Los ‘nuevos’ Leones se dan un festín en Canadá
Festival anotador en Ottawa con ensayos de presente y futuro: Del Hoyo, Jorba, Ordás, Álex Alonso. La Selección sigue 15ª en el ranking.
El XV del León cerró la temporada oficialmente en Ottawa con una brillante victoria ante Canadá (34-57), dejando patente lo bien que se le da hacer las Américas al equipo que dirige Santiago Santos. Si hace tres veranos se dio el lujo de noquear a Chile, Brasil y Uruguay en la gira que realizó por Sudamérica, ahora el combinado nacional ha vuelto a poner una pica en el nuevo continente echando a sus alforjas un test match de mucho prestigio, por cuanto los Canucks, habituales hasta la fecha en las Copas del Mundo de rugby XV (si bien se perderán la de Francia por vez primera), venían de apalizar a Bélgica en Halifax por 45-0 y regresaban a su estadio fetiche, una vez superada la pandemia, con ganas de brindar a su parroquia un buen espectáculo para celebrar la vuelta a la normalidad.
Sin embargo, las huestes de Kingsley Jones se toparon con una espléndida España que puso sobre el tapete verde del TD Place stadium todas las enseñanzas aprehendidas en los dos envites de referencia que han precedido a esta visita a la capital canadiense, frente a los Classic All Blacks y Barbarians. Con un equilibrio perfecto entre el empuje y determinación del pack y la velocidad e intrepidez de la línea de tres cuartos, los Leones bailaron por momentos a un enemigo al que nunca habían conseguido noquear, por cuanto que los dos enfrentamientos precedentes se habían saldado en favor de los norteamericanos, en suelo hispano, por 22-60 y 27-37, respectivamente. Por si eso fuera poco, el impactante triunfo en Ottawa permite a los de Santos cerrar el ejercicio a lomos del 15º puesto en el ranking de World Rugby, el mejor en la historia del oval patrio.
El XV de la Hoja de Arce saltó al ruedo con ganas de agradar a su público y tomó rápido la iniciativa presionando con su delantera a pico y pala la línea de 22 amarilla. A España, sin embargo, no le costó demasiado reventar los planes locales volcando el juego por el lado abierto con una precisa patada de John-Wessel Bell buscando a Minguillón. El ala franco-aragonés no llegó por centímetros, pero propició la primera touche del choque y España no dejó pasar la ocasión de plantar bandera con un maul ‘made in Miguelón’ que Vicente del Hoyo, en su primera titularidad, remató a hurtadillas con su primer posado con la camiseta nacional.
Canadá contraatacó de inmediato con un lanzamiento a palos que Peter Nelson convirtió desde su casa, pero los Leones habían conectado el turbo y no estaban dispuestos a bajarse de la burra. España empezaba a sentirse cómoda con el oval y en su segundo despliegue a la mano, buscando de nuevo el lado abierto, Álvar Gimeno encontró un canal para salir al galope y, después de fijar a su defensor, asistir a un omnipresente Bell que se marchó solito hasta la Santa Barbara de los Canucks. A la par que Manu Ordás se mostraba infalible con el pie (cinco de seis transformaciones en el primer acto), la infantería se sumaba a la bacanal con un interminable pick and go sobre la línea de cinco rival que Afa Tauli se encargó de rubricar.
No se llevaban ni 20 minutos de contienda y el juego a la mano del XV del León estaba causando estragos a la línea canadiense. Cada pelota que caía en manos de los tres cuartos españoles olía a ensayo, como dejó patente Ordás con una arriesgado pase a Minguillón que el ala izquierda hizo bueno con una magnífica recepción que valió la mitad del cuarto posado hispano en un TD Place que asistía perplejo a la exhibición de las huestes de Santi Santos.
Canadá se limitaba a replicar pidiendo palos, pero los pupilos de Kingsley Jones no tardaron en darse cuenta de que, si querían meter presión de verdad a su contrincante, tenían que empezar a sumar de a cinco. El toque de arrebato de los Canucks surtió efecto y su delantera fabricó, a partir de una touche, una buena plataforma con la que, fase a fase, acabó rompiendo la férrea defensa hispana por vez primera para poner estrenar su casillero de ensayos en el luminoso.
Nada que cambiara una coma de la hoja de ruta trazada por el XV del León, que en un nuevo arreón pleno de sagacidad, rapidez y determinación acertó a embolsarse otras dos conquistas antes de pasar por vestuarios, con la firma exquisita de Tommy Munilla y Alejandro Alonso, respectivamente. La segunda mitad comenzó del mismo modo que concluyeron los magníficos primeros 40 minutos: con España resquebrajando por enésima vez la retaguardia canadiense, esta vez con una embestida de Vicente del Hoyo y su posterior transmisión a Tomy Munilla, y éste a su vez con Manu Ordás, que se vistió de ala para llevar el oval a galope tendido hasta la línea de marca local.
Los anfitriones trataron de amortiguar el baile que le estaba pegando su oponente y lograban maquillarlo con un segundo ensayo, obra de Rumball, circunstancia que no evitaría la octava marca del XV del León: una jugada de pura orfebrería que arrancó en el lado ciego del ataque con una touche-maul que derivó en un espectacular despliegue a la mano hacia el vértice opuesto hasta que el balón llegó a un Jordi Jorba que hizo claqué con la cintura de tres defensores antes de posar el cuero tras la línea enemiga.
Tal era la superioridad española que hasta Titi Futeu se aventuró con un sprint de 60 metros después de robar una pelota en su línea de 5 antes de echar el freno, esconder el oval a la espera de los apoyos, para articular una trepidante fase a la mano que Alex Alonso remató con el noveno y último ensayo amarillo haciendo bueno un colosal offload de Jorba. Las exclusiones postreras de Aboitiz y Nacho Piñeiro, debutante en Test Match junto a Del Hoyo, Ekain IMAZ y Pedro de la Lastra, sirvieron de bálsamo de Fierabrás para una Canadá que echó el cierre al baño recibido con un par de marcas en los minutos de la basura.