Seve, presente en la victoria de Fitzpatrick en el US Open

Cuando Will Zalatoris falló el putt que convertía a Matt Fitzpatrick en campeón del US Open, el primero en llorar no fue el golfista inglés. Antes de que el joven de 27 años asimilase lo sucedido, a su lado Billy Foster no podía esconder ya las lágrimas de emoción. Detrás de ese llanto del caddie hay 39 años ligado a la élite del golf sin ningún major ganado, hasta este domingo. El también inglés lleva desde 1983 portando bolsas y asesorando a varios de los mejores golfistas del mundo. Ha trabajado con Lee Westwood, Darren Clarke, Sergio García e incluso Tiger Woods. Sin embargo, quien más marcó a Foster fue Severiano Ballesteros.

El caddie trabajó junto con el de Pedreña entre 1990 y 1995, años en los que el nivel de Seve fue bajando por la edad. Foster todavía no olvida al cántabro, y se acordó de él después de ganar su primer gran torneo junto con Fitzpatrick. “Es un momento muy especial para mí. Después de 40 años en esta profesión he logrado mi primer major. El gran señor me estará mirando desde arriba”, dijo a Movistar Golf refiriéndose a Seve. Después de trabajar junto al español, el inglés estuvo cerca de ganar grandes torneos con otros golfistas, aunque la suerte siempre les fue esquiva.

Con Lee Westwood consiguió tres segundos puestos en majors a lo largo de una década con su compatriota. Especialmente doloroso fue el Open Británico que se le escapó junto con Thomas Bjorn en 2003, cuando el danés perdió su ventaja en el hoyo 70. Sin embargo, a lo largo de su carrera, Foster ha vivido experiencias impagables, como la oportunidad de ser el caddie de Tiger Woods durante la Presidents Cup de 2005. Este domingo, tras más de media vida ligado al golf, pudo besar la bandera del hoyo 18 de The Country Club que, siguiendo la tradición, el caddie acostumbra a llevarse tras ganar. Foster ya tiene su major.