NATACIÓN | FUKUOKA 2023

Ledecky, Titmus y McIntosh: la carrera del siglo (parte 1)

La natación arranca en los Mundiales de Fukuoka con los 400 libre femeninos, que juntará a tres nadadoras capaces de batir la mejor marca de siempre, aperitivo de los Juegos de París.

Los Mundiales de Natación de Fukuoka dejan la natación artística y dan paso a lo grande a la natación en línea. No hay carrera que, a priori, presente más alicientes que los 400 libre femeninos, el duelo más esperado en los Juegos Olímpicos de París que tendrá su primera parte en la ciudad japonesa. Como ocurriera en Atenas 2004 en los 200 libre, cuando se congregaron el australiano Ian Thorpe (oro), el estadounidense Michael Phelps (bronce) y el holandés Pieter van den Hoogenband (plata) en los 200 libre, que coincidan tres de las mejores nadadoras de la especialidad por lo que han sido, son y pueden ser es un eclipse, un hecho que ocurre raramente y quien lo observa en directo puede considerarse un privilegiado.

La reina de la especialidad es Katie Ledecky. La de Whasington es para muchos expertos la mejor nadadora de la historia (diez medallas olímpicas, 22 mundiales y 26 de las 32 fueron de oro) aunque su repertorio se haya basado solo en el estilo libre. Posee los récords de los 800 y 1.500 y ha dominado, como en Kazán 2015, los 200 y los 400 también. Solamente la australiana Shane Guold lo consiguió en los años 60. Más allá de las medallas, el valor de Ledecky está en las marcas, estratosféricas, solo ella es capaz de nadar a velocidades más propias de hombre en las pruebas largas. Pero en los 400 libre, desde el Mundial de Gwangju de 2019, se ha topado con otros dos talentos. Su mejor marca de siempre es 3:56.40. Este año ha nadado en 3:58.84 pero es la vigente campeona.

En la Universidad de Nambu, en Gwangju, Ledecky perdió el trono ante una joven australiana que le infligió la primera derrota de su historia. Parecía invencible la estadounidense, pero Ariarne Titmus fue capaz de marcar un ritmo de carrera superior al de Ledecky acompañado por un final más demoledor. Titmus hizo doblete en los Juegos de Tokio (200 y 400) y no se presentó al improvisado último Mundial de Budapest. Su mejor cronómetro es de 3:56.24 y este año ha nadado cerca de Ledecky (3:58.47). Pero lejos de la tercera invitada a la fiesta acuática, la más joven y la favorita, la actual subcampeona mundial.

Summer McIntosh representa la irrupción más sísmica de la natación femenina desde Missy Franklin en los Juegos de Londres 2012, quien en la capital británica se colgó cinco medallas olímpicas y seis oros en los siguientes Mundiales de Barcelona. La canadiense, con solo 15 años, ganó cuatro medallas en Budapest 2022 en pruebas tan variopintas como los 200 mariposa, 400 estilos y 400 libre, y en Fukuoka está llamada a poner patas arriba la natación con un programa ambicioso. Y una de esas disciplinas es este 400. El pasado marzo, a los 16 años, logró el récord mundial, que ya roza los 3:55 (3:56.08). No tiene límites la de Toronto, el mejor producto de la prominente natación canadiense que tan bien conoce el entrenador jefe de la natación española, el británico Ben Titley.

Ledecky es experiencia y al mismo tiempo despresurización, ya no está considerada la gran favorita: desde 2016 no nada en 3:56. Titmus logró su mejor marca en mayo de 2022 pero desde entonces no se ha vuelto a acercar a 3:56 mientras que McIntosh llega con la mejor marca del año (récord del mundo) y con la baza de la edad, que le permite tener un margen de mejora más grande. Ledecky, Titmus y McIntosh. La carrera del siglo está servida. Domingo a partir de las 13:30.

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