BREAKING | RED BULL BC ONE

Dos dinastías: Hong 10 y Ami ponen Roland Garros patas arriba

El b-boy coreano y la b-girl japonesa se proclaman campeones de la final mundial de Red Bull BC One 2023, celebrada este sábado en el estadio parisino.

París
Dean Treml

En vez de un juez de línea, hay cinco. Giran el cuello, pero no sólo a izquierda y derecha, también hacia arriba y hacia abajo. En todas las direcciones. El suelo es rojizo y tiene sus líneas blancas pintadas, pero no hay arcilla. Encima, se eleva una plataforma redonda de color negro. La Philipe-Chatrier, acostumbrada al silencio, aplaude al ritmo de la música. Y grita. Pero mucho. No hay raquetas. No hay pelotas. No hay golpes imposibles, pero sí contorsiones, cuerpos volantes y posiciones inimaginables. Este sábado, Red Bull BC One celebró su final mundial en Roland Garros. Y b-boy Hong 10 y b-girl Ami, ganadores, elevaron el breaking a otra dimensión. Del Bronx neoyorquino de los años 60 a uno de los mayores recintos deportivos del mundo. C’est la revolution.

El público, unas 10.000 personas, tiene claros sus favoritos. Con el techo cerrado, el bombo retumba cuando los representantes franceses empiezan a deslizarse por el suelo. Y por el aire. Todo a la vez en todas partes. París fue una de las primeras ciudades europeas en acoger la cultura estadounidense del breaking y, ahora, se ha convertido en su capital. De una edición de Red Bull BC One que todos definen como “un antes y un después” para la escena por la magnitud del escenario, al debut olímpico de la disciplina. No estará en Los Ángeles 2028, como anunció el COI hace escasos días, pero la Ciudad de la Luz abrirá sus puertas al breaking el año que viene. Una oportunidad para demostrar que quieren volver.

Con esa misión, allí estará Dany Dann, uno de los cuatro b-boys que ya tienen asegurada su plaza olímpica (en total, se clasificarán 16). Nacido en Guayana hace 34 años y en Francia desde los 19, en Roland Garros, pone en pie a su público. Una y otra vez. Hasta semifinales, en las que se encuentra con Hong 10. El coreano, que se inició en el mundo del breaking en 1998, para el tiempo. No va con él. Ni en su trayectoria, sempiterna, ni cuando baila. Tiene un freeze (detener el movimiento para congelarse ante la cámara, como su traducción indica) a su nombre. Tiene más trayectoria que nadie. Ganó la BC One en 2006. Repitió en 2013. Tras superar al canadiense Phil Wizard en la final, actual número uno del mundo, alarga su dinastía 10 años después. Hat-trick. París lo celebra como si fuera uno de los suyos.

B-girl Ami levanta su cinturón de campeona. Little Shao

Dos leyendas, misma historia

Antes, el público también ovaciona a Ami. En 2018, se convirtió en la primera ganadora femenina de una Red Bull BC One. Otro reinado que se alarga. Su apuesta, más tranquila, sobre una base muy melódica, puede con el estilo explosivo de b-girl 671, china con billete para París 2024. Tras la victoria, la japonesa se acuerda de inmediato de su familia. Y de la estación de Mizonokuchi, donde entrenaba cuando era una adolescente. Lo hacía pasada la medianoche, cuando ya no había trenes disponibles. Su madre, que sacrificó horas de sueño por ella, se encargaba de llevarla e ir a buscarla. Su madre, de alguna manera, también es la que, en uno de los recintos más emblemáticos del deporte, le lleva a poner Roland Garros patas arriba, literal y metafóricamente hablando. Como Hong 10. Dos leyendas. Una nueva era para el breaking.

"Ha sido muy especial"

En una sala de prensa abarrotada por los periodistas asiáticos, Hong 10 y Ami recibieron su enésimo aplauso de la noche. "Después de la final, no sabía si había ganado o perdido, pero estaba contenta por haber dado mi mejor versión. Antes de salir, estaba muy nerviosa, porque ganar la Red Bull BC One siempre es un sueño, pero he estado con mi hermana (Ayu, también b-girl) y me ha relajado mucho. Roland Garros ha sido muy especial, no sólo para mí, todos lo hemos disfrutado mucho", dijo la japonesa. "Es un día mágico. Mi objetivo era llegar a la final. Una vez allí, he bailado muy relajado. Todo mi entorno me empujó a volver y estoy feliz de estar aquí. El inicio de este año fue un poco traumático, porque me tuve que recuperar muchas veces de muchas lesiones, pero ellos me dieron la energía para levantarme", añadió el b-boy coreano.

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