Los italianos dejan a un fiable Pons sin medalla
El balear peleó el bronce hasta el final pero la mejora de Razzetti y Mateazzi lo relegaron a la quinta posición. “Estoy contento, me dejé la vida, la gente fue más rápida”, comentó el nadador del CN Sant Andreu.
Joan Lluís Pons hubiera sido medalla de plata si hubiera nadado en su récord de España, obtenido en julio de 2021 en Tokio, cuando se quedó a las puertas de su segunda final olímpica en los 400 estilos. Pero “tal y como había ido la temporada” y ante el empuje de italianos y húngaros, el balear dio por buena esa quinta plaza que le mantiene en la elite de los 400 estilos mundial. Desde su octava plaza en Río 2016 que Pons es lo más fiable de la natación española en grandes citas, como demostró en estos Europeos de Natación de Roma.
En el primer 100, el húngaro plata mundial David Verraszto marcó los tiempos. Eran sus mejores estilos, por lo que debía poner toda la carne en el asador. Su pase fue rápido y Pons se metió en la lucha por el bronce. Pero, poco a poco, el italiano Alberto Razzetti, 11 años menor que Verraszto, empezó a limarle décimas hasta que enfiló directo hacia el oro con un tiempo de 4:10.60. Con la ausencia del campeón mundial Leon Marchand, el italiano era el favorito. Segundo tocó Verraszto, con 4:12.58; tercero y bronce el italiano Pier Mateazzi (4:13.29) y finalmente el también húngaro Hubert Kos (4:13.77) adelantó a un Pons que le faltó una marcha más en el último 50 libre (4:14.31). “En el estilo libre me superaron”, reconoció el nadador del CN Sant Andreu.
La temporada de Pons ha sido diferente. El nadador, después de que en enero se suspendiera el Mundial de Fukuoka que estaba previsto para mayo y se metiera con calzador el de Budapest, decidió mantener su programa de priorizar el Europeo de Roma y dedicarse a los estudios. De esa manera, ausente en la última cita, se ha centrado para rendir a buen nivel en este campeonato, y el primer día ha obtenido un puesto que le mantiene en buena posición mundial: en 2018 fue bronce, en 2020 séptimo y ahora escala a la quinta posición. “Estoy contento, me dejé la vida, la gente fue más rápida”, sentenció.
De Zamorano al colofón del tiburón Milak
Al margen de esa prueba de los 400 estilos, la primera jornada deparó dos podios más en los relevos 4x200 libre. En categoría femenina el oro se lo llevó Países Bajes gracias a una extraordinaria posta final de Marit Sttenberger, quien había además anteriormente marcado el mejor crono en los 100. En este relevo con 7:54.07 se impusieron a Gran Bretaña (7:54.73) y a la Hungría de Katinka Hosszu, que se colgó el bronce, su medalla númerom 97 (7:55.73). En la categoría masculina, la propia Hungría con un marciano Kristof Milak en el último relevo se colgó el oro con 7:05.38. El campeón olímpico de 200 mariposa completó su carrera en 1:44.42. El siguiente nadador de los 31 restantes hizo 1:45.92.
Otros españoles nadaron por la tarde en las semifinales. Cruz para Alberto Arévalo (23.66) y Mario Molla (23.61) en los 50 mariposa, que quedaron duodécimo y décimo respectivamente. También quedó fuera Lidón Muñoz en los 100 libre con un tiempo de 55.81, decimosexta. La jovencísima Carmen Weiler se quedó también fuera de la final de los 200 espalda con una marca de 2:11.78, pero África Zamorano fue la cara al meterse octava con 2:11.07.