Marchand, arte submarino para sumar un segundo oro
El francés suma otra victoria impulsado por sus subacuáticos en los 200 mariposa, prueba fetiche de Phelps. El nadador se postula a rey en los Mundiales de Natación de Fukuoka.
Los 200 mariposa, la prueba más icónica de Michael Phelps y la que llevó a otra galaxia el húngaro Kristof Milak, ausente en los Mundiales de Fukuoka por baja forma, encumbró de nuevo a Leon Marchand, el heredero francés que acumula dos oros en dos pruebas. Con una autoridad aplastante, el pupilo de Bob Bowman cogió el mando de la prueba a partir de los 70 metros y no la soltó hasta tocar la pared. Fue el primero, con la duodécima marca de la historia de la prueba (1:52.43). Por delante, solamente dos hombres ya: Milak y Phelps.
Después de su exhibición en los 400 estilos, cuando pulverizó el récord mundial, los biomecánicos que estudian al detalle la técnica y las claves de las carreras tradujeron en números las sensaciones después de ver la final: los subacuáticos de Marchand le habían conducido al récord mundial. En esos 15 metros bajo el agua, apurando siempre hasta el límite, el nadador había recuperado dos segundos con respecto a las marcas de Phelps, el tiempo necesario para conseguir la plusmarca. “Me fijo en como los hace Dressel”, comentó en una entrevista a Olympics.com antes de los Mundiales.
Ocurrió lo mismo en la divertida final de mariposa. Sin rival por la caída a partir del 100 de Carson Foster, quien llegaba con la mejor marca, Marchand hizo el primer 50 en 25.42, muy por detrás de la marca de Milak cuando logró el récord en Budapest 2022 (24.19), pero en el siguiente largo perdió menos distancia coincidiendo con el subacuático de 15 metros (27.70 del húngaro, por 28.17) e incluso el último 50 fue mejor el del francés (29.83 de un Milak que llegó ahogado, por 29.28 de un Marchand que llegó pletórico). Marchand no era seguramente el nadador con mejor mariposa pero su dominio de los subacuáticos le llevó al oro.
Por detrás tocó el polaco Krzysztof Chmielewski, con 1:53.62, el japonés Tomoru Honda, con 1:53.66. La grada celebró como un triunfo la medalla de su nadador de 21 años. El talento americano de solo 16 años Thomas Heilman marcó la mejor marca de edades de su país superando a Phelps de nuevo (1:53.66). Foster fue sexto con 1:54.74, muy lejos de sus mejores marcas.
Hafnaoui, el ‘pillo’ en el 800 de los récords
El cartel de la final del 800 era inmejorable, especialmente porque los más rápidas en las eliminatorias y los que copaban las calles centrales provenían del 400 libre, entre ellos el australiano Samuel Short, campeón, y el tunecino Ahmed Hafnaoui, plata en Fukuoka, campeón olímpico en Tokio. Ambos, junto al alemán Lukas Maertens, lanzaron la carrera desde el comienzo para eliminar a los especialistas de 800, metiéndole un ritmo endiablado desde el inicio: Gregorio Paltrinieri y Mykhailo Romanchuk se quedaron por el camino.
Al paso por el 400, los tres nadadores iban a la par, solo 33 centésimas por encima del récord mundial (3:47.12). Era imposible mantener ese ritmo tan frenético, y empezaron a bajar el pistón mientras que el estadounidense y campeón olímpico de la especialidad, Bobby Finke, empezaba a progresar hacia las medallas. Junto a él, el irlandés Daniel Wiffen. La prueba estaba en cinco valientes, y todos acabaron haciendo historia en la carrera más rápida de siempre.
Cuando Finke se acercaba inexorablmente, y su final es temido, el tunecino Hafnaoui le dio una marcha más y se lanzó a por el oro. El australiano intentó seguirle mientras que el alemán reventó, un hombre del mazo en toda regla. Finke apretó todo lo que pudo pero se conformó con el bronce. La preciosa final fue la de los récords. Hafnaoui logró la tercera mejor marca de la historia (7:37.00), Samuel Short batió el mítico récord de Oceania de Grant Hackett (7:37.76), Bobby Finke consiguió el récord americano (7:38.67) y el irlandés Daniel Wiffen pulverizó el récord europeo (7:39.19).
Popovici no coge el ritmo y Qin se apunta su segundo oro
En las otras dos finales de la jornada, el chino Haiyang Qin, que ya había ganado los 100 braza, se adjudicó el doblete ante la ausencia de Adam Peaty con una marca inferior a la que hizo en semifinales (26.29). Obcecado el nadador chino de 24 años en batir las plusmarcas del británico, por el momento ha sumado dos oros y se posiciona para los Juegos de París. Le siguieron el estadounidense Nic Fink (26.59) y el chino Jiajun Sun (26.79). El propio Qin fue parte del relevo 4x100 estilos mixtos que ganó China con 3:38.57 por delante de Australia (3:39.03) y de Estados Unidos (3:40.19).
Después del inesperado cuarto puesto del fenómeno rumano David Popovici en los 200 libre, el de Bucarest se lanzó en los 100 para meterse en la final y lo logró pero lejos del dominio avasallador que demostró el año pasado. Popovici registró 47.66, la quinta mejor, y nadará por la calle 2 este jueves. Los clasificados se quedaron todos en solo cuatro décimas.