Pablo Cazalis: “Me gustaría dejar el CrossFit habiendo ido otra vez a los Games”

Pablo Cazalis (1992, Zarautz, País Vasco) es uno de los nombres propios del CrossFit en España. Participó en los CrossFit Games 2022, donde brilló y se ganó el apodo de ‘El Tiburón de Zarautz’ por su destreza en la natación, el deporte que practicó antes del CrossFit. Tras volver a intentar conseguir su billete a los Games de 2024, vuelve a competir en el Down Under Championship en la categoría por parejas junto a Calum Clements. Antes de ello, atiende a AS.

- ¿Cómo llegó el CrossFit a su vida?

Pues es sencillo, yo he nadado durante 14 años. Es lo único que he hecho hasta que lo dejé. Se acabó un periodo. Me aburrí, entre comillas, de la natación. Una pequeña y bonita historia de 14 años de natación, y pues no sabía qué hacer. Pegué un par de pinitos al triatlón. Luego me gustó mucho el gimnasio y di alguna que otra sesión de músculos. Y con el CrossFit, pues fueron un par de colegas que me dijeron: ‘Oye, han abierto un box de CrossFit en San Sebastián y yo creo que das todo el perfil. O sea, te va a gustar mucho. Es un deporte de mucha exigencia, te cansas un montón’. El método de trabajo es muy bueno, es una horita, se hace corto..., y me convencieron. Y ahí fui con cinco colegas que a día de hoy seguimos haciendo CrossFit todos. Y nada. Pues así empecé hace nueve años, justo en septiembre.

- Hablaba de la natación, ¿cómo fue ese paso por este deporte?

Lo describiría con que, posiblemente ahora, con la perspectiva que con los años me ha dado el CrossFit, nunca fui todo trabajador que tuve que ser. Nunca tuve toda la cabeza centrada en el entreno y en las ganas de crecer que sí que tengo en el CrossFit. Para hacerte una idea, para mí en la piscina no ir a entrenar era una ventaja y aquí no ir a entrenar es un enfado. O sea, porque necesito hacer CrossFit.

La natación pues no sé, empezó como imposición de mis padres, resultando que se me daba bastante mejor de lo que me gustaba y eso al final pues hizo que tuviera una fecha de caducidad, porque la verdad es que la sensación que tengo es que me ha dado una disciplina ejemplar, porque la natación te hace muy autónomo. Estás solo todo el rato. No compartes nada con nadie. Hasta en el entreno ni siquiera hablas con nadie. Todo eso te hace un poquito especial, te hace reflexionar muchísimo las cosas y verte tú solo. Una introspectiva muy grande.

Y luego también te da muchas ventajas porque es un deporte que no te deja ningún tipo de residuos. No te lesionas. Es casi imposible lesionarse en la natación. Las lesiones sí que existen, evidentemente, pero son menores y no son graves. Y eso te da una ventaja para empezar en el CrossFit, como es mi caso, que empecé muy sano en cuanto a articulaciones y ligamentos, y la movilidad no se puede comparar a otro deporte que es mucho más agresivo. Es un deporte que me dio mucho pero que que no me gustaba tanto como lo hace el CrossFit, y no me tenía tan enganchado. Así que a pesar de dárseme muy bien, pues no había esas ganas de ir allí todos los días.

- Y gracias a la natación, dejó sin palabras en el evento de la piscina en los CrossFit Games 2022, siendo apodado como ‘El tiburón de Zarautz’...

Yo creo que es el momento más bonito que me ha dejado el CrossFit. El momento más bonito que me ha dado nunca. Tengo otros tres que equipararía un poquito, pero ese es el mejor. Y tengo que decir que en CrossFit nadie sabe nadar o muy pocos, entonces como alguien que nada un poco ya destaca mucho. Para mí fue una locura, un regalo. Además, ni siquiera en aguas abiertas, en piscina, que tenía más ventaja. Fue una gozada y no se me olvidará en la vida.

- ¿Cuáles son los otros momentos que destaca del CrossFit?

