Las mujeres conquistan el 37,5% de las medallas de París

Nuestras deportistas paralímpicas han conseguido dos de los siete oros, cinco de las once platas y ocho de los 22 bronces. Un total de 15 de las 40 medallas.

París
Paulino Oribe

La conquista de París 2024 se escribe en femenino. Estos Juegos ya se presentaban históricos en cuanto a la presencia de mujeres en el equipo español. Nunca hubo tantas deportistas paralímpicas en una cita así, un 36% para ser exactos. Se superaron, por tanto, los registros de Barcelona 1992 (29%), Atlanta 1996 (26%), Sídney 2000 (25%), Atenas 2004 (22%), Pekín 2008 (24%), Londres 2012 (22%), Río 2016 (24%) y Tokio 2020 (31%). El crecimiento es evidente, aunque el ritmo es lento. Precisamente, esa es una de las metas en las que trabajan de forma conjunta el Comité Paralímpico Español y las Federaciones. “No hemos conseguido la equiparación y esa es nuestra asignatura pendiente”, admitió Alberto Jofre, director gerente del Comité Paralímpico Español.

Ellas son menos, pero ganan más en proporción. El 37,5% del total de medallas cosechadas en París son de mujeres. Nuestras deportistas han conseguido dos de los siete oros (Tasy Dmytriv y Susana Rodríguez), cinco de las once platas (dos de Nuria Marqués, Sara Martínez, Marta Francés y Marta Fernández) y ocho de los 22 bronces (dos de Marta Fernández, Alba García, María Delgado, Teresa Perales, Judith Rodríguez, Tasy Dmytriv y Marta Arce). Un total de 15 de los 40 metales.

Muchos de los nombres propios de los Juegos son femeninos. La abanderada Marta Arce volvió a colgarse una medalla doce años después, la incombustible Teresa Perales dio caza por fin a Michael Phelps, la debutante Judith Rodríguez devolvió a la esgrima a un podio tras 24 años en blanco, Sara Martínez cerró su carrera desde el podio, Susana Rodríguez dejó atrás el burnout y el accidente con el oro, Marta Francés se llevó medalla y conocer a su ídolo Topuria... Y Loida Zabala obtuvo el premio a la vida: pudo participar.

Más allá de las medallas, ellas nos dieron otras lecciones. Adi Iglesias fue pura elegancia en la derrota. “Es una forma de aprender porque, en el deporte, se pierde más que se gana”, resumió la atleta al irse de vacío. Y Elena Congost perdió su medalla por ayudar a su guía, soltándose de la cuerda instintivamente para evitarle una caída.

Atendiendo a lo estrictamente deportivo, tres de los cuatro deportistas que han hecho triplete son mujeres. Al ciclista Ricardo Ten le acompañan las nadadoras Nuria Marqués, Marta Fernández y Tasy Dmytriv. Esta última la benjamina de la expedición —con sólo 16 años— y la gran revelación de estos Juegos. Menos presencia tienen entre quienes se han subido al podio en un par de ocasiones: sólo la nadadora María Delgado acompaña sus compañeros Iñigo Llopis y Enrique Alhambra, los ciclistas Garrote y Cabello y el atleta Álvaro del Amo.

Una vez conseguida la equiparación en los premios entre Olímpicos y Paralímpicos, pelear por la igualdad entre hombres y mujeres es el gran reto de la sociedad y el deporte español. “Las personas con discapacidad tienen que ser iguales siendo diversas. La única obligación que tenéis es no cesar nunca en la reivindicación y la lucha por los derechos fundamentales. Quedan muchas cosas por hacer, como que en Los Ángeles haya paridad entre hombres y mujeres”, insistió el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy. De momento, ellas siguen ganando batallas. Con pasos cortos, pero firmes.

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