“Ojalá eliminemos a Francia, han faltado el respeto a mucha gente”

El español Miguel Rodrigo dejará este año el fútbol sala de alta competición tras 25 años. Pero se quería despedir a lo grande, dirigiendo a Tailandia en un Mundial, a la que ha metido de forma brillante en octavos de final. Acabar bajo los focos. Y las circunstancias han hecho que ahora mismo sea uno de los protagonistas del torneo. El escándalo de Francia e Irán, no queriendo ganar para enfrentarse así a los asiáticos en los octavos de final, ha convertido al equipo tailandés en una especie de ‘justiciero’. “Francia ha faltado el respeto a mucha gente. Mis jugadores están ahora extramotivados para intentar eliminarles, ojalá lo consigamos”, explica a AS este entrenador de 55 años reconocido en todo el planeta futsal, con experiencia en equipos españoles y en selecciones como Japón, Vietnam o la Tailandia que ahora dirige.

Sus palabras, tachando de “vergüenza mundial” el bochorno que se veía en el partido de los franceses, eran las de todo un deporte. “Me iba a contener, pero... Estábamos viendo lo que estaba pasando en el encuentro y hablamos varios seleccionadores, desde Ricardo Íñiguez de Libia hasta el propio Marquinhos Xavier de Brasil, para decidir que esto había que denunciarlo públicamente. FIFA no se lo puede permitir y nuestro deporte tampoco”, explica. Y con el paso de las horas, saca una conclusión: “Pase lo que pase, Francia ya ha perdido”.

Pero el mundo del fútbol sala también desea, ya sea por karma o justicia, que también sean derrotados en la pista el próximo viernes 27, cuando se enfrenten a ellos en el Universal Complex de Bujará. “Se está generando mucha expectación para el partido. Mis jugadores están extramotivados porque a nadie le gusta ser el feo del baile. Se encuentran ofendidos. También Paraguay, que va por el mismo lado del cuadro, lo ha considerado una enorme falta de respeto”, cuenta.

Pocos en el Mundial creen que se vaya a tomar cartas en el asunto. Por eso la esperanza es que esta Tailandia del técnico español pueda darles un susto. “Sería de justicia, pero no va a ser fácil. El fútbol sala cada vez es más físico y hay jugadores franceses que son montañas. Nos va a requerir un sobreesfuerzo táctico, intentar no ir al choque... como logramos hacer ante Croacia para batirles (1-2). Aprovechar nuestra velocidad”, explica.

Y para ello, será clave que logren firmar un buen partido sus mejores jugadores, con mención especial a Muhammad Osamanmusa, pívot de la liga española fichado por el campeón Jimbee Cartagena, que está asombrando en el torneo (cuatro goles en tres partidos). “Aquí hemos tenido grandes jugadores. Pero no creo que Tailandia haya tenido nunca uno así. Su mentalidad siempre fue salir al extranjero, crecer... es especial”, cuenta un Miguel Rodrigo que está viviendo su ‘Last Dance’.

Reconoce que su experiencia en países asiáticos le ha “marcado” y asegura que en su proyecto vital no descarta compaginar su vida en España con el sudeste asiático. Tanto Japón como Vietnam, pero el país tailandés le tiene “enamorado”: “He disfrutado muchísimo mis vivencias fuera, me han enseñado unos valores que guardaré siempre”. Una vez retirado, tiene previsto transmitir su experiencia en escuelas de entrenadores a los técnicos andaluces y, cómo no, a los niños de ‘su’ club, el granadino Albolote. Pero el fútbol sala le ha encomendado una última misión: intentar impartir justicia ante una Francia que ha ofendido al fútbol sala.

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