PARÍS 2024 | WATERPOLO

“Van a pasar cosas grandes y muy bonitas: hay España para rato”

“Tenemos que seguir soñando, disfrutando de este deporte”, proclama Paula Leitón, quien define así a Terré: “Martina es luz”. Pese a haberlo ganado todo, la Selección femenina de waterpolo va a por más.

París
Lavandeira Jr.EFE

En La Défense Arena, pese a tratarse de un recinto cerrado, tocó el cielo la Selección española femenina de waterpolo. En sus cuartos Juegos. Tras perder dos finales, ambas ante los Estados Unidos. A la tercera fue la vencida. Frente a Australia. ¿Y ahora qué? “Ahora, a celebrar”, contestaba por ejemplo Pili Peña, la más veterana de la Selección, con 38 años y dos décadas al más alto nivel. Entre las más experimentadas y las más jóvenes, se sitúa la jugadora que abrió el marcador en la final, que destapó el tarro de las esencias. Paula Leitón. “Han sido mis terceros Juegos pero tengo 24 años, así que no sé si situarme entre las pequeñas o las mayores”, bromea.

Considerada la sucesora natural de Maica García, quien a su vez habla de ella como “una de mis niñas” (la otra es Paula Camus), Leitón tiene clarísimo que esto no se detiene aquí. A pesar de haber conquistado un sueño pendiente desde Londres 2012, de haber sido ya campeonas de Europa y del mundo, de todo, esta Selección conocida como las Guerreras del Agua y ahora Guerreras del Oro sigue teniendo muchísima hambre. “Tenemos España para rato, hay futuro. Van a pasar cosas grandes y muy bonitas”, sentencia, en declaraciones a AS.

Una de las muchas jugadoras que confirman esa teoría es Martina Terré. Capaz de hacer a España campeona olímpica con 15 paradas en 32 minutos. Una heredera suprema para Laura Ester, ‘Pajarito’, quien ha sido una de las mejores porteras del mundo. “Martina es luz. Lo demostró en la final. Es una portera increíble y se salió”, plasma Leitón sobre la guardameta del CN Sant Andreu.

Para las jugadoras dirigidas por Miki Oca, París 2024 ha sido redondo. Con un pleno de victorias. Ante 15.000 almas animando, en un escenario imponente. “Para que fuera perfecto, solo faltaría que se hubiera jugado en España”, matiza la boya. “Pero estamos al lado de casa, que es casi lo mismo, porque ha podido venir toda la familia. En mi vida había visto unas gradas tan enormes llenas, ni yo ni las más veteranas. El primer día que entramos parecía que se nos iba a caer a piscina encima. No hay palabras para describirlo”, se ruboriza.

Aunque siempre ha sido una generación netamente ganadora, el salto en la mentalidad de la Selección se plasma ante la pregunta de si generaba presión jugar en La Défense Arena, o el hecho de ser las favoritísimas de la final: “Presión ninguna, es algo que estimula, porque había muchísima gente española. Escuchas al público cantar ‘¡España, España!’, ves las banderas, el color rojo, a miles de personas empujando y eso hace que tires más. Cuando das el primer paso te quedas sin aliento”.

Así que no hay duda, no al menos para Leitón: “Tenemos que seguir soñando, disfrutando de este deporte, que es lo que nos gusta hacer”, culmina la jugadora de un equipo que este lunes a primera hora de la tarde desembarcará en Barcelona.

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