Pues destaco una competición con mi compañero Alex [Anasagasti] y Aniol [Ekai], que fuimos a Wodapalooza. Ha sido la mejor experiencia deportiva que he tenido en mi vida. Nunca he tenido esa sensación. A lo largo de todo el fin de semana, es la mejor competición que he vivido y me dio el mismo momento, que el equipo entró a nadar como penúltimo y remonté y salí segundo de todos los nadadores que había en esa competición.

Otra experiencia fue en Madrid con Fabi [Beneito], con mucho sentimiento, y que competí mucho. Y, luego, la que nunca olvido es la primera competición, también en Madrid, en el Regionals de 2018, que fue la primera vez que competí a nivel internacional. Fue en 2018 y mira que han pasado años desde entonces...

- ¿Cree que la natación le ha ayudado en el proceso para ser atleta de CrossFit?

Sí, en el CrossFit y como persona. Le debo muchísimo al deporte, no solo a la natación, que es el deporte que he hecho durante un montón de años. Pero el CrossFit creo que es el reflejo de lo que eres, los fallos que haces, las ventajas y las defensas. Creo que es un reflejo claro de lo que eres a día de hoy.

- Y hablando de nuevo de su paso por los Games de 2022, ¿cómo fue aquella experiencia?

La experiencia como tal es una burrada. Lo de los Games es una competición hecha para el show. Para los americanos, esa vertiente del entrenimiento se les da muy bien y es una locura cómo montan todo, todo el chiringuito te hace sentir un atleta diferente, como si fueras lo mejorcito de esa disciplina.

Luego tuvimos muchos problemas. Ione Tainta dejó el CrossFit justo cuando acabó la competición porque tenía una hernia fatídica que le impedía mucho disfrutar, y eso nos mermó un poquito a todos. Yo creo que el ánimo estaba un poco bajo, pero vamos, recuerdo a Alex, que también era mi compañero de equipo, decirnos: ‘Recordad que igual no venimos más’. Así que intentabamos exprimir todo, y la verdad que tengo muchísimos buenos recuerdos de esos momentos vividos con Mike [su entrenador], los colegas que vinieron a verme.... No me olvidaré nunca de haber ido.

- ¿Qué significa para usted Training Culture?

Es mi planificación. Es quien me lo ha dado todo. He tenido dos entrenadores en el CrossFit, y el primero de ellos es con el que me inicié, y con él empecé a darlo todo. Después, tuvimos la oportunidad de pasarnos a Training Culture y pues a día de hoy me han dado todo, me han dado mis mejores resultados, me han llevado a mi cima como atleta, han explotado todas mis virtudes. Tienen un grupo de trabajo perfecto y lo compartimos en casa, en Zarautz. Son quienes me han hecho explotar y quienes me mantienen compitiendo, porque si no fuera por ellos, lo habría dejado.

- A la hora de competir, ¿siente mucha presión?

Yo igual creo que soy un afortunado porque yo he estado muy bien arropado. A mí me han cuidado muy bien. Tengo muy buenos recuerdos, y Mike me hace no pensar en la presión ni en nada. A lo mejor sí que ha presión, pero yo no la siento normalmente. La única presión que noto es que siempre me digo: ‘Pablo, hazlo bien’. No suelo pensar en nada más. Me acuerdo de mi gente cercana, porque estarán contentos, pero poco más. Si mi coach está contento, pues yo también. No le doy más vueltas.

- Ahora llega Australia, donde compite con Calum Clements, ¿qué tal llegan a esta competición?

Pues Calum ahora mismo está entre lo mejor del mundo. Es un privilegio poder competir con él. Le he admirado siempre mucho como persona y como atleta. Y ahora mismo está en su ‘prime’. A su edad está de dulce, y estamos los dos con muchas ganas de empezar. En nada empezamos el primer WOD y tengo muchas ganas de competir.

