Rhein Fire
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Madrid Bravos
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Finalizado

FÚTBOL AMERICANO | ELF

Proeza con tragedia de los Bravos: ganan a los campeones

El equipo madrileño asalta la casa de los Rhein Fire, vigentes campeones de la ELF, a pesar de la grave lesión de su quarterback estrella, Chris Helbig.

@madrid.bravos

Si en el primer partido de su historia, al pasar por encima de los Barcelona Dragons, se evidenció que los Madrid Bravos habían llegado a la European League of Football a hacer ruido, lo que se vivió este sábado dejó claro que el equipo madrileño está aquí para hacer mucho ruido. Los de la capital española se llevaron el triunfo en su visita a los Rhein Fire (10-22), vigentes campeones de la competición europea y en una racha de 16 encuentros ganados de forma consecutiva, para sumar su segunda victoria en dos partidos. “¿Pueden competir al más alto nivel?”, se preguntaba la ELF en sus redes, y las dudas quedaron disipadas horas después. La proeza de los Bravos fue mayor porque asaltaron Oberhausen a pesar de la grave lesión de su quarterback estrella, Chris Helbig, quien apunta a tener algo serio en la rodilla, lo cual obligó a los madrileños a incluso tener que jugar con un receptor como pasador.

Antes de la lesión del estadounidense, los Bravos dejaron con la boca abierta a todos los presentes en el estadio alemán. Un field goal tempranero y una gran carrera de 14 yardas del inglés Dwayne Obi colocaron el 0-9 en el marcador en un abrir y cerrar de ojos, y la defensa de los españoles pasó a ser una pesadilla para los vigentes campeones. Una intercepción del estadounidense Ja’Len Embry al pase de un muy desaparecido Jadrian Clark, quarterback local, permitió a los Bravos poner más puntos en el marcador, con Helbig liderando el ataque y moviendo las cadenas a las mil maravillas, siempre encontrando en Willie Patterson a su gran aliado. La pena es que las dos siguientes aproximaciones a la zona de touchdown no tuvieron premio grande, y el equipo dirigido por Rip Scherer se tuvo que conformar con un par de field goals.

La exhibición defensiva era palpable, y el 0-15 que lucía al descanso resultó histórico: los todopoderosos Rhein Fire nunca se habían quedado a cero durante los dos primeros cuartos en su andadura en la ELF. Los alemanes apenas pudieron avanzar 84 yardas, mientras que los españoles acariciaban las 200, de las cuales 125 eran de pase (110 de ellas a Patterson). Con el equipo en una nube, y el cielo como límite, el golpe de realidad fue duro a la vuelta de los vestuarios. Chris Helbig recibió un sack, el defensor rodó sobre él y su pierna izquierda tuvo un feo giro. El norteamericano, MVP en el estreno ante los Dragons, estuvo 10 minutos tendido en el suelo y tuvo que abandonar el terreno de juego en camilla. Máxima preocupación por el hombre que estaba llamado a liderar el proyecto de los madrileños.

Las tornas, como es lógico, cambiaron tras la lesión de Helbig. A pesar de que la ventaja en el marcador era de los Bravos, el derrotismo se apoderó de los de la capital, que sacaron a su quarterback suplente, el español Adrián Meléndez, pero que sufrieron un tremendo atasco en el ataque. La defensa, exhausta por pasar tanto tiempo en el campo, concedió en la carrera de Glen Mbeleg-Toonga el primer touchdown para los Fire, y la remontada daba la sensación de ser cuestión de tiempo. Ante situaciones desesperadas, medidas desesperadas, debió pensar Rip Scherer, que sentó al final del tercer cuarto a Meléndez, quien no conectó los dos pases que intentó, para poner en el puesto de quarterback a Willie Patterson, el receptor norteamericano estrella.

Patterson ocupó el puesto de pasador, aunque toda su actividad se resumió en correr o en entregar el balón a la mano a Obi (aunque dio un buen pase de 13 yardas). Tres puntos más de los alemanes colocó el 10-15 en el ecuador del último cuarto. Los Bravos necesitaban un milagro, y vaya si lo encontraron. Después de un par de buenas carreras de Patterson, llegó una penetración del inglés Obi de 39 yardas acabó en un touchdown y que suponía un tremendo balón de oxígeno para los Bravos. La estocada definitiva vino un minuto después, a cinco del final, cuando los madrileños recuperaron un fumble en el despeje posterior a la anotación de Obi. Imperial el británico, que acabó con 149 yardas de carrera y dos touchdown. Había pocas dudas de que los de Madrid iban a certificar una proeza, pero por si acaso Embry, con su segunda intercepción de un encuentro estelar, las cerró por completo.

Euforia en los Bravos, aunque no desmedida porque el corazón sigue en un puño tras la lesión de Helbig, cuya baja puede hacer a los españoles acudir al mercado en busca de un repuesto de garantías. Pero, a pesar de ello, y en el segundo partido de su historia, los Madrid Bravos culminaron una gesta de época y dejaron con la boca abierta a los vigentes campeones. Dos victorias y ninguna derrota, y la mente ya puesta en otro viaje a Alemania el próximo sábado, en este caso a los Cologne Centurions.

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