Fabi Beneito: “Hace dos años pensé en dejar el CrossFit definitivamente”

El CrossFit, como disciplina deportiva de élite, sigue sumando adeptos año a año, competición tras competición, y lo hace en gran medida gracias a la labor divulgativa de muchos de sus atletas. En este caso, Fabián Beneito, el dos veces hombre más en forma de España, pasó recientemente por los micros del podcast de Kaizen Studio para hacer un breve repaso de su carrera, hablar de salud mental, sobreentrenamiento o cómo es la vida de un atleta. Para ello, contó con la compañía de la atleta Sara Valera, su pareja, con la que participó recientemente en el February Challenge de León.

En todo caso, si algo dejó claro Fabi Beneito es que la vida del atleta profesional es especialmente dura. Desde las extenuantes cargas de entrenamiento, pasando por la presión de las competiciones y, además, por el estrés de los viajes, siendo este último un factor que le gusta particularmente poco: “Llevo viajando con mi padre desde que tenía 3 años, por las competiciones de motos... Para mi es como la ley de Murphy”, dejando claro que su sueño de ser atleta élite de CrossFit pasa por recorrer el mundo y España compitiendo.

Sara Valera lo explica: “No hay rutina, estamos arriba y abajo constantemente, vamos a una competición y de ahí volvemos a Zarautz (su lugar de residencia), Fabi tiene un hijo y cada dos semanas bajamos a Valencia para estar cuatro o cinco días con él... Y así constantemente, es muy difícil”.

Se trata, sin duda, de piedras en el camino que el propio Fabi reconoce que pueden ser difíciles de superar. En su caso, un cambio de mentalidad ha sido fundamental para poder disfrutar de su vida, su día a día como atleta y de aquello que le rodea: “Hago cinco piezas de entrenamiento muy bien, y una mal... y no duermo”, relata Beneito. “He llegado a comerme tanto la cabeza en un entrenamiento clasificatorio, ver que lo he hecho mal, y sabiendo que tenía hasta las dos de la mañana para hacerlo, que lo he repetido a las 1.20 de la mañana en casa...”

Para evitar esos ataques de mancuerna en plena madrugada, Fabi confiesa que, en su caso, “ha sido fundamental, para crecer como persona, el disfrutar un poco”. Y es que, por encima de su obsesión por ganar, llegó a poner su salud, algo que le acercó sobremanera a pensar en dejar el CrossFit. Un cúmulo de circunstancias personales, entre las que se encontraba ver poco a su hijo o priorizar su vida como atleta y ‘apartar’ su trabajo derivaron en problemas de salud: “Hace dos años, tras el Wodapalooza, pensé en dejar el CrossFit definitivamente. En cuatro días de competición, dormí 3 o 4 horas en total”, relata.

“No notaba los brazos del hombro hacia abajo”

De hecho, la explotación física a la que se sometió, junto a la falta de descanso, derivaron en problemas físicos severos durante el certamen que se celebra en Miami cada año. “No me notaba los brazos, del hombro hacia abajo no sentía nada... El sobreentrenamiento fue tan grande que, cuando llegué a decidir que me iba a Zarautz a vivir, me hice unos análisis y detectaron que mi hígado estaba bastante ‘tocado’... Dejé de hacer CrossFit y lo pasé mal porque no me dejaban entrenar”.

No obstante, ese cambio de mentalidad, sumado al apoyo constante de Sara Valera, le han vuelto a aupar a lo más alto del CrossFit mundial. Ganó el Dubai Fitness Championship, se clasificó para los CrossFit Games y disfruta más de esta exigente pero bonita disciplina. “He trabajado con psicólogos deportivos y gente que me ha podido ayudar un montón, pero al final... les mentía”. “A la única persona que no puedo mentir es a Sara”, concluye Beneito.