WATERPOLO

Un barrio de Primera

La Agrupación Recreativa Concepción Ciudad Lineal, un club humilde, vuelve a la Primera División del waterpolo nacional.

INMA FLORESDIARIO AS

El equipo absoluto masculino de la Agrupación Recreativa Concepción Ciudad Lineal consiguió su objetivo y vuelve a ser de Primera División. El club de waterpolo accedió a la categoría de plata del waterpolo nacional tras una temporada larga y complicada en la que tuvieron que remontar en el playoff para lograr el ascenso. Pero que se ha resuelto de la mejor manera posible: con un éxito rotundo. Los deberes hechos.

El sistema de la competición separa, en su primera fase, a dos grupos de 7 y 8 equipos, respectivamente. Los 4 primeros clasificados de cada uno se dividen de dos maneras: el grupo de arriba, en el que se juega el ascenso y el de abajo, en el que se intenta evitar el descenso a regional. En esta segunda fase, eso sí, sólo se acumulan los puntos conseguidos con los equipos con los que has jugado la primera y siguen en tu grupo posteriormente. Tener en cuenta además que, según la normativa, se suman dos puntos por victoria y uno por derrota. Y no hay empates: cuando se dan, se disputa una tanda de penaltis en el que el reparto es de la misma forma según a quién le salga cara la moneda.

Concepción waterpolo.

La Concha (como se llama al conjunto madrileño) quedó en segunda posición en la primera fase, llegando así al grupo de arriba, donde logró un tercer puesto. La clasificación se esperaba más alta, pero las derrotas ante Boadilla (que acabó primero) y Alcorcón (octavo) en las dos últimas jornadas provocaron que el equipo de la capital tuviera que verse las caras precisamente contra el Godella, un viejo conocido con el que ya se habían enfrentado en dos encuentros de la fase inicial. Entonces perdieron el primero (8-9) y ganaron el segundo (10-8). Una de cal y otra de arena dependiendo de quién jugara como local. Algo muy importante en Segunda División, donde el cansancio de los viajes hace mella en los visitantes y el poder de la afición da alas a los que juegan en casa.

Las reglas dicen que el playoff se juega a dos partidos y a la Concha le tocaría el primero en casa por ese tercer puesto que provocó la pérdida de la mencionada ventaja de campo, muchas veces decisiva. Los ganadores de cada semifinal subirían a Primera. Con superar una serie valía. Pero el 7-10 en Madrid no sólo supuso la primera vez que la Concha caía por tercera vez consecutiva en el curso waterpolístico. También era una losa muy grande que remontar y superar, en piscina ajena, ante el público rival y con unos adversarios que sabían que con gestionar el resultado y tener en cuenta los minutos, lo tendrían hecho.

Era el peor momento de la temporada. Pero el equipo de Lorenzo Ballesteros emergió, en un ejercicio de personalidad fantástico, y ganó a domicilio (6-12) para conquistar un merecido ascenso que hace un año no fue posible por un solo gol de diferencia, también en semifinales pero contra el Badía catalán. La victoria se cimentó con 4 goles del capitán, Eugenio de Grado, y 3 de Iván Martín Carabante. Ante, además, una afición de más de 40 personas desplazadas a Godella para animar al conjunto madrileño. Al final, objetivo cumplido: la Concha es de Primera. Otra vez.

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