Rahm se apunta a la fiesta de Campillo en Sotogrande
Rahm y Campillo tiran dos de las mejores vueltas del día, -7 y -6. El vasco se acerca a una cabeza en la que se distancia el extremeño.
En la Bahía de Algeciras, no muy lejos de la tierra que vio nacer a Camarón, Jorge Campillo y Jon Rahm se pusieron flamencos. El vasco y el extremeño firmaron dos vueltas por bulerías (-7 y -6 respectivamente) en el Andalucía Masters y se citaron en un fin de semana que tendrá protagonismo local, al que el primero llega como líder destacado y el segundo como caballo desbocado en una persecución en la que todavía le queda mucho terreno por cubrir. Aunque no el suficiente como para que su presa no sude cada vez que mire por el retrovisor en los próximos 36 hoyos.
Esta vez sí salieron buenos acordes de los hierros de Rahmbo. Especialmente cerca aterrizó los del 3 o el 5, birdies cómodos. Y cuando no, los pluses que convierten una buena vuelta en un vueltón se pusieron de su lado: el tubo en el 7, el del 10... Una mala salida en el par 3 del cuarto interrumpió una secuencia excelsa de cinco birdies entre el 2 y el 7. Sería su único contratiempo a la postre, y en la segunda mitad del Real Club de Golf de Sotogrande pegó el acelerón que necesitaba para acercarse al listón que había puesto bien alto Campillo en el turno matinal, cuando el viento de Poniente estuvo más benévolo con los golfistas. Cayeron otros tres birdies, antes de un bogey anticlimático a tres putts en el 18, para un 66 (-8 en el acumulado). “He sido víctima de lo que son los greenes en la tarde, que están más blanditos, pero he dejado alguna dada y estoy contento con mi nivel de putt”, valoró el vizcaíno.
A su lado se contagiaba y se arrancaba con las palmas Ángel Hidalgo, unidos en una causa común dos jugadores que se hace algo más de dos semanas se batían el cobre por el Open de España. El marbellí salió campeón de aquella en una victoria de las que cambian carreras y no parece que vaya a frenar. Juega en el campo en el que se sacó la tarjeta del circuito europeo hace dos años y dejó un golpe desde uno de los bunkers del 2 que si se lo hubieran atribuido por error a Rory McIlroy en la señal televisiva no habría enarcado una sola ceja. Se tradujo en un eagle que abrió la espita de una ronda de 66 (-6 para -8), con la que se mete en la pomada. Fue un recorrido deliciosamente espontáneo, digno de ver. “Nos hemos ido animando entre Jon y yo, nos ha venido bien jugar juntos”, confesó después.
El solo de un hombre maratón
Ambos tendrán que afinar de nuevo este sábado, aunque de poco servirá como Campillo, que les vio desde la cabina de comentaristas del DP World Tour (vaticinó que Rahm llegaría a -10 “fácil” tras el puro del 7 y no se quedó lejos de acertar) no pierda el compás. Al 64 del jueves le unió un 65 (-7 para -15) este viernes en el que volvió a jugar libre de bogeys, y ya van 36 hoyos. No pasó más de dos segmentos sin arañar algún golpe hasta que se frenó llegado el 15. Para entonces había amasado una fortuna: cinco birdies y un eagle, y una renta muy consolidada sobre el segundo clasificado, el inglés Brown, encasquillado tras su 63 del primer día con un -2 para -11. Como el francés Guerrier, otro que se corrió una buena juerga para abrir boca con un 62 y este sábado, como si pagara la resaca de las emociones fuertes, se quedó al par. Campillo, que esta temporada ha compaginado las dos orillas del Atlántico y merodeó la victoria en Myrtle Beach, puede acabar encontrándola en el último kilómetro de una maratón de nueve semanas seguidas compitiendo en su circuito de cabecera.
El corte sonrió a la mayoría de la Armada, pero no a Alfredo García-Heredia (-1), a Iván Cantero (-1), Rafa Cabrera (+4), Santi Tarrio (+5) ni a Álvaro Quirós, que en momentos complicados de su carrera no pudo regalarse una buena semana en la puerta de su casa (nació en Guadiaro, a un paseo del RCGS). Siguen en liza Arnaus (-2), Del Rey (-2), Larrazábal (-3), Manuel Elvira (-3), Sebas García (-3), David Puig (-3), Nacho Elvira (-4), Adrián Otaegui (-5) y un Eugenio Chacarra (-6) pendiente de su futuro tras ser ‘cortado’ por los Fireballs que capitanea Sergio García en el LIV. Una buena semana abriría su abanico de opciones, que ahora mismo pasa por otro equipo de la superliga saudí o el Asian Tour.
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