JUEGOS PARALÍMPICOS PARÍS 2024

Susana Rodríguez, un oro superlativo

La reina del triatlón español revalida su oro de Tokio 2020. Deja atrás así un ciclo repleto de reveses, con un burnout y un accidente. Marta Francés, plata en PTS4.

París
Christian HartmannREUTERS

Su nombre no dejaba de sonar en la megafonía. Susana Rodríguez (Vigo, 1988) era la gran favorita. La gran protagonista. Esa deportista superlativa, que ratificó su corona. La gallega y su nueva guía Sara Pérez —con la que lleva apenas un año— consiguieron un oro, gracias a una marca de 1:04:19, sacando dos minutos y medio a la segunda, la italiana Francesca Tarantello. Este es su segundo oro consecutivo, tras ser quinta en Río 2016. Este metal ha sido la guinda de un ciclo cargado de reveses. “Ganar unos Juegos es muy difícil y repetirlo mucho más. Fue bastante difícil volver a encontrar el camino, hubo momentos incluso en los que no tenía claro si iba a volver a una línea de salida. Pude regresar y disfrutar de esto. El objetivo era llegar a París siendo mejor que en Tokio. El nivel ha subido muchísimo también, de hecho sólo repetimos cuatro de los Juegos anteriores”, explicó en zona mixta.

Su éxito de Tokio 2020 fue una explosión tal, que se quemó. Lo que se denomina un burnout. Perdió la motivación, las ganas e incluso dudó si seguiría haciendo triatlón, pero la tormenta pasó y siguió adelante. Se avecinaba otra más. Mucho más reciente, su caída en la Copa del Mundo de Vigo a principios de junio, que se tradujo en quemaduras que aún se perciben en su piel. Además de un susto tremendo, que este lunes ha quedado definitivamente atrás. “Estos días han resultado muy complicados. Tengo mucho trabajo por hacer conmigo misma, porque he sentido mucha responsabilidad. Hay que acordarse también de disfrutar. La semana ha sido durísima a nivel mental y había que saberlo gestionar. Estábamos preparadas para cualquier escenario. Llegó un momento en el que ya dices, no le puedo dar más vueltas a lo que no puedo manejar”, admitió.

Susana continúa con su dominio en el triatlón —se ha coronado campeona del mundo en 2012, 2018, 2019, 2021 y 2022 y subcampeona en 2013, 2017 y 2023— e inspirando. Su proyección es global, gracias a su portada de la revista Time y puede presumir de tener su propia Barbie. Las niñas poseen en ella ese espejo donde mirarse, porque ha roto barreras. Fue la primera mujer ciega en estudiar Medicina y trabaja en eso que soñaba desde niña. Es doctora en el hospital de Santiago, donde sacó plaza. No hay nada que se la resista.

Marta Francés, plata tras superar a Moore

Minutos después del éxito de Susana Rodríguez llegaba la cuarta alegría de la jornada. La plata de Marta Francés, que fue de menos a más. Tras pasar quinta en el tramo a nado, logró ponerse cuarta en la transición a la bici y subir a la tercera posición antes del tramo a pie, donde superó a la británica Hannah Moore, líder durante toda la prueba para conseguir la ansiada medalla de plata con un registro de 1:15:10 que suma a sus dos títulos europeos y a sus dos subcampeonatos del mundo. El oro fue para la británica Megan Richter con un tiempo de 1:14:30, mientras que la mencionada Hannah Moore se hizo con el bronce con un tiempo de 1:16:01.

Es el premio a una vida que no ha sido nada fácil. De pequeña, tras mudarse a Cartagena, comenzó a sufrir bullying en el colegio. Amenazas, insultos, golpes... Se cambió de centro, pero no terminaba de despertar de la pesadilla. Hasta el punto que sintió un respiro cuando dejó de ir porque le detectaron un cáncer en el cerebelo. Fue en una de esas operaciones donde le sobrevino una discapacidad que la obligó a empezar de cero. Su recuperación asombró a los propios médicos, que la tildaron de milagrosa. Cuando parecía que las aguas volvían a su cauce, Marta sufrió una agresión machista. Esa violación la sumió en una depresión. La dejaron sin ficha para la natación y en el triatlón encontró su sitio. Esta medalla va para sus padres Fernando y Marta y Martita, como la llaman, se tatuará el título de una canción en la que se reconoce. La de Omar Montes y Saiko, Yo lo soñé. La banda sonora de su vida.

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