Un centenar de barcos reeditaron una mágica imagen bajo el Puente Colgante
Clásica Regata del Gallo-Hyundai. Mucho público disfrutó en un precioso día con el paso del amplio grupo de embarcaciones por una pasarela emblemática.
Volvió una de las pruebas a vela más esperadas de cada temporada en el Abra. Y lo hizo en un hermoso, frío y soleado mediodía con cien barcos que brindaron en la salida del Puente Colgante esa imagen tan única y fotografiada en las aguas vizcaínas del Abra como es la de la tradicional Regata del Gallo-Hyundai. 100 barcos tomaron parte en esta festiva prueba que se ha convertido ya por estas fechas en uno de los grandes referentes del deporte vizcaíno desde hace cuatro décadas. La extraordinaria estampa que descubrieron el centenar de cruceros navegando bajo el puente Colgante, con sus amplias velas de color desplegadas al viento, fue retratada por muchos aficionados y paseantes que se colocaron en ambas orillas de la Ría en Las Arenas y Portugalete. Se impusieron el ‘Maitena’ de Mikel Emaldi en la clase Regata y el ‘Fingolfin’ de Gonzalo Chávarri entre los J80. Pero eso fue lo de menos en un día con escaso viento rolón, en el que solo entraron diez barcos en la meta del Abra interior. Las otras embarcaciones que cruzaron la línea de llegada fueron el Symphony, Gaitero, Alpega, Rat Pack, Tchin Tchin y Despeinada: y los J80 Obelix y Biobizz.
Esta fecha está marcada en rojo. La competición deja paso a una jornada festiva. Las condiciones meteorológicas fueron permisivas y desde las 12 horas se observó a este increíble ‘pelotón’ de embarcaciones de las clases crucero y monotipos J80 que navegaron en la Regata del Gallo-Hyundai desde la dársena de la Benedicta de Sestao para cruzar el emblemático puente Bizkaia. Fue el instante más asombroso. Mágico.
Una vez sobrepasada por cada barco esta construcción histórica, Patrimonio de la Humanidad desde 2006, las tripulaciones dirigieron su rumbo hacia las aguas del Abra, donde trataron de completar, debido al poco viento, un recorrido de 10 millas para decidir a los últimos ganadores del año 2022 en este evento organizado por el Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club, que cumple además 125 años en 2023. El paso por el mítico puente volvió a ser de nuevo de lo más espectacular, al proyectar una imagen fantástica en esta fiesta anual de la vela.
La prueba es siempre una de las más esperadas por todos los regatistas -fueron aproximadamente unos 500-, que hacen que esta Regata del Gallo-Hyundai sea la cita más concurrida de cada temporada de vela junto a la Regata a la Inversa del primero de mayo. El punto final del calendario de regatas de 2022 programado por el Club vizcaíno invitó de nuevo a que muchas personas se ubicaran en las orillas de Portugalete, Santurtzi y Las Arenas para fotografiar a este maravilloso grupo de barcos. La instantánea más buscada, esa que luego se enseña o enmarca, fue ese paso inicial de la regata por el Puente Colgante antes de enfilar las aguas del Abra.
Casi toda la flota vizcaína estuvo presente en una regata cuyo colofón tuvo lugar después en el Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club, con la entrega de premios de algunas regatas sociales del año y la clásica alubiada. Además, el comodoro del Club de Las Arenas, José Azqueta, descubrió que el Premio Gallo, a la tripulación y regatistas más destacados del año 2022, y el Premio Pata, el elegido por cometer el fallo que más ha dado que hablar en este deporte de la vela durante las competiciones de la temporada. Esta Regata del Gallo contó con el patrocinio de Hyundai y con la colaboración de los Ayuntamientos de Portugalete y Getxo, además del Transbordador de Bizkaia (Puente Colgante).
Además de la regata en sí, la jornada fue toda una fiesta con la participación del Coro Vivace Abesbatza y sus villancicos, justo antes de que se iniciara la prueba. Luego actuó el grupo Delincuencia Senil, ambos desde la terraza del Puente Colgante en la margen de Las Arenas. También se pudo disfrutar de la exposición fotográfica de Juan Félix Ruiz sobre los rostros de las mujeres regatistas, que se expuso en las salas de embarque del Puente Colgante en ambas márgenes de la ría. Una vez más, esta prueba fue el mejor y más bello colofón de la temporada de vela.