Lola Fernández Ochoa: “Un deportista sin mente no funciona”
La exesquiadora, presidenta de la Fundación Blanca en honor a su hermana, habla con AS sobre el acuerdo suscrito con el CSD de ayuda psicológica al deportista.
En la mañana de este viernes, el Consejo Superior de Deportes y la Fundación Blanca estrecharon lazos al anunciar un proyecto conjunto en el que trabajarán para facilitar la formación e inserción laboral de los deportistas de alto nivel, dentro el protocolo de actuación suscrito por ambas partes para impulsar el Programa de Atención al Deportista (PROAD). La iniciativa, en la que destaca la incorporación de un teléfono de ayuda psicológica al deportista en todo momento, fue presentada por José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del CSD, y por Lola Fernández Ochoa (Navacerrada, 1966), hermana de la difunta esquiadora y a quien honra presidiendo la fundación que lleva su nombre. Antes del anuncio, Lola charló con AS sobre esta propuesta de Fundación Blanca y sobre la experiencia que guarda al lado de la medallista olímpica.
Pregunta: Ha sido un anuncio que, precisamente, ha costado anunciar.
Respuesta: Se suspendió una vez porque renunció el presidente del CSD el día anterior. Ya era la segunda vez que se cancelaba. Pero bueno, este acuerdo ya estaba firmado, en realidad era formalizarlo.
Y es un acuerdo ilusionante para la Fundación Blanca.
Hemos llegado a un acuerdo con el CSD para poner un teléfono de ayuda psicológica a todos los deportistas de alto nivel. Es para aquellos deportistas que necesiten llamar al psicólogo 24 horas al día, siete días a la semana. Hemos hecho esto a través también de una fundación que nos da parte del servicio, que es Fundación Salud y Persona. Y el CSD nos brindn la lista de los deportistas para que lleguemos a ellos. Que ellos sepan que pueden descolgar un teléfono de ayuda psicológica a las 3 de la mañana.
¿Cómo de importante es esto para la Fundación Blanca?
Hombre, para mí es una de las líneas vitales. Para mí es, yo diría, lo más importante. Que el caso de Blanca no puede quedar en saco roto. Había que mover ficha, y para mí es muy importante que se le dé la divulgación y la ayuda que necesita realmente el deportista. Una vez que se retira, o estando en activo, el tener que un psicólogo que te ayude, que te prepare... No solo para mejorar tu rendimiento deportivo, sino también a nivel mental. Y también para ir trabajando la retirada. Que sea algo como suave, tienes que buscarte otro reto. Que no sea ese vacío que hemos encontrado todos los deportistas cuando de repente te retiras. Si te retiras porque te has jubilado, porque ya ha llegado tu momento, vale. Pero hay casos como el mío, que te retiras por una lesión, y es algo muy duro.
¿Esa línea telefónica también estará al alcance de deportistas retirados?
Sí, pero hay que tener en cuenta que nuestra fundación se centra en los DAN, los deportistas de alto nivel. Aquellos que han tenido que dejar todo por el deporte, que no han podido estudiar, o aquellos que sean olímpicos o hayan ido a Mundiales y que no hayan conseguido medallas. Porque yo siempre digo que, para que haya una Blanca, tiene que haber cientos, miles de Lolas. Y las Lolas se quedan en el camino y también entrenan igual y todo igual, pero solo llega una. Y hay muchas Lolas en el deporte español, muchas.
¿Y cómo va a ser el funcionamiento de esa línea?
Es anónimo, lo único que tiene que ser mayor de edad, eso sí. Es para adultos DAN. Hay unas claves, te tienen que dar una clave y ya puedes llamar las veces que necesites a la hora que necesites. Ese sería un poco el punto de partida y luego se podría derivar. Si un psicólogo trata a un deportista y ve que necesita una ayuda psicológica potente, entonces ahí ya no puede ser anónimo, ya entramos con los psicólogos de la fundación. Incluso ha habido casos que un psicólogo nos ha dicho que no es para un psicólogo, que necesita un psiquiatra. O sea, que también tenemos la parte de la psiquiatría porque hay mucha gente que también lo necesita, con fármacos y demás. Para ello hay un acuerdo con la Clínica López Ibor.
¿En qué más está metida la fundación Blanca actualmente?
Tenemos muchos proyectos bonitos. Hemos hecho un documental que ya se puede ver, vamos a hacer otro sobre trastornos de alimentación en el deporte... Pero lo que nosotros estamos buscando son temáticas para hacer estos documentales que le sirva a la sociedad. Divulgar que lo importante es pedir ayuda, nosotros lo que pretendemos es eso. Que alguien que nos está viendo desde el sofá de su casa vea que hay un deportista, un gran deportista que ha sido tu ídolo, y de repente te dice que él ha pedido ayuda psicológica. Pues que sea un escaparate, un buen escaparate. Entonces estamos buscando también cosas que pasan en el deporte, que también es un problema para la sociedad. Por ejemplo, el tema de un trastorno de alimentación, un tema de adicciones, que también hay mucho en el deporte cuando se retiran... Hay muchos temas que estamos buscando para darle divulgación. Estamos también muy enfocados en dar formación a deportistas, buscando becas y empleabilidad, intentando hacer muchos acuerdos con varias empresas.
