Revancha de oro

Es una de las revanchas más esperadas de los últimos años. A Oleksandr Usyk (22-0-0, 14 KO) y Tyson Fury (34-1-1, 24 KO) les toca volver a verse las caras. Hoy (18:00, DAZN), se enfrentarán por segunda vez en el Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudí. El ucraniano y el británico unificaron por primera vez en la historia, desde que gobiernan los cuatro organismos actuales (CMB, AMB, OMB y FIB) en el boxeo, la división de los pesos pesados. Esta vez, el cinturón de la FIB no estará en juego.

Lennox Lewis fue el último campeón indiscutido de los pesos pesados en 1999, antes de la era de los cuatro cinturones. Tuvo en su poder las coronas CMB, AMB y FIB, cuando el Organismo todavía no tenía tanto peso. Desde entonces, ningún monarca había tenido todos los títulos. Hasta que llegó Oleksandr Usyk. O más bien, hasta que llegó Turki Al-Sheikh. El ucraniano y Fury empezaron a negociar para unificar los cinturones, pero no llegaban a un acuerdo. El principal problema: el dinero. El Gypsy King anunció su retirada unos meses atrás, aunque realizó un par de combates más, pero no quería nada que le supusiese un problema grande y que arriesgase su récord y su legado. En sus manos, tenía el CMB.

Usyk le arrebató a Anthony Joshua (28-4-0, 25 KO) sus coronas AMB, OMB y FIB cuando el británico era la mayor estrella de la división. Venía de reinar en el peso crucero y quería hacerlo también en la categoría superior. Obviamente, era un peligro. Y así lo vio Fury. Hasta que el jeque árabe no le ofreció al británico una bolsa de unos 100 millones de dólares (96.169.331 euros), una bolsa que ha subido hasta los 191 (181.697.591 euros) en esta revancha. En la Riyadh Season, una serie de eventos deportivos y de entretenimiento que se celebra en la capital saudí, los pesos pesados son los protagonistas. Grandes deportistas como Neymar y Cristiano Ronaldo, o superestrellas del boxeo como Dmitry Bivol y Wladimir Klitschko, no han querido perdérselo.

Las apuestas estaban parejas antes dek primer enfrentamiento. Usyk venía pisando fuerte, pero Fury era Fury. El ucraniano dio un golpe sobre la mesa y venció por una controvertida decisión dividida. Dominó gran parte del encuentro, llegando a hacer que el árbitro le tuviese que contar en el décimo asalto, ya que, de no ser porque las cuerdas le frenaron, el Gypsy King hubiese caído al suelo. Ese combate necesitaba una revancha, y así lo marcaba el contrato que ambos firmaron. Pusieron la fecha rápido, durante el mismo año, y será el último gran choque de 2024.

El cinturón FIB, fuera

En este segundo encuentro, no estará en juego el título indiscutido de los pesos pesados, ya que falta un cinturón. Usyk fue despojado de la corona FIB poco después del choque. El organismo le obligaba a defenderlo con su aspirante oficial, Daniel Dubois (22-2-0, 21 KO), pero el ucraniano tenía la revancha por contrato con Fury, por lo que tuvo que dejarlo vacante. La idea es que el vencedor de este choque, se mida con el británico para volver a unificar la categoría.

Aunque no se disputen las cuatro coronas, la revancha sigue oliendo a campeón indiscutido. Usyk no ha perdido ningún título sobre el ring, por lo que, moralmente (para muchos), sigue siéndolo. Los pesos pesados siempre han sido una de las divisiones más atractivas para el público, y un supercombate de este calibre ha vuelto a paralizar el mundo del boxeo, como ya lo hizo el primero en su día.

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