Maxi Sánchez: “Quiero jugar dos o tres años más, lo que mi cuerpo aguante”

El paso del tiempo no perdona, pero tampoco hace que las leyendas caigan en el olvido. Es el caso de Maxi Sánchez (Villa Mercedes, 38 años), uno de los estandartes del pádel clásico que sigue compitiendo de tú a tú ante el poderío aéreo y la pegada de las nuevas generaciones.

El ‘Tiburón’, exnúmero uno del mundo junto a Sanyo Gutiérrez en World Padel Tour allá por 2018, atendió a AS en un evento de Decathlon para charlar sobre su etapa en lo más alto del ranking, la actualidad que rodea a Premier Padel y lo que le pide a su carrera de aquí hasta el día en el que decida disputar su último partido como jugador profesional.

¿Por qué decidió romper con Álex Ruiz para iniciar un nuevo proyecto con Xisco Gil?

Conozco mucho a Xisco. Somos amigos, hemos entrenado muchas horas juntos en el pasado y tenía ganas de jugar con él. El hecho de compartir esa amistad hace que funcionemos de forma distinta a otras parejas dentro de la pista y podamos sacar nuestra mejor versión.

¿Qué opinión le merecen los reiterados cambios de parejas en el circuito profesional?

A mí no me gustan porque soy un “antiguo” del pádel. Creo que, como a todo en la vida, hay que dar tiempo a los proyectos para que funcionen. Pero entiendo que todas las rupturas que vemos hoy en día se explican por el cambio generacional que está sufriendo nuestro deporte. Hay muchos jugadores jóvenes que están empezando a explotar y se juntan con otros más experimentados para tratar de aprender rápido y mejorar su nivel. Pese a ello, también pienso que en los próximos años este tema se va a neutralizar un poco y volveremos a ver parejas que duran más tiempo, tal y como ocurría en el pasado.

No creo que sea un exnúmero uno infravalorado, sino que tenía un juego básico al que conseguí sacarle mucho rendimiento

Maxi Sánchez

¿Por qué cree que se producirá ese cambio de tendencia?

Porque va a haber muchos más jugadores jóvenes de los que ya hay ahora compitiendo en el circuito. El pádel se ha profesionalizado tanto en los últimos tiempos que, en mi opinión, los jugadores más veteranos podrán competir a un nivel top hasta los 35 o 36 años, no como ocurre ahora, que hay algunos jugando a un gran nivel y retirándose con más de 40. En el futuro, veremos a muchos jugadores de entre 20 y 35 años compitiendo en la élite y los proyectos durarán más porque compartirán edades cercanas y eso provocará que no haya tantos cambios de dinámica.

Generalmente, cuando se recuerda a los números uno del pasado se suele mencionar a Fernando Belasteguín, Juan Martín Díaz, Paquito Navarro, Sanyo Gutiérrez... pero rara vez sale su nombre a la palestra. ¿Se considera un jugador infravalorado en términos históricos?

No lo siento así. Bela dejó un legado impresionante en el pádel tras 16 años como número uno. Juan Martín hizo algo parecido, también se me vienen a la mente Pablo Lima y Juani Mieres... incluso creo que a este último se le reconoce menos por su estilo de juego. En el caso de Paquito, se le recuerda mucho porque creo que es el jugador más carismático del circuito.

Sanyo, que fue mi compañero, era un mago. Su forma de jugar era muy espectacular. Dentro de la pareja, yo era el que trabajaba más el punto y generaba volumen de juego. Quizás por eso no me relacionan tanto con haber estado en lo más alto. Pese a todo, no creo que sea un exnúmero uno infravalorado, sino que tenía un juego básico al que le saqué mucho rendimiento y que servía igualmente para ganar títulos, eso está demostrado (se ríe).

Desde su experiencia, ¿qué diría que se necesita para alcanzar la cima del ranking?

Muchas cosas. Es un trabajo que requiere de mucho tiempo. En mi caso, a mí me llevó años prepararme para ser número uno. Yo tenía el sentimiento de querer alcanzarlo, pero no sabía si iba a llegar a conseguirlo. Lo que hice fue marcarme objetivos cada año e ir utilizando las herramientas que tenía en mi mano para conseguirlos. Cuando veía que mis metas se iban cumpliendo y me acercaba, empecé a creérmelo.

El camino pasa por forzarte cada día, ser humilde y consciente de los errores que cometes para mejorarlos, así como motivarte e ilusionarte con el plan de entrenamiento que tengas cada semana para, finalmente, poder lograr un objetivo tan grande.

Mi meta de aquí hasta el final de mi carrera es disfrutar en la pista

Maxi Sánchez

¿Qué le queda por conseguir en su carrera profesional?

No tengo objetivos deportivos, solo quiero ser competitivo. Me gustaría jugar dos o tres años más, lo que mi cuerpo aguante. Busco entrar a una pista y sentir que puedo ganarle a cualquiera. Trabajo para hacerlo, aunque soy consciente de que, con la edad que tengo, es muy difícil ganar partidos. Pero me siento bien, trabajo para seguir estándolo y quiero disfrutar de mis últimos años en el deporte.

El pádel me ha dado muchas cosas: una carrera espectacular, amigos, un montón de gente con la que me llevo bien... Trato de exprimir cada viaje, torneo y rato sobre la moqueta. Mi meta de aquí hasta el final de mi carrera es disfrutar en la pista.

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