PÁDEL | MADRID P-1

Gemma Triay y Fede Chingotto, en Madrid con la inercia romana

La jugadora balear ganó el Major de Roma, el primero femenino del Premier: el argentino llegó a su primera final del año.

Este miércoles debutan en la pista central del Madrid Arena las cuatro parejas finalistas del Major de Roma del domingo. Gemma Triay (31) con Marta Ortega, tiene el honor de abrir el palmarés de vencedoras en la historia del Premier Padel; Fede Chingotto (26), por su parte, llegó a la final con Paquito Navarro, la primera del año para ambos. Gemma y Fede visitaron ayer la Redacción de AS, y aunque su única relación aparente es que son casi vecinos, formarían una gran pareja en ese pádel mixto que impulsa la Federación Internacional. “Por mi, encantada; porque subo a la red y que Chingotto, las barra todas”, ironizaba Triay, mientras que Fede asumía que su trabajo sería el de siempre, “correr y correr”.

En Madrid Gemma Triay parte como favorita, porque además de número uno en los tres últimos años, llega con el premio de Roma: “Dejadme disfrutar. Soy pareja número dos, y es otra la favorita. El uno representa mucha presión”.

Gemma Triay en As.

Para Chingotto la final de Roma representa un alivio en ese matrimonio tan exigente con Paquito Navarro. “Todos los jugadores que aspiran a ganar, son exigentes: no puedes esperar que te echen flores cada partido, porque están arriba precisamente por esa exigencia. Con Paquito, en los dos meses que llevo, no tengo ninguna diferencia”, comenta el argentino.

Gemma llegó al pádel desde el tenis, aunque reconoce que en su club de Mahón, no le interesaba: “Estuve dos años sin hacer deporte por las lesiones, pero quería competir; lo hice en el pádel, en un torneo universitario en el que estaban Amatriain y Llaguno, y me enganché”. Fede cuenta que “aunque parezca mentira”, empezó en el baloncesto “donde hacía los mismo que en el pádel, molestar a los rivales”, pero no vio futuro en un deporte de gigantes con su 1,69 metros y pasó a un pádel donde “ahora se palpa la internacionalización”. “He disputado dos Mundiales, y en el primero pasábamos rondas; en el segundo, veíamos que necesitábamos competir”.

Fede Chingotto.

Ganar en Madrid “es objetivo de cualquiera”, y coinciden ambos que “es la segunda casa de la mayoría de los jugadores”. Asumen con normalidad los cambios frecuentes que se producen en las parejas, y Gemma echa balones fuera cuando se le pregunta por el futuro, cuando deba elegir entre Alejandra Salazar (recuperándose de una operación) y Marta Ortega: “Vamos a vivir el presente y disfrutar. Con Marta se nota la mejoría cada semana, y mi reto es que vuelva a mostrar lo buena jugadora que es”, dice la balear. Mientras que Chingotto y Tello era casi una palabra hasta que el año pasado se rompió: “Me sorprendió el momento, y que Juan se fuese con Paquito; pero nuestra relación había llegado a su fin por el desgaste de tantos años juntos”, y cuenta un secreto: “Me hubiese gustado haber jugado con Belasteguín, uno desde chico, y cuando le veo se lo digo, que nos faltó una semana para ser pareja la que retrasó su ruptura con Sanyo”. Así de activo es Chingotto, un tipo que sorprende a la propia Gemma, cuando dice que “jugar con tipos como Coello que en un paso recorre lo que yo en siete, es muy complicado”.

Lo más visto

Más noticias