Falcao: “El fútbol sala tiene una crisis de identidad y de ídolos”
El brasileño, considerado por muchos el mejor del mundo, atiende a AS antes de ser embajador de la Intercontinental entre el Palma y el Magnus.
A lo largo de toda la historia del fútbol sala, hay un nombre que sobresale (tal vez dos) por encima del resto: Alessandro Rosa Vieira (47 años). De ese modo, solo le conocen los más fanáticos, ya que su apodo es el que entró en la historia de este deporte: Falcao. A sus 47 años (retirado hace seis), sigue de manera activa relacionada con el deporte, además de poseer distintitos negocios en Brasil, y además será embajador de la Copa Intercontinental entre Palma (campeón de Europa) y el Magnus brasileño (campeón de la Libertadores) que se celebrará el próximo sábado 2 de noviembre (19:30) en la isla balear. Es amigo de los brasileños del Real Madrid (Rodrygo, Vinicius…) y acudió al Real Madrid-Barça del Bernabéu. Vinicius tenía preparada una camiseta para él desde hace tiempo. Antes, en la sexta planta del The Principal Madrid en Gran Vía, la leyenda habla con AS.
¿Cómo es la vida de Falcao actualmente?
Lo primero, un placer hablar contigo. Organizo muchos partidos y eventos en distintos países, y también en Brasil. Hasta mayo ya tengo todo cerrado. También tengo otras empresas fuera del deporte, pero sigo muy ligado al fútbol sala, por lo que me mantengo en forma para mostrar mi mejor versión en los eventos.
Está de embajador para la Intercontinental entre el Palma y el Magnus, su último club. ¿Qué espera del partido?
Un duelo equilibrado y el Palma, al jugar en casa, tiene un 51% de opciones de ganar, pero son dos equipos con un estilo de juego parecido, entrenadores jóvenes y pienso que será un 4-3 para uno de los dos equipos. Antes de este año nunca había estado en Palma, y a buen seguro volveré muchas veces y estará en mi calendario. La gente me hablaba siempre de Ibiza, y a mí me encantó Palma.
¿El Palma tiene seguimiento en Brasil?
¡Sí! Tiene diez brasileños en el equipo. Hace tiempo conocí a una persona, José Tirado (director deportivo del Palma) que conoce a los jugadores, mira sus partidos y observa cosas que otros no ven. No tiene mucho dinero para gastar y siempre acierta. Y ahora, mira, son bicampeones de Europa.
¿Qué le parece el fútbol sala actual?
Las selecciones que antes estaban más por debajo, o en el punto medio, subieron, por lo que ahora hay mucho equilibrio. También es cierto que la calidad ha caído mucho. Si miras a los jugadores de 2008, 2012… actualmente es muy diferente. Argentina, finalista en los tres últimos Mundiales, con buen esquema táctico, pero no creo que tengan jugadores para tanto, lo que también hace que tenga un gran mérito por su parte. Francia, con todos los respetos, pero en su primer Mundial, semifinalista… el equilibro existe, pero bajó la calidad. Eso sí, yo soy un apasionado del fútbol sala y siempre veré los partidos.
¿Y por qué ha bajado esa calidad?
Creo que es algo generacional. En mis tiempos se juntó la mejor de Brasil, la mejor de España, la de Rusia, la de Italia. Cuando éramos niños no teníamos portero-jugador. Las reglas cambiaron muy temprano y fue malo para los chicos, porque ahora se pierden muchas cualidades técnicas. Ahora no hay muchos jugadores que destaquen a nivel individual. Se cambió la mentalidad: solo importa el resultado, no vender el fútbol sala. Antes, el público iba a ver jugadores, se reunía toda una familia para ello. Por ejemplo, Brasil fue campeona del mundo en septiembre. Tengo la certeza de si en 10-20 días preguntas a gente que no son de fútbol sala, no te saben decir dos campeones del mundo. Hace falta un planteamiento para mejorar la imagen, hacer más entrevistas, hablar con más gente. Ahora juegan, se es campeón del mundo, y para casa. Se acabó, y esto es un problema.
¿Es real la sensación de que ahora es un fútbol sala más físico?
Cuando ves una semifinal, o una final, de 2008 y 2012, y una de ahora… es todo muy diferente. De calidad, de pensamiento. Dyego (brasileño del Barça) juega mucho el uno contra uno, pero antes hablábamos de 30 jugadores que hacían eso. Ahora, de cinco o seis como mucho. Y en España además tiene un problema serio, porque alcanzó a Brasil muy rápido en el pasado, pero también cayó de manera rápida. Tiene la principal Liga junto a Brasil. Tiene jugadores buenos y debe pensar qué hacer, porque para el fútbol sala es muy importante que España esté entre los cuatro mejores.
