MONTAÑISMO

Txikon quiere más

“Me vi cerca de la muerte”, asegura tras subir el Manaslu en invierno durante la recepción oficial por parte de la Diputación de Bizkaia. Pondrá fin a su etapa himalayista con el Kanchenjunga y el Makalu

LUIS TEJIDOEFE

El Diputado General de Bizkaia, Unai Rementeria, junto a la Diputada de Deportes, Lorea Bilbao, han recibido esta mañana en el Palacio Foral al alpinista Alex Txikon y a su amigo y compañero de expedición Eneko Garamendi, en un acto para reconocer el esfuerzo y el logro que el deportista bizkaitarra ha realizado en su último reto: hollar la cumbre del Manaslu (8.163m) por primera vez en la historia en una expedición puramente invernal y sin oxígeno artificial. “Es curioso. Llegar y acometer el objetivo en un abrir y cerrar de ojos -apenas 60 horas desde el campo base a la cumbre- me hace sentir vacío”, resumió.

El pasado 6 de enero, a las 9:30 horas (hora local) Alex Txikon hizo historia al lograr ascender, junto a sus compañeros nepalíes de cordada, a la cima de la octava montaña más alta del mundo y regresar sanos y salvos hasta el Campamento Base. Tras dos intentos previos en los inviernos de 2021 y 2022 que le permitieron conocer de primera mano el Manaslu, el alpinista bizkaitarra puso en marcha el pasado 26 de diciembre el proyecto Winter Summits para intentar conquistar la montaña que hasta esa fecha no había sido coronada por una expedición puramente invernal.

Txikon, a su llegada a Loiu hace dos días

El equipo liderado por Alex Txikon enfocó de manera diferente el reto de este año. La experiencia adquirida durante los dos primeros intentos los llevó a decidir que tenían que estar preparados para la primera oportunidad que se les presentara. Es por esto por lo que Txikon ha estado inmerso en otros proyectos en el Himalaya que le han ayudado en esa primera fase de aclimatación (un trekking solidario hasta el CB del Makalu y otro hasta el CB del Everest junto a un vecino de Zalla con parálisis cerebral y junto a Pájaro Trips).

Txikon ha afirmado que, probablemente, esta ha sido una de las experiencias más exigentes y duras de su trayectoria profesional, su segunda cima invernal a un ochomil. “Fue una ascensión durísima, muy exigente y peligrosa, que nos ha requerido una fortaleza física y mental bestial. Me vi cerca de la muerte. La montaña estaba mucho más difícil y en peores condiciones de las que pensaba”, ha contado en el recibimiento. De hecho, el frío extremo, el hielo y el virulento viento los acompañaron durante todo el trayecto. Las temperaturas llegaron a descender hasta los -45º, y las rachas de viento alcanzaron hasta los 50km por hora.

A pesar de la dureza de la hazaña, el alpinista bizkaitarra ha reconocido que el cambio de estrategia, el haber tenido un mes de aclimatación para poder atacar la cumbre según tuviera la primera oportunidad y la ventana de buen tiempo que se les presentó han sido clave para poder lograr el objetivo.

Al final del acto Txikon ha querido poner en valor la expedición polaca de 1984 que alcanzó la cumbre del Manaslu y ha afirmado que tuvieron un mérito enorme, pues en aquella época no contaban ni con las herramientas ni con la información con la que contamos hoy en día. Tampoco se ha olvidado de su compañero italiano Simone Moro y ha asegurado que “esta cima también se la debemos a él quien descendió prácticamente del C2 al CB solo, porque, aunque tenía fuerzas para seguir ascendiendo consideraba que podía entorpecer al grupo a la hora de descender”. Para terminar, ha querido felicitar y dar las gracias a todas las personas que le han apoyado durante su carrera: familia, amistades, clubes y federaciones de montaña, colectivos vulnerables, patrocinadores, colaboradores y proyectos sociales, entre otros.

Esta no ha sido la primera vez que Txikon hace historia en el alpinismo invernal. Y es que, previa a esta gran hazaña, el 26 de febrero de 2006, logró su primera gran conquista, su primer ochomil, el Nanga Parbat. A las 15:37 (hora pakistaní), Alex Txikon, Ali Sadpara y Simone Moro llegaban a lo más alto del Nanga Parbat (8.126m), hasta entonces el penúltimo ochomil virgen en la estación más fría del año.

En algo más de 24 horas regresaban al CB junto a su compañera de cordada Tamara Lunger quien demostró una enorme fortaleza al alcanzar los 8.025m y mayor sentido de la responsabilidad al decidir emprender el descenso al no sentirse con fuerzas suficientes para seguir ascendiendo y descender después de manera segura. Una vez alcanzado el CB, Alex Txikon, Ali ‘Sadpara’ y Simone Moro completaron la primera invernal del Nanga Parbat (8.126m). Así, el 26 de febrero de 2016 pasó a la historia del alpinismo mundial.

A pesar de que hace unas semanas cuando alcanzó el campo base del Manaslu tras “sobrevivir a un momento de flaqueza tremenda” pensó en no regresar más al Himalaya, admitió que cada día que pasa tiene “más ganas de volver” y tiene en mente sendas expediciones al Kanchenjunga y el Makalu con las que daría por finalizada su etapa himalayista.

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