No tendrán Juegos Olímpicos pero desean verse en el podio mundial

Más de mil competidores de 103 países intervienen desde el martes al domingo en los Mundiales de Budapest marcados por la desaparición del premio extra de un billete olímpico, aunque da la impresión que se ha superado el revés al menos en el tatami. España (con 23 karatekas) es una de las delegaciones más numerosa, tras Croacia (25) y Francia (24). No hay palestinos, pero sí israelíes (2); también hay ucranianos (10) y rusos en el equipo sin bandera. Las bazas individuales españolas, además, arrancan desde el primer día: Damián Quintero (el único olímpico) y Paola García en katas, y María Torres y Babacar Seck en los pesos altos de kumite.

Para Babacar (25) estos son sus terceros mundiales, y llega “como número uno del ranking pero con menos perspectivas que cuando el karate era olímpico, como en Tokio”. El hispano senegalés señala que ahora, fuera del programa olímpico, “es más difícil dedicarse de manera profesional al deporte; no hay ayudas, y lo primero es vivir”, y asegura que ha tenido que volver a trabajar de guardia de seguridad en los últimos meses “en Madrid y en Zaragoza, cuando surge la ocasión”, porque le ha vencido un patrocinio de Estados Unidos. Pero eso no quita para que se presente en Budapest “con el objetivo de ratificar el primer puesto en el escalafón mundial, bien preparado para luchar por subir al podio”.

La malagueña María Torres (26) defiende su corona mundial que conquistó hace dos años en Dubái, “la primera española en lograrlo”, y mira de soslayo que el karate no sea ya olímpico: “Con los Juegos como meta muchos deportistas alagaron sus carreras por llegar. Yo estuve en un preolímpico, pero no me clasifiqué. Sin embargo, ahora, en Budapest, repasas las caras y en mi peso no falta nadie”. Dice que por los resultados en los últimos torneos sabe que está bien preparada y con opciones de “poder pelear por mantener el título”. “Soy bajita (1,64) para mi peso (+68) y me encuentro con rivales mucho más altas, pero tengo más agilidad y rapidez que ellas, y la misma fuerza para aguantar sus golpes”, comenta esta profesora de educación física que “comparte el trabajo diario con las cuatro horas de entrenamiento para llegar en buena forma a Budapest”.

Damián Quintero (39) es el más laureado de la delegación española. Plata olímpica, y ganador de casi todo en katas, empieza a vislumbrar el final de su carrera deportiva, pero tiene presente que le falta “el oro individual en unos Mundiales”. Sabe que esta tal vez sea su última oportunidad; llega con el ánimo suficiente para alcanzar la ronda del sábado, cuando se deciden las medallas. También en katas aparece la más joven de la delegación, Paola García (Almendralejo, 17), que en el Europeo de Guadalajara fue una sorpresa agradable: sin Sandra Sánchez, apareció la extremeña para proclamarse campeona de Europa: “Sandra es un referente deportivo mundial, y no me veo como su sucesora. Soy diferente y me planteo una carrera deportiva propia. Aprendo de lo que hizo, y sé que mi meta tiene que ser salir al tatami a disfrutar, a ser hoy mejor Paola que ayer, y así cada día”. “He preparado cuatro katas, y he trabajado muy duro en Madrid desde el verano” asegura esta estudiante decidida.