JUEGOS PARALÍMPICOS PARÍS 2024

Yassine Ouhdadi sigue siendo el rey

El atleta firmó una épica remontada en los últimos 400 metros para lograr el oro en los 5.000 metros. Revalida así su oro de Tokio y el de los pasados Mundiales en París.

París
Gorka Leiza

Su remontada fue épica. Los últimos 400 metros sirvieron a Yassine Ouhdadi (Ouarzazate, 1994) para pasar de tercero a primero y prorrogar su reinado en los 5.000 metros T13 con otro oro. Se caía el Stade de France, con un público entregado al esprint final del español, que ha perpetuado el oro de Tokio 2020 y el conseguido también en los pasados Mundiales de París. Este es, por tanto, su segundo oro consecutivo en sus dos Juegos. El atleta paró el crono en los 15:50.64 saboreando, mirando, disfrutando. Ahí se paró también el tiempo.

Ha sido más emocionante que en Tokio porque sentir el estadio lleno (alrededor de 70.000 espectadores) es una cosa increíble y que tus familiares están aquí. Poder darles una alegría es increíble. Es difícil explicar lo que se siente, porque en ese momento no te lo crees. Dices... ¿Esto es real? Hay que intentar disfrutar. Miraba atrás y les sacaba un poco de distancia, así que pude disfrutar de los últimos metros y levantar las manos. Estaba 100% concentrado, esperando que alguien tirase y lo ha hecho el australiano y me ha puesto la carrera como quería y he llegado a los 400 últimos con fuerza”, confesó en zona mixta.

Muchos recuerdos se agolpaban en su cabeza. También muchos nombres y caras. La familia, los amigos, los compañeros y entrenadores. El atleta catalán llegó desde Marruecos, a los 6 años, junto a su madre y a sus ocho hermanos. Tortosa se convirtió en su hogar y se nacionalizó en 2019. Y aunque muchas veces somos dueños de nuestro destino, en el caso de Yassine la vida le fue imponiendo el camino. Sólo pudo estudiar hasta los 15 años porque tenía que ayudar en casa. Sus padres tienen una frutería.

Se topó con el atletismo en 2014 y lo que comenzó siendo un mero entretenimiento, después de probar con el fútbol, se terminó convirtiendo en el eje de su existencia, marcada por unas cataratas en ambos ojos. No ve nada por el ojo izquierdo, mientras que por el derecho apenas tiene un 20% de visión. Eso no le ha impedido ser un ejemplo, porque pasan los años. Pasan los ciclos, pero sigue siendo el rey.

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