Mireia y Carrasco, cal y arena

Todas las miradas estaban depositadas en ella, tras el primer intento fallido de los 400 metros estilos. Nadaba Mireia Belmonte este viernes por la mañana en las series de los 200 estilos, su penúltima opción de ir a los Juegos de París, y de nuevo se quedó demasiado lejos de la mínima olímpica. Falta la final vespertina, lógicamente, pero los augurios realistas no son buenos. Todo lo contrario que con Emma Carrasco, quien se acerca a esos 2:11.47 que requiere World Aquatics.

Tan sólo después del tercer tramo, esa braza que tanto domina a pesar incluso de sus persistentes problemas en el hombro que le han impedido entrenarse con normalidad en este último ciclo olímpico, llegó a ir primera en su serie Mireia, que acabó segunda (2:17.55) por detrás de Ainhoa Martín (2:17.46). Son alrededor de seis segundos lo que deberían remontar en la final para acceder a París, y un pelín más Estella Tonrath (2:18.32). Mucho menos debería rascar Carrasco, quien a sus 18 años estableció en 2:13.02 el récord del campeonato, con primorosos 150 metros y un pequeño bajón en el crol. Laura Cabanes, que venía de nadar apenas media hora antes el 200 mariposa, se dejó ir en los metros finales (2:21.36) pero también lo luchará.

Llegó el turno de Hugo González, el día después de su récord de España en los 200 espalda y con el aviso de que en las sesiones matinales no iba a dar lo mejor de sí mismo, reservándose para las finales. Aun así, marcó el mejor tiempo de todos los 200 estilos, 2:03.13, lejos de su propio 1:56.58 con el que consiguió el pasaporte olímpico.

Omnipresente Cabanes

Igual que le había sucedido en los 400 estilos, otra vez merodeó la mínima olímpica Laura Cabanes en los 200 mariposa (2:08.43), minutos antes de emprender los 200 estilos, en esta ocasión con un magistral primer hectómetro tras lo cual pagó el cansancio de la prueba y el acumulado en estos días de competición para acabar en un esperanzador 2:10.14. Dispondrá de una oportunidad única por la tarde en la final, a la que llega perseguida por Paula Juste (2:12.09) y Julia Pujadas (2:12.15), todas aún por encima de sus marcas personales.

Exactamente lo mismo sucedió en los 200 mariposa masculinos, en los que tanto Miguel Martínez Novoa en la penúltima serie como en la siguiente Arbidel González alcanzaron el último largo en tiempo olímpico (1:55.78) pero pagaron el sufrimiento de esta especialidad en los metros finales, constituyendo sucesivamente sendos récords del campeonato que por ahora son insuficientes para ir a los Juegos. En 1:56.81 lo situó Martínez Novoa y en 1:56.47 un Arbidel que tiene la mínima, aunque no según los criterios de la RFEN, por el sublime 1:54.99 que marcó en los Mundiales de Fukuoka 2023. Queda la final.

Manda Lidón, sigue al alza Hoek

Imponiendo su dominio, el que le vale ostentar la plusmarca española de la prueba desde 2019 en 24.82 (la mínima queda en 24.70), se impuso Lidón Muñoz (25.13) en la serie de los 50 libres, seguida de dos nadadoras que están protagonizando unos Trials impresionantes: María Daza (25.88) y Carmen Weiler (25.93), esta última ya clasificada para los Juegos en 100 y 200 espalda. 27.31 registró Melani Costa en la prueba con la que se despide este viernes de la natación.

Hablando de jóvenes, de nuevo impresionó Luca Hoek, nacido en 2008, en los preliminares también de los 50 libres, pulverizando la mejor marca nacional de 16 años que ostentaba Aitor Martínez desde 2009 con bañador de poliuretano: 22.63, sólo por detrás de dos constrastados nadadores absolutos españoles como Sergio de Celis (22.30) y Óscar Pascual (22.36), y por delante entre muchos otros de Mario Mollá (22.99). La mínima está fijada en 21.96.

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