McIntosh derrota a Ledecky en el primer episodio de su guerra de las galaxias
La canadiense se impone con autoridad en la final mundial del 400 libre femenino y compartirá final en 200 estilos con una niña, la china de 12 años Yu Zidi. Carrasco, decimosexta.
Calentaba motores Lukas Martens, colgándose el primer oro de la natación en línea en el World Aquatics Championships Arena -el escenario de las nueve medallas de la natación artística española-, completando así el alemán su triplete en 400 libre masculinos. Antesala de la primera gran batalla de estos Mundiales de Singapur 2025, la que iban a librar tan solo media hora después, en la misma prueba pero femenina, la legendaria Katie Ledecky y la joven estrella Summer McIntosh, quien se impuso en el episodio 1 de su particular guerra de las galaxias. 18 años tiene la canadiense, que parece incluso mayor al lado de Yu Zidi, la niña de 12 años que nadará junto a ella el lunes la final del 200 estilos.
La primera final de la natación en línea de los Mundiales, sin un Elijah Winnington eliminado por la mañana, presentaba a un Lukas Martens que hace solo tres meses pulverizó el mítico récord del mundo de su compatriota Paul Biedermann, 16 años después, para situarlo en 3:39.96. El germano se postulaba como gran favorito, a pesar de que Sam Short había sido el mejor en las series matinales. Y el australiano efectivamente se le subió a las barbas al germano, en una carrera igualadísima.
Martens: campeón olímpico, mundial y plusmarquista
Empezó dominando Martens a ritmo casi de otro récord mundial a los 100 metros (51.95), aunque Short consiguió tomarle la delantera en el siguiente largo. Seis centésimas le sacaba de hecho en el último viraje. Y más aún se estrecharon las distancias, puesto que Martens recuperó el primer puesto para imponerse por tan solo dos centésimas, 3:42.35 del alemán, vigente campeón olímpico y del mundo además de plusmarquista universal, por 3:42.37 de Short, el que fuera oro en Fukuoka 2023. El bronce se lo llevó un Woomin Kim que siempre les fue a la zaga, tratando de pillarles en un renuncio.
De aperitivo para la primera gran final femenina servían dos semifinales de mariposa. Por una parte, el 100 mariposa femenino, sin Torri Huske, que no compareció y con la plusmarquista mundial Gretchen Walsh manejando perfectamente los esfuerzos, 56.07, igualada con la belga Roos Vanotterdijk, récord nacional, y con Alexandria Perkins tercera, en 56.19. La final, este lunes.
También el lunes en la sesión vespertina se disputará la final del 50 mariposa masculino, con Maxime Grousset rebajando el récord de Francia, 22.61, y dominando las semifinales por delante de Noe Ponti (22.71) y de Benjamin Proud (22.74).
Y llegó el primer gran momento de la natación en línea en Singapur 2025. Descalificada Erika Fairweather en las series por una salida en falso. Desaparecida Claire Weinstein, afectada por esa “gastroenteritis aguda” sufrida por el equipo de Estados Unidos en la concentración previa en Tailandia.
Apasionante duelo McIntosh-Ledecky
Pero, por suerte, sí con su compatriota Katie Ledecky, campeona de este 400 libre en Barcelona 2013, Kazán 2015, Budapest 2017 y de nuevo Budapest 2022. Y subcampeona en Fukuoka 2023, por detrás de una Ariarne Titmus que descansa en estos Mundiales. Y con Summer McIntosh, plusmarquista mundial de la distancia desde hace un mes y medio (3:54.18) y deseosa de destronar a la reina del agua, a la que ya superó en la final de París 2024. Sin olvidar a Lani Pallister, la segunda mejor por la mañana.
No hicieron falta ni 100 metros para ver a las tres nadar su propia carrera, con Li Bingjie como única aspirante ‘mortal’ a alcanzarlas. Y para que McIntosh tomara la delantera, hasta los 150 metros imperceptible, nadando las tres en dos décimas, y a partir de esa distancia implacable la canadiense de 18 años, metiendo pies, sacando una enorme ventaja al resto, con Pallister cediendo la segunda plaza a los 250 metros.
27 medallas mundiales lleva Ledecky
Pero Ledecky, que trataba de dar alcance a su nueva archirrival, en realidad se desfondó, situándose ya a 1.27 a falta del último hectómetro, segundo y medio antes del último largo y cediendo incluso la plata en favor de la china Bingjie, que entró a 1.95 de la nueva campeona, para colgarse el bronce la estadounidense, su vigesimoséptima medalla mundial, a 2.23 de una McIntosh que se iba corriendo a la piscina de calentamiento para suavizar, a tan solo media hora de disputar la semifinal del 200 estilos, y junto al reconocido extécnico de Mireia Belmonte, un Fred Vergnoux que la ha moldeado en la primera mitad del año, antes de que en septiembre vuele para ponerse a las órdenes de Bob Bowman.
