Una década con Adrian Lock

Llegó a Barcelona a primeros de siglo, procedente de esa Inglaterra en la que se apasionó por el hockey. Primero colaboró con el Real Club de Polo, luego con el Júnior de Sant Cugat y dio el salto a las categorías inferiores de la Selección femenina hasta que en 2013, tras el fiasco de Londres 2012 (España no se clasificó), cogió la absoluta. Y diez años después, Adrian Lock llega a este Europeo de Mönchengladbach muy cerca de culminar su obra. “Hemos cogido experiencia. Estamos mucho mejor, evolucionamos. Tuvimos tiempo de descanso y luego de preparación. No jugamos la Pro League, no tuvimos tantos partidos, pero sí muchos entrenamientos. La preparación adecuada. Estoy expectante”, dijo el técnico inglés.

Lock clasificó a España para Río 2016, donde llegó a semifinales; también para Tokio 2020, cuando los ‘shoot outs’ impidieron el pase a semifinales. La Selección ha sido bronce mundialista y europea entre 2018 y 2019 y ahora persigue otro podio tras su relevo generacional. “Buscábamos jóvenes que nos dieran más físico y estoy contento, creo que acertamos. Somos muy verticales y veloces en los ataques. Las que llevan más tiempo notan la diferencia de despliegue”.

Esas jugadoras como Bea Pérez o María López llevan con Lock desde el comienzo. “Tienen el juego muy interiorizado y saben en todo momento interpretar las situaciones que queremos”, explica un científico del hockey, que durante este tiempo ha añadido innovaciones como el control del sueño o el entrenamiento específico de los porteros, algo que se ha ido añadiendo en los últimos meses y donde ya se ven “resultados a corto plazo”.

A la España de Lock le queda dar un paso más, y eso es lo que pretende en París 2024. Una buena piedra de toque será el estreno de este Europeo ante Países Bajos, la actual campeona mundial y olímpica. Un estreno a lo grande.