UFC

Merab es el nuevo campeón del peso gallo y Lopes pide a Topuria

Merab Dvalishvili destrona a un pasivo Sean O’Malley y es el nuevo campeón del peso gallo. Valentina Shevchenko recupera su cinturón y Diego Lopes pide a Ilia Topuria.

CHRISTIAN PETERSENAFP

Merab Dvalishvili supo aprovechar su tan ansiada oportunidad titular. El georgiano se proclamó campeón del peso gallo al derrotar por una clara decisión unánime (49-46, 48-47 y 48-47) a Sean O’Malley, que estuvo muy pasivo e irreconocible, en el gran evento de la Esfera de Las Vegas. El UFC 306 se vio dominado por un Merab que supo dominar el encuentro llevando el choque al suelo y jugando con el excampeón, entre risas. “Hoy no sentía nada distinto a ningún otro día. Es lo que hago siempre, lo hago dos veces al día. Hoy ha sido un día muy normal, no he gastado mi energía. Estoy loco, es increíble. Iba paso tras paso, hasta que he llegado aquí, hasta que he conseguido el cinturón”, declaró Dvalishvili.

Merab salió fuerte, contundente. El georgiano metía presión con una izquierda ante los cambios de guardia de O’Malley, que se veía obligado a retroceder, acercándose a la reja. Intercambiaron patadas, y el estadounidense tocaba arriba y abajo, activo en el striking. Se lanzó Dvalishvili a por el derribo y lo consiguió fácil. Le intentó coger la espalda y le presionaba contra la pared, clavándole la rodilla para mantenerle a ralla. Suga consiguió levantarse, pero volvió a ir nuevamente al suelo ante un Merab que se tiró a por la guillotina en la posición de montada, a lo que pudo aguantar el estadounidense. En el segundo asalto, el georgiano insistió con los derribos. Se veía contento, era su momento. O’Malley caía fácil a la lona, pero con una buena escalada conseguía aminorar la presión. Trabajaba Dvalishvili desde arriba, trabajando poco a poco. El árbitro paró el pleito para advertir a Suga que no le agarrase el guante a Merab, y volvieron a la misma posición sin que le quitasen puntos. El estadounidense no estaba en su mejor momento, los ataques y derribos del georgiano le hacían parecer débil. Le agarró en una guillotina, pero le soltó a los pocos segundos. Suga no se tomó bien ese gesto y se lanzó por detrás a conectarle un puñetazo en el rostro.

El georgiano tenía las ideas muy claras. Volvió a por O’Malley y cerró el D’Arce. El estadounidense metió el brazo para no ser sometido y Merab llegaba con rodillazos al cuerpo y rostro de Suga. Consiguió salir y la pelea volvió arriba. Dvalishvili no caía en el engaño y mantenía la distancia, lanzando low kicks. No llegaban las manos de Sean, que no estaba cómodo con el estilo del georgiano. En los últimos segundos del tercer asalto, conectó una rodilla voladora. No le dejaba opción de mantenerse de pie. Merab se puso encima y no le dejaba levantarse, desgastándole. Salió al último round el georgiano girando por la jaula, sabiendo que había ido sumando asalto a asalto y que tenía el pleito en el bolsillo. Seguía imponiendo su dominio, tonteando con más derribos, lleno de energía. O’Malley le tocó con una buena patada, pero no fue suficiente para acabar con su rival, que dejaba que el reloj corriese. No había presión ni lanzamiento de manos por parte del estadounidense, que terminó el round en el suelo. “Mi objetivo era ganar a O’Malley, no el cinturón. Hacerle ver una persona normal. Soy el mejor peleador de la UFC, lo he demostrado. No he visto nada distinto en este combate. Nada me ha sorprendido. Podría haber hecho 50 asaltos más como este. A veces, los jueces dan unas puntuaciones locos, pero, mira, al final yo tengo un cinturón aquí”, sentenció el georgiano.

