Tapia y Coello sólo sufrieron un set ante Chingotto y Galán

Cuarta final de la temporada para Coello y Tapia, y tercer título consecutivo, el P2 de Puerto Cabello con lo que la pareja número uno del ranking tiene ya las tres categorías de Premier Padel, porque antes ya había logrado un Major (Doha) y un P1 (Acapulco). Para Bea González y Delfina Brea es el primero del año, la tercera pareja femenina que levanta un torneo en esta temporada.

El interés que despertaba el choque entre Tapia y Coello frente a Chingotto y Galán tuvo de todo, con lluvia incluida en el inicio del encuentro, lo que retrasó el partido de esta madrugada, planteó dudas de si se jugaría o se retrasaría al lunes (era en domingo en Venezuela), con los jugadores en la pista esperando una solución. Eso ocurrió con el 1-1 en el marcador, cuando las dos parejas se habían roto el servicio inicial, como toque de atención para lo que vendría después. Cuando volvieron a la pista eran Chingotto y Galán los menos distraídos, y más concentrados e intensos parecían una máquina de jugar al pádel maltratando a los números uno: 2-6.

Un set así era una sorpresa porque no se había visto este año que una pareja maltratase de tal manera a Tapia y Coello, despistados, sin encontrar su sitio en la cancha y en un encuentro de puntos eléctricos. La realidad es que el parón les había enfriado, y sólo quedaba saber si entrarían en juego antes de que se dejasen la victoria ante un Chingotto y Galán que han debutado juntos en Venezuela, y llegaban con una inercia positiva tal que no habían perdido hasta ahora ningún juego con su saque. Y sí, reaccionaron de una manera brutal para ganar las dos mangas siguientes por 6-3 y 6-3 en casi dos horas de juego real, ya con su modo habitual de dominio de todos los registros.

Es decir, la final masculina (descontando el parón por la lluvia) duró menos que la femenina, que sin embargo se decidió en dos mangas. Pero es que el juego no fue tan directo, de velocidad en las jugadas, porque si bien Bea González es letal con la pegada, ellas buscaron más volumen, esperar para decidir el punto, de amasarlo para aprovechar la situación más favorable.

De entrada, con una ruptura, parecía que aquello iba a ser coser y cantar, pero Tamara Icardo y Alejandra Salazar, en su primera final, remontaron para colocar el encuentro en tablas (4-4) para exigir más, con Delfina Brea mostrando ahora una gran solidez para sumar la manga (6-4). En la segunda, un inicio espectacular de las vencedoras (4-0) dejó el set en sus manos, y pese a la reacción de las rivales acabó con un 6-3 para la pareja que en Puerto Cabello era la primera cabeza de serie.

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