Lindsey Vonn: “Cada vez que dicen algo negativo sobre mí sólo hacen que esquíe más rápido”
La esquiadora estadounidense concedió una entrevista a Red Bull en la que analizó su regreso al esquí antes de los Juegos de Invierno: “Yo ya he ganado”.
La esquiadora Lindsey Vonn, una de las grandes leyendas de la historia del esquí, quiere seguir soñando sobre a nieve a sus 41 años y además hacerlo después de casi cinco años alejada de las pistas de esquí tras su retirada en 2019.
En una extensa entrevista concedida a Red Bull, el patrocinador que le ha acompañado durante toda su carrera, Vonn reveló cómo vivió su regreso a la competición tras su ausencia. “Hasta ahora no habría tenido la sensación de una alegría abrumadora hasta el punto de querer llorar. No era normal tener los ojos lloros cuando estás a punto de esquiar a 130 km/h. Pueden pasar un millón de cosas que pueden cambiar el resultado de una carrera, pero no hago esto por un trofeo de participación, no quiero una estrella dorada”.
Una Vonn que en los años que estuvo alejada de la competición dio sus primeros pasos en otras disciplinas fuera del deporte, pero sin la misma emoción que el esquí. “No hay nada como las carreras de esquí Podía fingir con que el resto de cosas que hacía eran emocionantes, pero no son lo mismo. Además, ahora soy una mujer más madura, más centrada y tranquila. Conozco lo que quiero hacer y tengo la piel bastante dura”.
La estadounidense también habló sobre las lesiones y cómo la última intervención que se hizo en la rodilla le ha ayudado a poner fin a los dolores. “No tuve que pensar en mi rodilla, no sentía nada cuando antes sólo sentía dolor. Me salió una sonrisa de Joker de oreja a oreja, por fin podía usar mi cuerpo como debía ser”.
Vonn también asegura que tras su regreso está el hecho de rendir tributo a su madre, fallecida en 2022 tras una larga enfermedad. “Perder a mi madre ha intensificado mi forma de vida. Cuando empecé a sentirme bien después de la intervención en la rodilla creo que se habría decepcionado conmigo si no lo hubiera intentado. No quiero llegar a la meta con la sensación de que podría haber dado más”.
Pese a su retirada del deporte, Vonn siempre ha seguido fiel a su rutina en el gimnasio y ahí fue donde decidió volver a la competición tras superar el calvario en sus rodillas. “A causa de mis lesiones nunca pude entrenar tan duro como quería los últimos años de mi carrera. Pero saltar al cajón de 50 centímetros con una pierna fue una señal de que mi vida había cambiado. Aunque tenga 41 años he dado un giro de 180 años, me siento de maravilla”.
El regreso de Vonn no estuvo exento de críticas por parte de otras figuras del esquí que lo consideraron toda una temeridad, aunque la estadounidense cree que le motiva más de cara a su regreso a la competición. “Es gracioso que me critiquen, ya que a estas alturas la gente debería darse cuenta que cada vez que dicen algo negativo sobre mí sólo hacen que esquíe más rápido. Algunos piensan que soy una temeraria. Sí, soy intrépida, pero a la vez muy calculadora. No salgo a esquiar porque sí. Me preparo para todo y sé cómo limitar los riesgos”
Vonn también mostró la exigencia con la que ha vuelto a la competición, asegurando que el año pasado tuvo problemas con su equipamiento, y repasó la gran ayuda de otra leyenda del esquí como el noruego Aksel Lund Svindal en este regreso. “Tuve problemas con mi equipamiento la temporada pasada. Si la carga aerodinámica no es la adecuada y derrapas en las curvas, no importa lo rápido que sea el motor porque no tendrás un coche ganador. Y agradezco lo que hizo Svindal por mí, creo que es la primera vez que un campeón masculino recientemente retirado se presta para entrenar a una mujer. En tenis es normal pero en el esquí no, y eso me ilusiona mucho”.
Vonn hace un balance positivo de la pasada temporada, donde logró subir a un podio en la Copa del Mundo pese a su ausencia durante años. “Teniendo en cuenta lo poco que entrené en los meses antes de la Copa del Mundo y en los seis años anteriores, la temporada fue bastante buena. Fue una prueba y ahora ya estoy lista para empezar. Tengo las piezas del rompecabezas en su lugar y me queda por colocar las últimas. Y no he escuchado nada de todos los que tenían opiniones firmes sobre mí”.
La estadounidense también mira con ilusión a los Juegos Olímpicos de Invierno de Cortina d’Ampezzo, en una pista de grandes recuerdos para ella aunque sabedora de la feroz competencia por luchar por una plaza en las finales. “Podría quedarme dormida visualizando esa pista, es como si la hubiera esquiado un millón de veces. He tenido mucho éxito en Cortina d’Ampezzo, es uno de mis lugares favoritos del mundo. Soy la menos favorita y la más favorita al mismo tiempo. Nadie espera que haga nada a los 41 años pero también esperan que lo haga todo. Sólo intento ser fiel a mí misma, y sé de lo que soy capaz”.
Triunfe o no en la cita olímpica, Vonn asegura que ella ya ha ganado con el ejemplo que ha dado con su regreso a la competición. “No quiero demostrar que fui una gran esquiadora, ya no se trata del esquí. Mi trayectoria resuena para mucha gente y veo esto como una responsabilidad. Puedo demostrar que todo es posible para las mujeres en el deporte. Estoy haciendo algo que nadie más ha hecho. Estoy haciendo algo que nunca pensé que podría hacer. Así que, ya he ganado”.
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