Diego Lopes va a por Topuria

Diego Lopes está en el punto de mira del mundo entero, pero él tiene en el suyo a Ilia Topuria. Tras una arrolladora victoria ante Brian Ortega, tercero en el ranking, por decisión unánime (30-26, 30-27 y 30-27), el brasileño quiere saltarse la cola y pelear por el título del peso pluma con el hispanogeorgiano. Nada más terminar el choque, se acercó a Dana White, presidente de la UFC, para pedirle la oportunidad titular, algo que El Matador ya reveló que lo contemplaba.

Lopes salió a por todas. El brasileño se imponía a Ortega en el striking en los primeros minutos del choque, demostrando que está para lo que le pongan y que merece un lugar en los puestos más altos del ranking del peso pluma. El estadounidense de ascendencia mexicana aguantó el castigo, notablemente tocado, hasta que sonó la campana del final del primer round. Los golpes de la estrella ascendente de la compañía entraban sin piedad y Ortega cada vez lucía más magullado. Aguantó como pudo, buscando darle la vuelta al pleito, pero era muy difícil. En el tercero, mejoró, pero no fue suficiente. Cambió a la guardia zurda, pero Lopes lo mandó al suelo en los últimos compases del encuentro.

“El KO no vino, sabemos que Brian es un peleador muy duro. No lo pudimos finalizar, pero, yo dije que, si no podía finalizarlo, íbamos a tener una pelea dominante. Y así fue”, reveló Lopes. Tras analizar el encuentro, el brasileño pidió la oportunidad de pelear por el cinturón de Ilia Topuria. El hispanogeorgiano ya contó que Diego le agradaba, por lo que estaría dispuesto a poner en juego su título con él. Un choque que enfrentaría a dos de los peleadores más atractivos de ver.

Shevchenko recupera su corona

Valentina Shevchenko demostró que es una peleadora muy completa en su tercera pelea con Alexa Grasso para recuperar su cinturón del peso mosca en el pleito coestelar. La kirguisa dominó un intenso combate en el cierre de la trilogía con la mexicana que se llevó por una clara decisión unánime (triple 50-45). El control de Bullet fue excepcional, ya que llevó el choque al suelo cuando quiso. “Es simplemente enorme, es un sueño cumplido. Todo sobre esta pelea es mucho más satisfactorio. La estrategia, simplemente, era salir y pelear. Sal y hazlo con sentido”, declaró la nueva monarca tras el triunfo.

Shevchenko salió muy metida en el combate. La kirguisa se tiró a por el derribo y la palanca de brazo, quedando por encima de Grasso. La mexicana intentaba salir de la posición de suelo, cogiéndole el cuello a Bullet, que se pudo soltar rápido. Consiguió la montada la excampeona y se lanzó a por la sumisión, pero se quedó sin tiempo. Alexa llegó a la esquina con rostro serio, escuchando a su entrenados tras un mal inicio de combate. En el segundo round, la tapatía cambiaba de guardia y se lanzaba a por Shevchenko, apretando para darle la vuelta al pleito. Volvió a lanzarla al suelo la kirguisa, a lo que Grasso respondió con codazos y puñetazos en el rostro de su atacante. Consiguió salir del agarre, pero a los pocos segundos el choque volvió al suelo. Alexa le dio la vuelta para atrapar la cabeza de Valentina y buscar la kimura.

A pesar de que Grasso consiguió hacer gran parte del tercer asalto de pie, Bullet se lanzó a falta de dos minutos a la cadera de la mexicana para volver al suelo. Sabía ejecutar su estrategia la kirguisa, que clavaba el codo y sus manos en el rostro de la tapatía, que consiguió evitar la montada. El rostro de Alexa cada vez era más serio, necesitaba la finalización para mantener su cinturón y Diego Lopes le mostraba su apoyo en la esquina. Grasso, en el suelo, buscó dominar intentando la guillotina. Valentina se defendía golpeándole las costillas, pero quedó abajo de la tapatía. Consiguió salir ante el intento de sumisión fallido y darle la vuelta al round consiguiendo la montada. Alexa se defendía bien metiendo el brazo. En el último asalto, la mexicana salió a por todas. Presionó a la kirguisa contra la reja para lanzarla al suelo y buscarle la espalda, pero esta sabía defenderse y la derribó. Grasso no pudo hacer nada para revertir la pelea.

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