Mundiales con mensaje olímpico: “Podemos optar al oro”

En el medallero olímpico español, el remo sólo aporta una medalla. De plata. Y tiene casi 40 años. La consiguieron Fernando Climent y Luis María Lasúrtegui en Los Ángeles 1984. Una larga sequía en el agua que vislumbra un posible final: París 2024. En Belgrado (Serbia), este domingo (consulte aquí los horarios), España inicia unos Mundiales especiales. Los del año pasado, en Chequia, fueron históricos, con dos medallas de plata. Esta edición, con los Juegos a algo más de 10 meses, pueden ser los de la confirmación: los remeros nacionales sienten que es su momento. “La plata nos da confianza. Nos hace saber que somos unos rivales a batir por todo el mundo y que podemos optar a lo que queramos. Incluso al oro”, dice Javier García a AS desde Belgrado, después de “un viaje pesado” y de tomar contacto con la pista.

Junto a Jaime Canalejo, Javi conforma uno de los dos botes, el dos sin timonel, subcampeones del mundo. El otro, el doble scull, lo manejan Rodrigo Conde y Aleix García. En total, la delegación española ha viajado con trece embarcaciones, tres de ellas paralímpicas. En busca de los metales y de plazas olímpicas, siendo la primera competición que clasifica. En ambos casos, con once billetes disponibles. Desde Belgrado, sin embargo, París aún queda lejos. “Todavía es pronto para hablar de los Juegos. No queremos pensar en ser campeones olímpicos. Este año, hemos conseguido dos medallas en tres competiciones y, ahora, queremos ir regata a regata, empezando por las eliminatorias (desde las 12:54)”, frena Javi, gran seguidor del Betis. Canalejo, su compañero, es del Sevilla.

Pese a ello, hay química. Este año, ya fueron bronce en los Europeos, como Esther Briz y Aina Cid, su homólogo femenino, que iniciaron su proyecto este curso. Se quieren presentar al mundo: “Hasta principios de abril, no nos juntamos. Obviamente, cuanto menos tiempo llevas, más fácil es ir subiendo poco a poco. Luego, la curva se va estabilizando un poco más. Creo que aún no hemos llegado a eso y seguimos mejorando a pasos agigantados. Cada mes, hemos ganado un montón de velocidad y de comodidad, de cosas positivas para el barco”, dice Esther a este periódico, con “buenas sensaciones” pese a unos primeros entrenamientos “incómodos” por la cantidad de botes compartiendo aguas serbias.

Con el trabajo bien hecho

Con sólo cinco meses de entrenamientos, además del podio continental, Aina y Esther han sumado dos medallas en Copa del Mundo. La primera, catalana de 28 años, es doble diploma olímpico; la segunda, zaragozana de 23, viene de ser una referencia mundial en remo de mar y Beach Sprint. “Aina tiene más experiencia y yo suelo tener la cabeza bastante fría, creo que hacemos una buena combinación”, desarrolla Briz. “Somos conscientes de que hay gente fuera de Europa que también está corriendo mucho. El bronce europeo nos da mucha confianza, pero no nos asegura nada. Sabemos que tenemos que hacer de nuestras mejores regatas para poder luchar por las medallas, que ciertamente nos encantaría”, añade.

En las embarcaciones olímpicas, la paridad es total. El de Briz y Cid es uno de los cinco botes femeninos en Belgrado, donde también está Virginia Díaz (skiff), diploma en Tokio como un Manel Balastegui que compite en skiff ligero. Más opciones para una España ambiciosa. “Todos los remeros y remeras han preparado esta cita conforme a lo planificado. Se ha trabajado desde hace meses con el objetivo de llegar a Belgrado en el mejor estado posible y así lo han hecho. Sólo queda competir a la altura de como han venido preparando los Mundiales y estar entre los mejores este año también”, dice el jefe de entrenadores de la Federación Española de Remo, Daniel Rodríguez. Regata a regata, pero con ilusión olímpica.