Aora parece que estoy cansado, pero tengo muchísimas ganas de competir. Es chulo venir a otro continente que no controlas, porque por ejemplo en semifinales fuimos a Lyon y tal, pero no deja de ser Europa. Al final también echas un vistazo a la gente y la conoces, pero aquí no conozco a nadie. Conozco a las cuatro o cinco parejas más conocidas, pero nada más y quiero saber el nivel que hay, dónde estamos, en qué flaqueo, en qué no, y es que cada región tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles.

Aquí hay gente muy fuerte de normal, e igual pienso que voy a hacer un WOD en Europa mal y aquí estoy bien, o al revés. Quiero saber un poco más para medirme con gente que no conozco y sacar algo positivo. Quiero probar con gente nueva y disfrutar. Eso es a lo que hemos venido.

- Es una competición diferente, y les habrá costado también acostumbrarse a este horario...

Todo es diferente. Desde la paliza de viaje que nos hemos dado hasta el comer. Aquí a las 05:00 la gente ya está trabajando, y yo a esa hora en España no estoy despierto ni loco. Aquí a las 21 horas tengo un sueño que me muero. En España a la medianoche todavía estoy viendo ‘El Chiringuito’. Es diferente.

A Calum creo que le ha costado un poco más. Le tengo dando vueltas, me dice que no duerme del todo. Nos está costando porque es muy duro y diferente. El viaje en sí te deja una paliza seria.

- ¿Cuál es su objetivo en este Down Under Championship?

Vamos a por todas. No sé ni mucho menos lo que nos va a deparar la competición. Yo quiero darlo todo y no tengo expectativas, pero si veo que podemos meterle el colmillo, lo vamos a meter como sea al 100%, ya te lo digo yo.

- Además, compite con las nuevas zapatillas que lanzó Velites recientemente...

Sí, llevo ya tres semanas con ellas. Las he quemado, como digo yo... Cada día las utilizo y voy a competir con ellas. No veo que tenga ningún problema. Voy muy fluido. El material me gusta, sujeta muy bien, sobre todo para el rope climb, y el tobillo va muy fijo siempre. Me parece a mí que va a ser mi zapatilla para muchos años.

Los únicos fallitos que he encontrado son que necesito un cambio de talla, y el otro fallo que también depende de mí, es que sudo muchísimo y dejo la zapatilla un poco empapada.

- ¿Qué viene para usted tras Australia?

Seguramente el Wodapalooza. Iremos a Miami en enero, y si viene algo ahora, vendrá. Es más, nada más llegar a Bilbao tras el fin de semana tenemos la Basque CrossFit Txapelketa, a la que iremos seguro otra vez por equipos para pasarlo bien. Esa creo que es la última parada de pretemporada, y luego iremos a Miami por cuarto año consecutivo.

- ¿Cuál es su opinión sobre las críticas al CrossFit?

Parece que no se acepta que el CrossFit sea la unión de muchos deportes, y yo la sensación que tengo es que no somos especialistas en nada, que podemos aprobar en estas disciplinas. Yo no veo ningún mal en hacer un deporte, porque además tiene un montón de autosuperación, que se super variado, que la dinámica de trabajo y el servicio te engancha mucho. Te dicen que en una hora vas y vuelves a tu casa hecho polvo... Has trabajado habilidades, fuerza, un circuito que te pone las pulsaciones a mil, y que te tonifica. Hay muy pocos servicios que mejoren eso.

Parece que se están calmando un poco esas críticas, que el CrossFit está cogiendo más forma. Por lo menos la gente ya no se cree que es mover una rueda. Yo nunca en mi vida he movido una rueda.

Se está educando después de mucho trabajo de muchos boxes. Cuando empecé esa sensación de que era un bicho raro era muy fea. No sé, simplemente eres un deportista y no hay más. Por ejemplo, yo soy un gran seguidor del culturismo, les admiro y podría decir que se están matando. Podría decir: ‘Wow, te quedan diez años de vida, socio. No sé como lo haces’. Pero no, me lo tomo con admiración, pienso en cómo se cuidan, en lo fuertes que están. Espero que ojalá puedan decir de mí algo parecido.

