“He pasado mis tres meses más angustiosos, difíciles y tristes”
Fichó por el Pro Recco, el ‘rey Midas’, y el club quebró. En los Juegos, sufrió con España una eliminación prematura. Pero Álvaro Granados ha vuelto al Barceloneta, dispuesto a conquistar Europa.
Máximo goleador con el Novi Beograd serbio de las dos últimas ediciones de la Champions, de la que fue subcampeón en 2023, y autor en enero del tanto que dio a la Selección española masculina el primer oro europeo de su historia, ha atravesado Álvaro Granados (Terrassa, 08-10-1998) un auténtico tornado emocional. Inició el verano firmando por el Pro Recco, el auténtico rey Midas del waterpolo mundial, que unas semanas después entró en liquidación. Sufrió con España la prematura eliminación de los Juegos Olímpicos de París 2024. Y, finalmente, ha regresado al CN Atlètic Barceloneta, con el que el pasado domingo ya conquistó la Supercopa de España y ahora inicia el camino en División de Honor y, de nuevo, la Champions.
“Seguramente, han sido los tres meses más angustiosos, complicados y tristes de mi vida”, reconoce Granados, en conversación con AS. “Pero, pase lo que pase, esto es solo waterpolo, deporte, y hay cosas mucho más importantes”, trata de relativizar. Y se remonta a junio. “Para mí, el Pro Recco siempre había sido un sueño. Y la oferta que me hicieron cumplía todo lo ideal para que pudiera marcharme del Novi Beograd, donde estaba feliz. No lo dudé”, rememora. “Y justo cuando parecía que ese sueño se iba a cumplir, que todo iba a ser bonito, llega una llamada y me dicen que el club y el proyecto se van al traste”, sentencia.
El Real Madrid del waterpolo
De repente, y tras más de dos décadas como propietario y mecenas, el empresario Gabriele Volpi decidía retirarse del club conocido como el Real Madrid del waterpolo, por su inmensa capacidad para ganarlo todo: 36 títulos de Liga, 11 Champions, nueve Supercopas de Europa… Y el Pro Recco se quedaba sin siquiera los 25.000 euros necesarios para asegurarse una plaza en la máxima competición continental.
“Todo esto me pilló en un torneo preparatorio para los Juegos, en Italia. Yo iba a ser el nuevo del equipo, no conocía prácticamente a nadie, pero aprovechando que con nosotros estaba la selección italiana, fui a hablar con algunos de ellos. En ese momento optimistas, pero para mí lo peor era la incertidumbre. Yo necesitaba solventar mi futuro antes de los Juegos, y ahí es donde apareció el Barceloneta”, relata el goleador.
La entidad marinera, a la que había pertenecido hasta hace dos años, apostó por su rescate. “Era la mejor opción que podía tener en esa situación. Estoy increíblemente agradecido por que me ayudaran cuando estaba colgado”, se sincera Granados, quien de todos modos no ha vuelto para disfrutar de una zona de confort (“en absoluto”, zanja), sino porque está convencido de que “este equipo aspira a todo. Tenemos todo lo necesario para ser campeones de Europa”, proclama.
“Atribuirlo a la mala suerte sería de cobarde”
Pasa el futuro por la piscina Sant Sebastià y la Champions, pero también por una Selección española que representó su segundo vaivén anímico del verano: la eliminación en manos de Croacia en los cuartos de final de los Juegos. “Fue duro, porque veníamos jugando un waterpolo muy bonito y el equipo estaba sólido, pero esto es el deporte: 32 minutos te ponen donde quizá debes estar”, asume el catalán, sin medias tintas: “Perder y atribuirlo a la mala suerte me parecería cobarde, de mal deportista”.
“Cometimos errores, no estuvimos a la altura de la situación”, razona Granados, quien abunda: “Nuestro objetivo era ganar los Juegos, y para lograrlo debíamos ser capaces de derrotar a cualquiera, también a Croacia. Intento ser realista en los momentos difíciles, y pasó. Es responsabilidad nuestra”, zanja. Aunque apostilla: “Todo pasa por algo, y aunque ese momento no volverá jamás, perder sirve para aprender a ganar. Este equipo es joven y volveremos, seguro. Con más experiencia y con la lección aprendida”.
Pero no podía concluir la conversación con un mal sabor de boca. Y, dado que es un reconocido seguidor blanco, y que él mismo empleó esa equivalencia del Real Madrid del waterpolo cuando se anunció su fichaje fallido por el Pro Recco, le preguntamos si sería posible un desmantelamiento así de abrupto e inesperado en el Madrid de verdad. El del fútbol. Granados no tiene dudas: “Creo que Florentino no dejará que eso pase. Confiemos en el tito Flo”, se despide, con una sonrisa.
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