Tapia-Coello: venganza de Galán-Chingotto con un rosco inicial

Santiago de Chile decidió varias cuestiones en las finales del P-1 de este lunes allí (madrugada del martes en España): que Tapia y Coello son la mejor pareja de esta gira americana, y que Gemma Triay y Claudia Fernández (18), en su cuarta final como pareja, al fin conquistan un título, el primero en la carrera profesional de la madrileña, en un gran partido más allá del complemento que supone para una exnúmero.

Entre Tapia y Coello y Galán y Chingotto hay una incipiente rivalidad explosiva, porque ambas parejas se han repartido los últimos seis títulos y están en un tres a tres en sus enfrentamientos directos (en Sevilla, en las semifinales). En esta final estaba sobre la mesa el segundo puesto del ranking individual, que comparten en plan tobogán Tapia y Galán. Estos partidos, más allá de que sean finales, tienen una impronta especial, y para Tapia y Coello era una ocasión especial de venganza del choque de Argentina. Lo cumplieron con un 6-0 en el primer set, siempre muy doloroso por lo llamativo para cualquier pareja encajar un rosco de sus rivales.

Luego, 4-6 y 6-4 más acorde a las calidad de las dos parejas, pero para llegar a ese nivel siempre se necesita que Galán esté activado desde el primer juego. En esta ocasión entró en juego con retraso, y si en Argentina tuvo una reacción intensa y ganadora, en Chile no la pudo completar con un Coello y Tapia crecidos, con Chingotto siempre regular.

En la final femenina los números ya mostraban que Gemma Triay y Claudia Fernández eran netamente favoritas ante Lucía Sáinz y Paty Llaguno, porque este choque se ha repetido con frecuencia y siempre habían ganado Gemma y Claudia, que estaban en su cuarta final en ocho torneos, y que hasta ahora no conocían la victoria. Llegó al fin, la primera para la pareja, y también para Claudia en su carrera profesional: 6-1 y luego 6-4 ante Paty y Lucía, siempre luchadoras.