NATACIÓN SINCRONIZADA

Adiós a Ona Carbonell, una leyenda de la sincro

La nadadora catalana anuncia su retirada a los 32 años después de conquistar 23 medallas mundiales, doce europeas y dos olímpicas.

El auditorio Goyeneche, donde el Comité Olímpico Español celebra a los grandes deportistas españoles, despidió este viernes a Ona Carbonell con un sentido homenaje, el que merece una luminaria de la natación sincronizada, una atleta con 23 medallas mundiales, 12 europeas y dos olímpicas. Ona (cuya figura pueden repasar en este reportaje de Alberto Martínez) se va a los 32 años y quisieron decirle adiós el presidente del COE, Alejandro Blanco; el secretario de Estado para el Deporte, José Manuel Franco; el presidente de la Real Federación Española de Natación, Fernando Carpena; la karateca, ya retirada también, Sandra Sánchez, su familia o sus compañeras de aventuras durante estos años, cómo no entre ellas Gemma Mengual y Andrea Fuentes, las otras patas del Big Three de la sincronizada nacional.

“Ona ha ido construyendo cariño y afecto a lo largo de su vida, y eso explica que estemos tantos aquí. Culminas una magnífica y ejemplar trayectoria deportiva. Dicen que en la vida somos lo que dejamos en los lugares por los que pasamos y tu dejas luz, emotividad, calidez, trabajo, capacidad de superación, vocación, sensibilidad y voluntad, amén de un sinfín de éxitos”, afirmó Franco, que recordó el hecho de que nadie posee más medallas mundialistas que Ona en esta disciplina. “Tu lado humano, tu preocupación por los desfavorecidos, es lo que más admiro de ti, y mira que admiro cosas de ti”, reconoció el presidente del CSD. “Representas el poder transformador del deporte y por eso te pido que te quedes siempre cerca”, remató.

“Entraste con 13 o 14 años y has estado prácticamente la mitad de tu vida en esto. Has conseguido un hito en la consecución de medallas a nivel mundial. He tenido el privilegio y el honor de entregarte alguna medalla. Tu trayectoria deportiva ha engrandecido al deporte español. Transmites valores, porque los tienes. No podemos permitirnos perderte”, apuntó por su parte Carpena en una emotiva despedida.

“No es un día triste. En este día se juntan el ayer, el hoy y el mañana. Esto es un repaso mental a todo lo que has conseguido y lo que vas a hacer. Tendrá que pasar el tiempo para poder dimensionarte, pero eres más que un número de medallas o de podios, eres una deportista líder. Has sido capaz de alcanzar el éxito no esperándolo, sino poniendo trabajo, compromiso, dedicación y esfuerzo. Es muy aburrido ser perfecto y no tenemos esa cualidad como humanos, pero si tenemos la cualidad de buscarla, y tú has alcanzado la excelencia de las cosas bien hechas. De tus sueños, tus proyectos y tus ilusiones, has conseguido que no se interponga ningún obstáculo”, celebró Alejandro Blanco, que le hizo entrega de una placa como símbolo del “cariño” de España hacia ella.

Tomó la palabra finalmente la propia Ona. “Hoy dejo de ser una de las niñas de sincro, pero estoy muy feliz con esta nueva etapa. La retirada del deporte siempre es difícil, cuando no traumática. A veces se da forzado por circunstancias externas y en mi caso me siento muy afortunada de que esto no sea así. Esto me llena de mil emociones que no alcanzaría a describir, pero lo hago serena y convencida de mi decisión”, arrancó. “El motivo hay que buscarlo dentro. Llevo 23 años en la sincro, que ha sido un eje central y prioritario en mi vida. El deporte en general y la sincro en particular me han dado muchísimo. Esto ha sido mucho más que una carrera. He desarrollado una profesión y muchas de mis amistades. He conocido el dolor físico y mental, pero también la importancia del trabajo bien hecho, en equipo o la empatía, el valor del esfuerzo y el compañerismo, creatividad, belleza... Todo ello lo llevaré siempre conmigo y no puedo dejar de estar agradecida”, confesó antes de repartir agradecimientos por doquier a clubes, federación, COE, empleados de los mismos, patrocinadores, medios de comunicación...

“En alguna época me he visto obligada a trabajar bajo condiciones que me afectaron mucho, incluso a nivel de salud mental. Formas que no comparto y que no son excusables”, recordó de la turbulenta etapa bajo el mando de Anna Tarrés. “A lo largo de mi carrera ha intentado actuar de forma constructiva, y devolver lo que me han dado a las nuevas generaciones. Con los años me he dado cuenta de que era más importante el ejemplo que daba con mi comportamiento que con las medallas o récords alcanzados. Soy consciente de que las mujeres no tenemos el mismo trato que los hombres en el mundo del deporte y he luchado porque eso cambie”, glosó la catalana, que aseguró que seguirá trabajando junto a las instituciones para “ayudar” a las madres deportistas. “Estoy feliz por la nueva etapa que se abre ante mí y tengo claro que seguiré ligada al deporte de una forma u otra mientras cultivo otros intereses y pruebo otros ámbitos”, aseveró Carbonell, que recientemente se ha graduado como diseñadora de moda.

“De vosotras quiero destacar que hemos sido un equipo excepcionalmente unido. Nos hemos cuidado mucho. Es un grupo solidario y unido y eso se ha reflejado en el agua. Os quiero”, les dedicó a sus compañeras. “Me habéis puesto muchas tiritas, me habéis dado un hombro en el que llorar y me habéis inculcado los valores que hoy tengo”, se dirigió a sus padres. Y celebró con dirección a sus hijos la posibilidad de haber sido “madre y deportista”. Un prolongado aplauso, en pie los presentes, puso el punto final a la carrera deportiva de Ona. No a la memoria de su figura contorneándose en la piscina, que ya es historia del deporte español.

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