Usted ganó los Mundiales de 2008 y 2012, ambos contra España. Eran duelos que nunca defraudaban y Falcao era el más vigilado.
Fui profesional durante 20 años, y en todos los España-Brasil nunca hubo una diferencia de más de un gol. Era una cosa increíble. Para mí jugar contra España siempre era un aprendizaje, siempre los veía a nuestro nivel. Espero que este último Mundial (España perdió en octavos ante Venezuela) les sirve a los directivos para cambiar muchas cosas.
En sus inicios, recibió el apodo de Falcao. ¿Por qué?
Fue cuando tenía 14 o 15 años. Mi padre se parecía al futbolista brasileño Paulo Roberto Falcao y le llamaban así. Él organizaba torneos y demás, y yo siempre iba con él, y me decían Falcainho. Luego ya pasé a Falcao, y creo que fue importante, porque Falcao es más fuerte que Alessandro.
De manera breve, pero también dio el salto al fútbol 11 en 2005.
En 2005 era el mejor jugador del mundo y el Sao Paulo me llamó para el fútbol. Es un equipo muy famoso en Brasil y fui con ellos varios meses, pero yo siempre quería volver al fútbol sala. Me ofrecieron un contrato de tres años. Viví un momento importante, y regresé a mi deporte con diez finales consecutivas de Liga en cinco equipos distintos.
Atiende a AS en Madrid, pero nunca jugó en España. Es más, nunca salió de Brasil, al estilo Pelé. ¿Por qué?
Estuve muy cerca varias veces. En 1999 firmé un precontrato con el Cartagena por cuatro años y después, en 2005 tras regresar del fútbol, hablamos con el Playas de Castellón, pero en Brasil tenía muchos patrocinadores y no tenía sentido salir de allí porque mi imagen era muy importante allí.
El debate sobre el mejor suele estar entre usted y Ricardinho. ¿Qué piensa?
Siempre que le preguntan a él en las entrevistas dice ‘basta, Falcao es el mejor’. Él jugó en España y otros países y dice que eso era más sencillo para las votaciones, pero Ricardinho también es una referencia para mí. ¡Tiene un tatuaje con mi número (12) en su pierna! Era una inspiración, porque la gente ve que un jugador gana títulos con regates y haciendo cosas diferentes. Hoy no hay jugadores referentes. Somos muy amigos y siempre digo que 50%-50% entre ambos para no pelearnos.
¿Y el mejor español de siempre?
Uf, difícil. Mi relación es muy buena con Kike Boned y con Javi Rodríguez. Eran muy decisivos y competitivos. También hay más gente atrás, como Julio y Paulo Roberto, pero me voy a salir un poco del contento: para mí el mejor fue Luis Amado. Cuando jugábamos contra España era diferencial y es el portero más difícil al que me enfrenté.
¿El mejor del mundo actualmente?
No es fácil. Creo que el fútbol sala necesita jugadores diferentes y faltan los que hacen regates y ganan títulos. Gente como Dyego y Pito podrían ser algunos de los nombres. Mi gran preocupación es que la gente vaya un partido y observe algo diferente, porque el fútbol sala siempre va a seguir, sí, pero con un público específico. Antes era muy abierto. Hoy todo es más directo, efectivo, sin brillo.
¿Está el fútbol sala en crisis?
Hay una crisis de identidad, de ídolos, de referencias. Los directivos también tienen que mirar qué hacer para que los jugadores sean conocidos. Siempre pongo un ejemplo: Ferrao. Estaba en el Barcelona, fue tres años el mejor del mundo. Va a Brasil y la gente no le conoce. La gente del fútbol sala claro sí, pero también importa que el resto sepa quién es. No conseguimos crear ídolos. Ningún reporte vive sin referentes.
Si le preguntan a Falcao algo para cambiar en el fútbol sala, ¿qué sería?
Que fuese un deporte olímpico, pero infelizmente parece que no será así por ahora. En cuanto al espectáculo, no todo puede quedarse en 15 días cada 4 años (por los Mundiales). ¿Cuántas veces juegan Brasil y España entre ellas? Muy pocas. Hay que recuperar torneos de ese tipo entre ambas, Italia, Rusia, Argentina… los directivos no echan la mirada atrás para ver las cosas que funcionaron. Tiene que haber más rivalidad, siendo positiva claro, pero crearla.
Para acabar, ¿qué le dice a la gente para que siga de cerca la Intercontinental entre Palma y Magnus?
El público verá algo diferente. Palma es referencia en el mundo y Magnus viene con más nombre de tiempo atrás, pero ambos equipos tienen gente muy buena. Ojalá comience aquí esa rivalidad España-Brasil, que sea un partido caliente y estaré feliz de verlo en la grada. Ojalá se puedan ver este tipo de partidos más veces al año… y que gane el mejor.
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