NATACIÓN

La complicada factura agonística de los clubes deportivos españoles

La subida del gas, de la luz, del IPC y de los tipos de interés acorrala a las entidades deportivas, especialmente las acuáticas. ACEDYR y el CN Sabadell hablan de la “llegada del lobo”.

DIARIO ASDiarioAS

El CN Sabadell es uno de los grandes clubes de España, con una masa social que llegó a superar los 30.000 socios y ahora oscila los 25.000. En la temporada 2018-19 consumía 15.080 MWh de electricidad, gas (añadidos los miles m3 de agua) y pagaba 1.240.000 euros. El curso 2022-23 tiene presupuestado un consumo de 10.894 (35% menos) pero pagará 2.338.000 euros (80% más). “El círculo es peligroso. Ha llegado el lobo y no es el del cuento”, comenta Claudi Martí, el presidente de un club que nutre con deportistas olímpicos a las selecciones de waterpolo y natación.

Gráfico CN Sabadell.

La subida de los precios energéticos afecta a cualquier bolsillo, pero especialmente a los clubes especializados en deportes acuáticos. “Nosotros los llamamos los tres ejes del mal: los costes energéticos, la subida de IPC y la finaciación a crédito variable”, explica Ricardo Ruiz, gerente de ACEDYR (Asociación de Clubes y Entidades Deportivas y Recreativas), quien insiste en que las soluciones son escasas. “Los clubes pueden bajar la temperatura del agua, restringir agua caliente, cambiar la iluminación... Pero al final todo requiere inversión y están los créditos”, insiste, mostrando de nuevo ese laberinto económico sin salidas a corto plazo. “La situación no es para que clubes cierren, no nos hemos encontrado aún con esas situaciones, pero será difícil que aguenten así mucho tiempo”, concluye.

A la preocupación de ACEDYR, Martí le pone hechos concretos. “Los consumos los puedes controlar, pero no los precios. De las seis piscinas que tenemos, habrá dos que no las podremos calentar. Hemos hecho inversiones por 200.000 euros para colocar leds mientras que habrá espacios comunes que no calentaremos”, añade el presidente del CN Sabadell, que reitera que el club presentará unas pérdidas de unos 300.000 euros y que el acumulado de los últimos años, agravado por la pandemia, supera ya el millón. “Hemos reducido costes y recuperado ingresos, pero también activamos palancas. En este caso, la externalización de unas nuevas pistas de pádel. El coste financiero está subiendo”, advierte.

Esta situación apocalípitca no cuenta de momento con un amplio soporte de las instituciones. Recientementem, el Consejo Superior de Deportes (CSD) ha aprobado unas ayudas para todas aquellas entidades que han albergado eventos internacionales. Unos cuantos clubes, como el CN Sabadell, a los que se les destinarán unos cinco millones en total si realizan alguna renovación energética. Pecata minuta según las cifras que se manejan. Martí apunta potenciar una idea que ya ocurre en otros países para aumentar el número de socios, y es la desgravación fiscal, algo de lo que el CN Sabadell se beneficia a medias.

“El socio paga un 12% o 13% más que antes de la pandemia. Al socio le cuesta menos ser socio porque hemos activado la desgravación fiscal. El 25% de la cuota se le devuelve porque entra en el concepto de donación. Se trabaja para eso, ojalá se pueda generalizar”, cuenta el presidente del CN Sabadell, que también apunta que no es incompatible tener equipos potentes, en este caso de waterpolo, con el servicio que se le da a los socios. “El waterpolo profesional no le cuesta nada al socio. Tenemos subvenciones y ayudas con las que nos financiamos. De los tres millones de ingresos al año por las cuotas, solo 600.000 van al deporte de competición, pero a la base, a la promoción, no a los primeros equipos”.

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