NATACIÓN | EUROPEO DE PISCINA CORTA

Popovici vuelve a quedarse con la miel en los labios, esta vez en casa

El rumano, aupado con locura en Otopeni, comenzó líder la final de los 200 libre, pero se desfondó y quedó cuarto, igual que en Fukuoka y Tokio. Le queda la bala de los 100 metros.

DANIEL MIHAILESCUAFP

Enloquecía el complejo acuático de Otopeni con la aparición, bajo los acordes de una música a lo Rocky Balboa, de su estrella local. De un David Popovici que defendía el título de los 200 metros libre alcanzado en Kazán-21, cuando tan sólo tenía 16 años. Y parecía no defraudar el velocista de Bucarest, la capital rumana situada a apenas diez kilómetros de ese centro geográfico estos días de la natación, con la disputa del Europeo de piscina corta. Pero fue de más a menos y acabó por protagonizar un pinchazo muy similar al del Mundial de piscina larga del pasado verano, en Fukuoka.

En unos estratosféricos 10.96 segundos viró por primera vez Popovici, primero, lo que hacía presagiar un carrerón del ídolo rumano. Pero nada más lejos de la realidad. Enseguida le tomó la alternativa Mathew Richards, con 23.35 a los 50 metros y 36.26 en unos 75 donde marchaba el británico por debajo del récord mundial. Pero a los 100 quien mandaba era su compatriota James Guy (49.17), mientras que Popovici bajaba a una cuarta posición de la que ya no sería capaz de reponerse. Desde el octavo carril, por fuera, sorprendía el lituano Danas Rapsys situándose por delante en los 150 metros (1:15.32) y manteniéndose ahí a 25 metros del final (1:28.19). Pero Richards no había dicho su última palabra, y se llevaba el oro en un tiempazo de 1:41.01, finalmente con Guy a 11 centésimas y Rapsys, bronce, a 14.

El desfondado Popovici, que aun así se quedó en una marca aceptable de 1:41.52, recordó lo sucedido en esa misma prueba en julio, cuando igualmente acabó cuarto, a un paso del podio en el Mundial disputado en Japón. E incluso a los Juegos Olímpicos de Tokio-20, aunque en aquella ocasión no supo a derrota por contar con una edad prácticamente cadete. Algo le falta al rumano, que el año pasado volaba en piscina corta y larga.

Se mete sexto en la final de 100 libre

Sin tiempo para darle demasiadas vueltas, abordó un rato después Popovici la primera de las semifinales del 100 libre, en la que volvió a imponerse Richards (46.23) pero esta vez con el ídolo local (46.48) justo por detrás suyo, sexto en el cómputo global de los clasificados para la final de este domingo a las 18:08, el mejor Maxime Grousset (45.63), en lo que supondrá un esperado colofón al Europeo.

Se queda por ahora Rumanía sin su ansiado segundo metal, después de que Andrei Ungur abriera el viernes por la tarde el medallero, al colgarse el bronce en los 100 metros espalda, dominados por el francés Mewen Tomac, y que compartió curiosamente con el italiano Lorenzo Mora, quien calcó el tiempo del nadador local.

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