Paschke le amarga la fiesta a Austria

Hay cosas que no cambian en la Copa del Mundo de saltos de esquí. Para desgracia de hombres como Kobayashi, Lanisek o Granerud, su pobre rendimiento ha dejado de ser una sorpresa. El extraordinario de Pius Paschke, también. El alemán, inmerso en una segunda juventud a sus 34 años, volvió a dominar con absoluta autoridad en Wisla (Polonia) para hacerse con su tercer triunfo parcial de la temporada, reforzando su sólido liderato en la general de Copa del Mundo. Hasta el momento, Paschke es la kryptonita de los saltadores austriacos, quienes más presencia tienen en la zona noble sin llegar a rematar. De hecho, el de Múnich evitó lo que hoy habría sido un triplete de Austria con Jan Hoerl (2º), Stefan Kraft (3º) y Daniel Tschofenig (4º).

Tarde despejada en Wisla, puerta 16 para la salida... Excelentes condiciones para ver una sesión de saltos largos. Los primeros saltos, correspondientes a los registros más discretos que lograron la clasificación, ya estuvieron en el punto de cálculo (120 metros), lo que dejó una clara lectura: la lucha por el podio estaría carísima. Tras comprobar un fin de semana más que estrellas como Kobayashi y Lanisek continúan perdidos en tierra de nadie, la zona noble quedó nuevamente en manos de austriacos y alemanes.

La primera referencia significativa la tuvieron en el salto de Timi Zajc, inspiradísimo como en sus mejores días, que voló hasta los 132 metros. El listón quedó altísimo, pero Hoerl (135 m) y Kraft (134 m) dieron una vuelta de tuerca. Para superar sus puntuaciones, Paschke se vio obligado a aterrizar en 136 metros. Aunque todavía no se sabía, esa distancia fue la más larga de la jornada.

La segunda manga comenzó, y lo hizo con la ausencia de otro que ha tomado el camino de estrella a ‘estrellado’. Con un primer salto terrible, Granerud no lograba entrar entre los 30 primeros que se juegan los puntos en esa última ronda del día. El noruego, una sombra de lo que fue en el curso 2022/23, cuando se hizo con el Águila Dorada y el Globo de Cristal. De cara a los diez últimos saltadores, los jueces decidían bajar un peldaño la puerta de salida para tratar de compensar unas condiciones de vuelo que no hacían más que mejorar.

El honor japonés lo salvó nuevamente un Ren Nikaido inspiradísimo que quizás se encuentre en el mejor momento de su carrera. Se puso líder con una segunda tentativa de 131,5 metros, que en puntuación no pudieron superar hombres como Wellinger y Deschwanden. Sí lo consiguió Zajc, que aseguró un buen segundo salto para alcanzar un total de 277,4 puntos. Tschofenig se arriesgó al bajar voluntariamente su salida un peldaño en busca de unos puntos de compensación que fueron insuficientes, Hoerl se salió (134 m para 290,1 puntos) y Kraft erró a la hora de la verdad con un salto (129 m) que no estuvo a la altura del primero. Quien sí lo logró fue Paschke, imperturbable, con un vuelo estable y sin fisuras con el que llegó a los 133,5 metros y los 298,6 puntos. El panzer alemán vuela firme.

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