MUNDIAL DE SNOOKER

La revolución del snooker llega con Brecel y Si Jiahui

El jugador belga, de 28 años, tumbó al mito Ronnie O’Sullivan en cuartos de final del Mundial. Confesó que tras los octavos salió hasta tarde: “Estaba completamente borracho”. Se enfrenta al novato chino Si, de 20 años.

Zac Goodwin - PA ImagesPA Images via Getty Images

El snooker acostumbra a ser un deporte en el que dominan jugadores nacidos en las Islas Británicas. Normalmente de mediana edad, entre 30 y 50 años. Eso se cumple en una de las semifinales de este Mundial. La juega Allen y Selby, un clásico con cuatro títulos. Pero en la otra se ha producido una revolución...

En el Teatro Crucible de Sheffield, un especialista de la Europa continental, el belga Luca Brecel, y un chino de 20 años, Si Jiahui, luchan por un puesto en la final. Un olimpo en el que siempre triunfaron gente de las islas, salvo en 1957 (se lo llevó el australiano Lindrum), en 1980, cuando el canadiense Clift Thorburn venció, y en 2010, con la victoria del también australiano Neil Robertson. Los tres con un atenuante: de origen anglosajón, de la Commonwealth.

Llamativo es el caso del incisivo Luca Brecel, de 28 años, el niño prodigio de Dilsen Stokkem. Con 12 años hizo su primera centena y dio que hablar por primera vez de snooker en un país, Bélgica, donde el gran nombre siempre ha sido Raymond Ceulemans, el rey de las carambolas, el billar a tres bandas. Brecel ha cambiado la historia. Es el primer jugador de Europa continental en ganar un torneo del Circuito Mundial. Ha cambiado el juego, se ha hecho respetar entre gales, ingleses, escoceses e irlandeses, y su nombre ha retumbado tras vencer en cuartos a la leyenda Ronnie O’Sullivan. La Bala Belga le hizo siete frames seguidos al Cohete. Directo y con muchos riesgos.

Sobre su juego agresivo, Brecel dijo: “Siempre juego igual, así que no es una sorpresa para mí. Tengo un plan ‘B’ pero nunca elijo jugarlo. Me encanta ganar, pero no me importa perder y esa es una combinación peligrosa”. Directo, como su mirada y sus golpes a veces cargados de exceso de pasión. Pero luego se redime con técnica finísima, con un buen manejo de la bola blanca y un control de maestro de las troneras centrales. También a veces se pone nervioso y pierde las formas. Por calidad y carácter, tiene muchas similitudes con O’Sullivan, que admira su juego: “Me encanta verlo ganar, cómo maneja el taco. Así es como se debe jugar al snooker”. El Cohete bendice a la Bala Belga, también de hábitos duros.

Su fama de ‘enfant terrible’ la alimenta él mismo, que confesó que lleva una vida nocturna “ajetreada”: “Antes del torneo salía de fiesta y me iba a dormir a las 6 o 7 de la mañana, jugaba al FIFA con mis amigos, bebía... Incluso después de ganar a Williams en octavos llegué a casa a las 7 de la mañana. Estaba borracho como el infierno”. Era la previa del partido con O’Sullivan. De niño prodigio a ‘enfant terrible’. Su plan funcionó y ahora se bate con este tímido chino, de juego asombroso.

Luca BrecelGeorge WoodGetty Images

Si Jiahui, debutante de 20 años

Si Jiahui también trasnochó el miércoles, porque jugó hasta casi las 1:00 de la madrugada un partido épico de cuartos con el escocés McGill, tipo duro en esto de los Mundiales. En una lección de paciencia y técnica, Jiahui lo aniquiló. Debutaba en el Mundial y es el semifinalista más joven desde O’Sullivan en 1996 (también con 20). “Mereció ganar, porque controló los momentos decisivos”, dijo McGill.

Jiahui sigue con su perfil bajo, de ‘underdog’. “No quiere que esperen demasiado de mí, ya controlo mis nervios y no tiemblo en algunos golpes importantes. Me sorprende estar en semifinales”, contaba. Y habló de la comparación que se hace entre él y el mito chino Ding Jinhui. “No me comparen con él, por favor”.

Si Jiahui.Zac Goodwin - PA ImagesPA Images via Getty Images

En la otra semifinal se retan los clásicos del snooker. Mark Selby y Mark Allen. Inglés y norirlandés. Selby, el único de los que quedan en acción con un título mundial (con cuatro), tumbó al ilustre escocés John Higgins (13-7) y Allen, al galés Jak Jones. Selby y Allen representan la tradición, Brecel y Si, la revolución. Se enfrenta lo clásico y lo nuevo en el Crucible. ¿Qué se impondrá?

Lo más visto

Más noticias