También están enfocados en analizar al deportista.
La más grande que hemos hecho hasta ahora, ha sido el tema de la cátedra, que estamos haciendo una junto con la Universidad de Zaragoza y el gobierno de Aragón. Vamos a hacer un estudio potente sobre el deportista: cuántos deportistas se retiran con estudios, cuántos se retiran por lesiones, cuántos se retiran arruinados, cuántos se arruinan, cuántos se retiran y se dan a las drogas... Una fotografía importante del deportista, y con eso ir a los grandes deportistas y decirles mirad cómo está el deporte español. Hay que mover ficha. Concienciar al propio deportista, al entorno, a los entrenadores, que es vital cuidar la salud mental. Es igual que entrenar el físico. Hay que tener un psicólogo, es que un deportista sin mente no funciona. Pero te juega una mala pasada y...
¿Cómo está viendo la evolución, que cada vez se habla más de salud mental?
Bueno, estamos empezando a oírlo, se está empezando a hablar. Sigue habiendo mucho estigma y mucho tabú con este tema. Pasarán muchos años para que esto se normalice. Ahora me estoy peleando, voy a federaciones que no tienen psicólogos en plantilla, y esto tiene que ser algo primordial. Es verdad que se está hablando, es verdad que los medios de comunicación hablan cada vez más de ellos, es importante que nos deis esta visibilidad. Pero falta mucho, falta muchísimo. Y luego hay que mover ficha, claro. Yo ya he puesto un teléfono para los deportistas, pero no todos pueden ir ahí, no creo que llamen los 4.500 deportistas. Yo creo que esto viene de arriba, de las instituciones y los que mueven el deporte, tienen que ayudar a quitar estos estigmas.
A la hora de montar esta línea, ¿existe el miedo de que un deportista no se atreva a llamar?
Por supuesto. Eso lo tenemos claro. Y va a haber una campaña de concienciación. Sabemos que esto va a tardar en quedarse, que esto tiene que ser un boca a boca. Que alguno se anime y se lo cuente a otro. Porque el deportista, bueno, todo el mundo, necesita un poco de tiempo porque nos da mucha vergüenza reconocer que necesitas un psicólogo. No sé por qué, pero bueno. Yo siempre digo que no tienes que ir al psicólogo cuando estás mal, tiene que ser como algo natural, una terapia normal. Tengo una hija maravillosa que está fenomenal, y ella va a terapia mucho. Y le ayuda y le viene bien, Yo creo que esto hay que normalizarlo. Encima el deportista es todavía más hermético que una persona de la calle normal por el ego, el miedo a que, por ejemplo, se enteren sus federaciones, sus entrenadores... Puede implicar que no les seleccionen para un evento. Tú imagínate para unos Juegos Olímpicos, que hay que llevar a cuatro y son cinco, y hay uno que ha pedido ayuda psicológica. Pues se queda en casa, ya te lo digo yo. El deportista aguanta mucho, y yo creo que cuando sale un tema así es porque no pueden más. Al deportista le cuesta mucho más pedir ayuda.
Y usted, que ha recibido muchos golpes en la vida, ¿qué relación tiene con los psicólogos?
Pues yo, desgraciadamente, nunca fui al psicólogo hasta que pasó lo de mi hermana. Nunca. La vida me ha dado muchos palos y he tenido momentos muy duros en mi vida, pero bueno, somos deportistas, somos fuertes. Parece como que te lo tienes que cargar a las espaldas. Y la verdad es que lo de mi hermana Blanca para mí fue un antes y un después. Ahí fue cuando pedí ayuda. Y gracias a estas terapias, que ahora hace tiempo que no voy, entendí lo que me ha pasado, lo que ha pasado con Blanca, que es una decisión suya. Que yo no tengo ningún tipo de remordimiento. El único remordimiento que puedo tener es que me pidió que no lo contase Y le hice caso y no lo corté. Lo que tenía que haber hecho es contarlo y que buscase ayuda. Pero es la única espinita. A mí la experiencia de la terapia me ha parecido maravillosa, la recomiendo a todo el mundo. Yo también quería experimentarlo antes de recomendar a todo el mundo que vaya a un psicólogo.
¿Cuál es el futuro de Fundación Blanca? ¿Qué es lo que está por venir?
La vamos a liar. Quiero ayudar, mi objetivo es ayudar de verdad al deportista. Yo quiero que teman a la Fundación Blanca cuando vaya a una federación. O que teman cuando venga un deportista y me cuente algo. Quiero que teman porque vamos a movilizar, estamos haciendo proyectos buenos, y estamos con la ilusión de que alguien haga algo por los deportistas. Queremos enseñarles la importancia de la salud financiera, queremos hacer talleres para entrenadores, para padres. Hemos hecho ya varios acuerdos que en breve saldrán. Será un bombazo. Yo quiero que la Fundación Blanca sea el altavoz del deportista que necesite ayuda y que no le hagan caso. Y vamos a estar ahí siendo cañeros, estoy con muchas ganas de dar caña.