Con una sorpresa mayúscula se desarrollaron las semifinales del 100 braza masculino, en que el vigente campeón olímpico Nicolo Martinenghi fue descalificado, en un estilo muy rígido, en el que se clasificó en primer lugar el chino Qin Haiyang (58.24) tras un impresionante esprint final, seguido de Ludovico Viberti, compatriota de Martinenghi (58.89) y de Lucas Matzerath (58.93).
McIntosh, a otra final, junto a la niña Yu Zidi
Reaparecía en la última prueba individual del día, las semifinales del 200 estilos femenino, una McIntosh que nadaba como si hubiera descansado horas, días y no los minutos que apenas llevaba recuperando de su oro en 400 libre. Primera en mariposa, por debajo incluso del récord del mundo, con una espalda insultante y una braza y crol demoledores, marcó 2:07.39, sacándole 2.80 en su serie a la segunda, su compatriota Mary-Sophie Harvey.
Carrasco, decimosexta
También en esa semifinal competía Emma Carrasco, la única española en la primera sesión vespertina de estos Mundiales, que venía de desempatar por la mañana. Es decir, que nadaba el 200 estilos por tercera vez en un día. Y que mejoraba su último tramo de crol, su gran debilidad, pero a costa de un planteamiento conservador que le comportó un tiempo ligeramente superior al de las series, 2:12.49, decimosexta y lógicamente fuera de la final del lunes.
"Enfocamos diferente la carrera"
Confesaba Emma Carrasco tras las semifinales que había ido templando sus nervios conforme avanzaba el día: "En las eliminatorias me noté bastante nerviosa, de hecho me dejé la acreditación el gel… Estaba despistada. Pero tuve la oportunidad de nadar el desempate y llegar a la semifinal", relataba en declaraciones a la RFEN.
"Iba sin presión, por la calle lateral, la enfocamos diferente, con la mariposa más tranquila para intentar no pagarlo tanto al final, pero las chicas que tenía al lado se me han ido y me he ha descolocado un poco. Igualmente, estoy muy satisfecha de esta primera prueba. Ahora, a por las que quedan”, remató la ilerdense.
En la segunda semifinal, se repartían las miradas entre la favorita Alex Walsh, que no sufrió un ápice para meterse con 2:08.49 en la final, y una jovencísima Yu Zidi, de 12 años, que no deja de sorprender, ya que en su estreno en unos Mundiales siendo todavía una niña se clasificó también entre las ocho mejores, concretamente con el séptimo mejor tiempo (2:10.22), descabalgando sin ir más lejos a su compatriota de 19 años Yu Yiting o a la australiana Tara Kinder, eliminadas.
Doblete de Australia en relevos
Sin Gretchen Walsh, inscrita de inicio pero desapuntada después sin más motivo que los rumores de la gastroenteritis grupal, se plantaba Estados Unidos en la final del relevo 4x100 libre femenino, mucho más abierto con esa ausencia, como se comprobó desde el principio. Porque Mollie O’Callaghan ya se situó por delante en el primer hectómetro, aguantó Meg Harris ante Kate Douglass, y también Milla Jansen frente a Erin Gemmell.
Y, en la última posta, llegó en el primer largo a tomar la delantera Torri Huske, otra de las teóricas afectadas por la intoxicación alimentaria, pues había renunciado al 100 mariposa, pero en un esprint final descomunal la superó Olivia Wunsch (3:30.60). En la otra guerra de las galaxias, Australia se imponía de entrada con el oro sobre Estados Unidos, y con el bronce para Holanda, en otra gran pugna con China.
Menudo colofón el de la primera jornada para la natación mundial y, en concreto, para Australia. Con el pulgar hacia arriba, exultante, lo ejemplificaba mirando a cámara el carismático entrenador Dean Boxall. Y todo gracias a un doblete que pudo certificar Kyle Chalmers en la última posta del 4x100 libre masculino, remontando a los Estados Unidos, que hasta ese relevo final había marchado en tiempo del récord del mundo.
Australia, de hecho, consiguió el récord del campeonato, 3:08.97, mientras que los estadounidenses se hundieron en los últimos metros, bronce, en el nado de Jonny Kulow en favor de un Manuel Frigo que subió a Italia hasta la plata.
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Continuará la natación en la madrugada del domingo al lunes (04:00, hora peninsular española, Teledeporte), con cuatro españoles más entre los participantes. Se celebrarán primero las series del 1.500 femenino, seguidas de un 100 espalda con la plusmarquista nacional Carmen Weiler, y de un 100 braza con Jimena Ruiz. En el 200 libre masculino estará Miguel Pérez-Godoy, que en la inauguración participó del relevo 4x100, y cerrará el 100 espalda con Adrián Santos. Por la tarde, desde las 13:00 horas, se verá en acción entre otras a Summer McIntosh en su segunda final individual, el 200 estilos, o a Gretchen Walsh en la del 100 mariposa.
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