Marta Fernández vuelve a la carga con un bronce

Fue la gran revelación de Tokio 2020 y Marta Fernández (Burgos, 1994) ha demostrado que no es flor de un día. O en este caso, de unos Juegos. La nadadora ha comenzado los de París 2024 de la mejor manera posible, con un bronce en los 50 metros espalda S3 y un tiempo de 1:00.46. Es el primer paso para seguir la estela de su debut hace tres años, en los que se colgó un oro en los 50 metros braza, una plata en los 50 metros mariposa y un bronce en los 50 metros libres. Triplete. Su nombre sabe a metal. “Esta mañana me encontraba mejor, pero me llevo una medalla de bronce en una prueba que apenas he nadado desde este año. Estoy contenta. Cuando llegamos estaba mala y eso me generaba incertidumbre. Han sido días muy duros. Gracias a mi entorno he tenido la confianza para tirarme a luchar por todo”, dijo en zona mixta.

La burgalesa —afincada en Valladolid— nació con parálisis cerebral como consecuencia de un parto prematuro y la piscina se convirtió en la mejor medicina para ejercitar sus extremidades desde niña. Por eso, la odiaba. La temía. No quería ni soltarse del bordillo y ahora vuela entre las aguas. De hecho, se cuelga las medallas a espuertas. Se proclamó campeona del mundo en Madeira 2022 en 50 mariposa y 150 estilos y subcampeona en 50 braza, mientras que en Mánchester 2023 sumó dos oros en 50 y 100 libre, una plata en 150 estilos y dos bronces en 50 braza y como parte del relevo 4x50 estilos mixto. Por eso, las expectativas para París eran altas. Aun así las está cumpliendo.

Quien fuera abanderada en la ceremonia de clausura de Tokio estudió Administración y Dirección de Empresas y se sacó la oposición para trabajar como administrativa, compaginando su trabajo con el deporte de élite. Todavía tiene pendientes tres citas más: los 100 metros estilo el martes, los 50 metros braza el miércoles y los 50 metros mariposa el viernes. Y no sólo eso. También tiene a su gente y eso, todo lo puede. “En Tokio echaba de menos a mi familia y ahora está aquí. Quiero disfrutarlo, no sabía lo que era competir así con público y es una pasada. Motiva mucho”, concluyó.

El relevo se suma a la fiesta del bronce

El relevo 4x100 estilos —formado por Nuria Marqués, Óscar Salguero, Íñigo Llopis y Sarai Gascón, a los que se unen José Antonio Marí y Tasy Dmytriv que compitieron en la clasificatoria por la mañana— se llevó otro bronce. Toda una alegría, puesto que esta era una modalidad en la que no se subía al podio desde Pekín 2008. El equipo español paró el crono en 4:29.39, por detrás de Australia y Países Bajos y tanto Tasy Dmytriv como Iñigo Llopis se colgaron su segunda medalla en estos Juegos.