yo creo que al deporte español no podemos estar midiéndolo constantemente por los resultados. Estos importan, pero importa mucho más el camino. Aquí ha salido gente ya consolidada y gente muy joven, con un futuro espectacular. Ese es el gran legado que tiene la Federación, el resultado de su gran trabajo”, afirmó Alejandro Blanco, presidente del COE, que el 16 de enero cerrará la convocatoria española para los Juegos.

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