Barceloneta
82
Novi Beograd
84
Finalizado

WATERPOLO

Pena máxima para un Barceloneta sin final de Champions

Los marineros, que llegaron a ir por delante 4-1 en el segundo parcial, perdieron en los penaltis (8-8) después de un partido ante el Novi Beograd en el que no marcaron ninguna de sus ocho superioridades.

Felipe Perrone, el capitán del Atlètic-Barceloneta.ANDREJ CUKICEFE

Los penaltis apearon al Atlètic-Barceloneta de la final de la Champions. Desde su título logrado en 2014, los marineros se han estrellado año tras año contra el muro de las semifinales, en esta ocasión ante el Novi Beograd serbio, el anfitrión, que tuvo la victoria en su mano en la última posesión del partido (8-8) y que finalmente remachó en los penaltis (10-12). El conjunto de Elvis Fatovic hizo un gran encuentro en defensa (hasta diez bloqueos) pero la losa de las superioridades en ataque (0/8) impidió que alcanzara una final que tocaba después de su gran fase de grupos y su gran puesta en escena en Belgrado.

El partido debía masticarse con lentitud, igualados ambos conjuntos, como se vio desde el primer parcial. El Novi se adelantó en superioridad por medio de Jaksic, al recibir un pase en la zona de boya y remachar a un Unai Aguirre que empezó a agigantarse (0-1). Fue el único tanto que recibieron los de Fatovic, sujetos en su defensa en M que bloqueó a los serbios. Larumbe, en una transición, fue pillo al nadar hacia la portería y anotarle a Coimbra por el palo corto (1-1). Dos palos, de Tahull y Perrone, y cero de dos en superioridades eran señales de un Barceloneta más entonado.

A lomos de un inteligente Perrone, autor del 2-1 de penalti después de sufrir una falta Tahull, los marineros se distanciaron en el segundo cuarto. Seguros en defensa, con una gran cantidad de bloqueos ante un espeso Novi, que no escogía las mejores opciones de tiro. Sin puntería en las superioridades, Munarriz salió al rescate con un 3-1 espectacular mientras que cuando expiraba la posesión llegó el 4-1 de Dusan Matkovic. El nivel defensivo del Barceloneta era supremo, pero había un dato que llamaba la atención: los de Fatovic no fueron capaces de anotar una superioridad.

Si el segundo parcial fue del cuadro catalán, el tercer cayó del lado serbio. Los anfitriones, bajo un cielo amenazante de lluvia, empezaron a acercarse en el marcador reventando la defensa de M de los marineros. Encontró a sus lanzadores y sacó jugó de las superioridades. S. Rasovic hizo el 4-2 a lo que respondió Munarriz de penalti para mantenerse ventaja de tres tantos (5-2), pero justo en ese momento, cuando más cerca parecía el triunfo del equipo español, un parcial de 0-4 le dio a las a los anfitriones. Skoumpakis, Drasovic, Pijetlovic y, para colmo, el ex marinero Granados, le dieron la vuelta al partido (5-6).

El guion del partido estaba marcado. Si el Barceloneta no mejoraba en las superioridades, tendría muy difícil ganar el partido. Pero a los marineros se les caen los goles, no necesitó el hombre de más. Larumbe anotó el 6-6 de penalti y Munarriz, en otro proyectil, igualó de nuevo el tanto Pijetlovic (7-7). Perrone, al contraataque, recibió un pase de Famera para poner por delante al Barceloneta (8-7), pero la alegría duró poco. En el siguiente ataque el griego y cerebral Vlachopoulos volvió a poner el 8-8. Quedaban solamente tres minutos.

Los marineros no regularon sus ataques, estrellados ante los palos y sin fluidez y buena selección de tiros en las superioridades. El Novi era todo lo contrario. Tiros francos que no entraron por los bloqueos del Barceloneta, por las manos salvadoras de Aguirre (paradón antológico a Granados) y por el larguero, que salvó del 8-9 definitivo. El partido llegó a los penaltis, donde el Novi mostró más seguridad. Marcaron Perrone y Larumbe, fallaron Munarriz y Pavillard. Del lado serbio no falló nadie. Vuelven a estar en una final y al Barceloneta, un año más, se le cierran las puertas de la final de manera brusca. Lo ha tenido cerca, muy cerca.

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