- Precisamente el pasado fin de semana fue el Mr. Olympia, ¿lo siguió?

Sí, sí que lo seguí. Estábamos ya aquí en Australia y como no podíamos dormir lo vi. Me encanta Josema [Muñoz]. Es un máquina y me sacaría incluso un pódcast o una entrevista por estar con él. Con Ángel Calderón mi iría a su gimnasio. Y si supieran que veo sus vídeos en YouTube seguro que me haría caso (risas).

- En cuanto al CrossFit en España, no ha dejado de crecer... ¿no cree?

Ahora mismo España es una potencia mundial en el CrossFit, te lo digo así. No hay que decir nada más. Ahora mismo la generación que hay en España es la hostia. Yo ya estoy en mis últimos años. Tengo 32, y el año que viene ya serán 33 años. Pero es que también viene gente muy joven. Entre individual y por equipos fuimos a las semifinales de Lyon muchísimos. El 4% fue español.

Además, lo mejor de todo, es que los que son muy buenos en España son muy buenos a nivel mundial. Estamos hablando de Fabi sin lesión, de Aniol y Calum, que son de los 40 mejores del mundo. Eso es una locura. A día de hoy se está viendo. Hay una generación muy buena que espero que se siga trabajando. Ahora mismo estamos de dulce. No hay más.

- Contaba que estaba en sus últimos años, ¿ha sopesado dejar el CrossFit?

Dejar el CrossFit no lo voy a dejar porque es el deporte que mejor me prepara y me mantiene para vivir en el día a día. No voy a conocer ningún otro deporte mejor. Habrá cosas que me quite de la planificación o que cambie, pero al final es un método de trabajo que me llevará a estar sano, y si el día de mañana practico otra cosa, esto me servirá también de complemento.

Mis últimos años, seguro que son. No me pongo fecha ni mucho menos, pero a los 40 no voy a estar compitiendo en CrossFit y cinco años me parece muy optimista, sinceramente.

- En su caso, ¿vive del CrossFit?

No, yo tengo un sobresueldo sin lugar a dudas gracias a Luiscar y The Fittest Managers como Calum y Fabi, pero no. De hecho, nunca he sido lo suficientemente valiente para dejar el método por buscarme la vida en el CrossFit. Si algo me ha caracterizado en estos años es que nunca he dejado de trabajar. He intentado emprender con un box y ahora tengo tres, y eso significa también que he potenciado el trabajo, y también he tirado con la natación que siempre tengo mi competición de aguas abiertas que llevo 10 años organizándola.

Tengo un sobresueldo que se agradece, y que gracias también a las marcas que nos apoyan más y nos vienen muy bien, porque sin ellas no podría estar aquí en Australia. Mi trabajo es otro y nunca hubiera dejado todo por el CrossFit o por lo que se puede llegar a ganar en el CrossFit.

- ¿Cómo consigue compaginar trabajo y CrossFit?

Pues te diría que gustándote la rutina que haces. Siendo feliz con lo que haces, porque yo no cambiaría nada. Yo cuando salgo de trabajar lo que me apetece es entrenar, y luego lo demás, y como hasta el día de hoy ha sido así, pues se me ha hecho muy fácil, porque he quitado tiempo de otras cosas. El CrossFit a veces ha estado a la altura del trabajo y a veces por encima, según la temporada del año, pero siempre ha sido así. La rutina de cada día me ayuda y me encanta.

- ¿Qué sueño le falta por cumplir?

Quisiera ir a los Games otra vez y vivir la experiencia deportiva completa, no sentir que me lesione o que tengamos algún tipo de desgracia. Me gustaría seguir compartiendo con gente lo que hago, que si tengo un éxito sea compartido, y si tengo una derrota sea con un hombro donde apoyarme, porque la natación me dio un palo gordo y el CrossFit no me lo va a dar.

Si tuviera que pedir ahora algo sería que me gustaría dejar el CrossFit habiendo ido a los Games otra vez y habiéndolos disfrutado deportivamente. Es lo que voy a buscar y pelear cada año.

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